OCHO

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Galizur fijó sus ojos grises en los de ella.

-Voy a empezar por contarte una historia, ¿de acuerdo?

-Si eso me sirve para entender todo esto -dijo _______, asintiendo.

No creía que nada pudiese ayudarla a comprender lo que había ocurrido en las

últimas horas, aunque estaba claro que Galizur tenía información. E informarse era su única esperanza de darle un sentido a todo aquello.

-Hace mucho tiempo, un grupo de ángeles menores fueron...

-¿Ángeles menores? -lo interrumpió _______ .

-No eran arcángeles -explicó Harry-, aunque compartían la misma sangre.

-Exacto -asintió Galizur, y continuó-: En un principio, tres de los ángeles

menores fueron designados para vigilar la Tierra. Para mantenerla en funcionamiento, por decirlo de algún modo. Por supuesto, muy pronto el mundo se volvió demasiado complejo como para que solo tres lo pudieran controlar, de modo que su número creció hasta que finalmente fueron veinte, los mismos que son hoy en día. Ahora se les conoce como Guardianes, son escogidos antes de nacer por un consejo de líderes espirituales a los que llaman los Dictata. La identidad de cada uno de los Guardianes es mantenida en secreto, incluso para ellos mismos, hasta que alcanzan la Iluminación.

-¿Iluminación? -_______ no pudo evitar repetir la palabra. Tenía demasiadas connotaciones místicas.

-A los diecisiete, el momento en el que los Guardianes conocen el lugar que les corresponde -dijo Galizur-. Después ya no envejecen, aunque hay determinados medios extraordinarios para matarlos.

-¿Qué medios extraordinarios?

Él hizo un ademán para dejar la cuestión aparte.

-Por ahora eso no debe preocuparte. Baste con decir que en las raras ocasiones en

que eso sucede, otro Guardián, siempre descendiente de los primeros ángeles menores, es designado en su lugar. Durante siglos esto no ha supuesto una gran preocupación. No es habitual y además si hay una baja siempre quedan otros diecinueve Guardianes para vigilar que el mundo siga girando mientras el sustituto alcanza la edad adecuada.

Harry habló con calma:

-Pero eso era antes.

_______ pasó de mirarlo a él a mirar a Galizur.

-¿Antes de qué?

Un suspiro escapó de labios del anciano.

-Antes de que alguien empezase a asesinarlos.

_______ pensó en sus padres. En los intrusos que los habían matado pese a que

obviamente habían estado buscándola a ella.

Como si estuviese leyéndole la mente, los ojos de Galizur se toparon con los suyos.

-Tú eres uno de los últimos Guardianes, querida, lo mismo que Edward y Harry.

Los tres únicos que han sobrevivido a una serie de ejecuciones en masa que han tenido lugar en los últimos meses.

Las palabras quedaron suspendidas en la habitación, serpenteando a su alrededor como el humo que había amenazado con asfixiarla en el cuarto oculto de su casa en llamas. Deseaba que alguien dijese algo, se riese a carcajadas o incluso la acusara de ser demasiado joven, como había hecho Edward.

Pero nadie dijo una palabra. Permitió que el silencio se instalase entre ellos hasta

que ya no pudo soportarlo más.

Tentación de Ángeles (Harry y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora