Cuándo estoy con él, olvido que odio salir y darme cuenta de quién soy, de a quiénes soporto, de lo que siento por mí.
Olvido por completo todo lo referente a mi cuerpo, y sólo puedo pensar en mí sentir, en mi cuerpo ante su toque, en su voz cerca de la mía y su mirada en mí.
Olvido los problemas y los días pueden pasar rápidos o muy lentos dependiendo de cómo lo haya pasado con él.
Para mí, él es el primero que me hace amar y amarme al mismo tiempo.
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Son los sentimientos de una fruta.
De TodoPorque las frutas adorables, por dentro pueden estar muy podridas. Demasiado podridas, diría yo.