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                   "Finn el sabio".

Noah tapó el espacio que apareció por la ausencia de los sobres con esos borradores que permanecían junto a las cajas y con rapidez terminó de guardar todos las cartas. Al escuchar los pasos de el autor de estas acercarse fue aún más veloz.

--Chicos ,saco esto afuera para que se lo lleven y vuelvo.--  Todos asintieron. El silencio reinaba en esa casa, a pesar de los gritos de la madre de Finn, pero entre ellos había demasiado silencio, tanto que incomodaba. Tocaban sus manos de manera extraña mientras pensaban sus palabras y las posibles reacciones de Finn cuando estos le hayan contado todo. No querían, ni debían seguir con rodeos.

Gaten, el cual era el muchacho que más hablaba del grupo, resultaba irreconocible los ojos de sus amigos. Tal vez algo sucedía pero decidía callarlo y que su cabeza debata el tema que lo agobiaba. Sabía que tenía amigos a los cuales contarles sus problemas, sus miedos y sus posibles deseos y demás, pero sentía que ya no era parte, que ya no era lo mismo. Pensaba que las amistades eran como billetes o simplemente papel ya que las mismas podían romperse con mucha facilidad y sin mover un dedo, eran frágiles y todas diferentes al igual que los valores de estos. Aveces eran falsas las amistades, como los centavos, aveces las personas valían poco por ser crueles o tener muchos defectos, como los centavos.

Aunque podías llegar a sorprenderte con lo que una amistad podía brindarte, el que menos creía del grupo en las amistades era el ojiazul. Tenía demasiadas,sabía que por parte estas aparecían por interés en su nivel socio económico,  pero también sabía que algunas eran verdaderas y en la persona que nunca dejó de creer era en Finn. Finn el sabio. Y Aunque se sintiese raro y que no encajaba en el grupo, sabía que estos estarían haya la tensión que haya, las peleas que se presenten y los malentendidos que se cruzen.

De a poco ganaba la confianza que tenía con ellos hace unos cuantos meses, de a poco seguía desenvolviendose. Él les hablaba y les contaba chistes, pero no sus sentimientos más profundos. Y sabía que debía hacerlo en cualquier momento mientras que sentía que volvía a nacer cuando volvían los viejos tiempos. No era que no se hablara con Sadie, con Millie, Noah, Caleb y Finn, hablaba siempre sólo que cuando tienes mucho por decir y sentimientos que quieres gritar no puedes hablar o decir algo si tu cabeza se mete en aquellos pensamientos.

Finn salía sosteniendo esa caja color marrón, tan grande que tapaba su rostro. Volvió y no tardó en acomodarse en su lugar.

--Como les decía... --Carraspea su garganta --Ella no se acordaba de mi... ¿Verdad? -- Esperaba con temor la respuesta de sus amigos que lo observaban.

Sadie se atrevió a hablar -- Finn, no sabes lo que ha pasado en este tiemp...

--Escuchen --Interrumpió Gaten. Todos se quedaron callados mientras lo veían esperando a que el ojiazul hablara.-- Jirafa hace mucho no te veíamos y hoy te tenemos frente a nuestras narices -- Comenta risueño mientras la peliroja lo fulmina con la mirada. --Esto tendría que ser una fiesta no un lugar de lamentos. -- Finalizó Gaten y todos lo miraban sonriendo y asintiendo.

Tenían pendiente una charla. Pero no podían estar así. Gaten tenía toda la razón del mundo. No tardaron en ponerle ánimo y quitar el clima triste de la habitación.

Vamos ... Levantate. Pensó la castaña mientras estaba inmóvil en su cama. Era un día hermoso y soleado pero para ella era uno más.

Decidió levantarse al sentir como su estómago rugia reclamando comida. Bajó la escalera tratando de que sus pasos no se sintieran ya que era muy temprano y sabía cómo reaccionaba su familia cuando la despertaban un fin de semana temprano.

Letters for you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora