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(Leer nota al final del capítulo IMPORTANTE).

           "Moraleja para S".

Su pie golpeaba intensa y rápidamente el piso mientras su pulso temblaba de nervios,al igual que sus brazos y piernas, el temor se apoderaba de él con cada segundo que pasaba al igual que la preocupación.

Pasaban minutos y ni una noticia. ¿Por qué tardarán tanto? ¿Es grave? ¿Se va a recuperar? Necesitaba respuestas antes de que su cerebro estalle.

Aún seguía atónito, no sabía cómo, pero ambos habían tenido la misma manera de expresarse, una manera tierna y sublime que dejaba sin palabras. Era hermoso pensar que esas letras estaban dedicadas para él y sólo para él y era hermoso que ella haya pensado en él cada día. Su rostro soltó una corta y baja risa, se sentía estúpido, estúpidamente enamorado y lo mejor era que era correspondido ,ambos sentían lo mismo al mismo tiempo y era extraordinario pensar que al fin alguien lo amaba de la misma que él y que ahora podría pensar en planes futuros sin estar ilusionándose o engañandose a si mismo. De pasar de estar escribiendo en un escritorio cartas para ella, mientras la luna alumbrara sobre su ventana y mientras se encontraba a miles de kilómetros de distancia, pasó a tener a la chica a unos pasos de él, a Millie. La castaña encantadora que él amaba y por la cual suspiraba. Había pasado mucho tiempo desde que olía su fragancia, desde que sentía sus brazos, desde que tocaba su cabello suave ,como tocar una nube, desde que sentía que alguien lo entendía y que podría estar contándole horas y horas sus problemas, las cosas que le causaban euforia y demás.

El sonido de una puerta cerrándose lo puso alerta, se levantó rápidamente de su asiento,mientras lo envolvia la luz de la clinica, la misma lo hacia ver más palido. Vió como un señor de bata azul se acercaba mientras tenía en sus manos varios papeles.

Cuando por fin se acercó pronunció...
-- ¿La persona que acompaña a la señorita Brown?-- Levantó la vista de sus papeles y observó a Finn, la única persona en la sala.

-- Yo. -- Levanta la mano para luego acomodarla en el bolsillo de su pantalón. -- ¿Cómo está? -- El chico estaba pálido debido al temor y desesperación que le provocaba el no saber algo de la castaña. Su corazón latía fuerte y las manos le sudaban. Se acercó al médico.

-- Bueno. Es sólo una leve lesión en el tobillo derecho. Sanará en unos días ya que no fue muy grave y vinieron muy rápido, por lo cual pude tratar la lesión al instante. Disculpe mi atrevimiento, pero usted no es mayor ¿Cierto? --Observó de arriba a abajo la estatura del muchacho. Si se hubiera basado en eso ya diría que es una persona mayor y no un adolescente, pero la remera blanca de Mario Bross lo delató.

-- No señor. Tengo 15 añitos. -- Se cruzó de brazos.

-- De acuerdo. Debería hablar esto con un adulto responsable... per

Interrumpe -- ¿Perdón? -- Pone una mano en su pecho como símbolo de dolor. El señor se limitó a responder y puso sus ojos en blanco. -- Bueno. Prosiga.

-- Si usted es cercano a la señorita Brown creo que sabe las visitas que tuvo en estos últimos días a la sala y porqué...

-- ¿De qué habla? -- De nuevo a la preocupación, su corazón estaba por salir de su pecho, tragócon fuerza mientras sentía frustración por no haber estado para ella, tal vez estaba grave. Finn se pone al lado del médico para observar los papeles que tenía este en su mano.

-- Brown a venido en estos últimos días para controles, un día vino porque se le bajo la presión arterial. Pero todo se reduce a algo...

Ella se encontraba en la camilla descansando mientras respiraba tranquila mirando las paredes blancas y aburridas de la sala de urgencias.

Letters for you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora