Yuri Plisetsky es el chico mas popular de su escuela, es el mas cortejado por hombres y mujeres por su extrema belleza tan exótica.
Cada vez que alguien comienza una relación con el rubio lo único que le provocaba aquel ángel ruso era darle todo lo...
La semana seguía corriendo y Yuri estaba más que desesperado por la actitud de Otabek y por más estúpido que sonará no era porque le estaba haciendo su existencia difícil, pero, o sea, no lo molestaba, no lo miraba, no lo tocaba, no lo acosaba... Y eso era exactamente lo que le volvía loco.
Sabía que el era Yuri Plisetsky, casi una celebridad en el colegio, tenía más de 10k seguidores en Instagram, un club de fans y era muy guapo. Y aún así no lo miraba.
¿Quien diablos se creía para ignorarlo teniéndolo a un lado? Y eso volvía loco al rubio.
Una buena parte del día la había dedicado a escribir en su libreta: "Idiota" aunque al final del día no sabía para quien escribía aquello, si para él o para el estúpido de Otabek.
Hasta se había aprendido si nombre en un día, eso jamás pasaba.
Estaba tan sugestionado que incluso parecía que se había vuelto menos atractivo y que su popularidad estaba por los suelos y entonces una luz le golpeó directo en la cara diciendo "Levántate culera, eres una guerrera"
Justo cuando levanto si cara y entro en modo "perra" un hombre muy apuesto se presentó.
- Hola Yuri- El rubio alzó la mirada, lo vio fijamente y sonrió coqueto
-Hola- contesto sin más
- ¿Estás ocupado hoy en la tarde? - Pregunto cómo todo un galán
-No... ¿Estás proponiendo una cita? - Le sonrió de lado con cierto interés.
-Si... ¿Te gustaría?
-Claro...
A penas terminó aquella oración el casi mudo de Otabek se levantó de su silla azotando las manos en el escritorio y sin más se fue de ahí.
Yuri lo miro extrañado y algo en su estómago se revolvió de placer.
Aquella tarde Otabek no volvió al salón, cuando Yuri se disponía a irse a su casa para cambiarse pues tenía una cita en puerta vio algo que no le agrado para nada.
-Esa perra - Gruño entre dientes
Al final del pasillo estaba Otabek besándose con la bruja de Mila la tenía sostenida de su cintura y le comía la boca con cierto tinte salvaje.
No era que le importará lo que hiciera Otabek ni Mila, pero, ¿En verdad prefería a esa pelirroja artificial y operada a una belleza rusa como él? O sea.
Yuri rodó los ojos con molestia y continuó su camino fingiendo que aquello le había dado igual. Aunque realmente quería arrancarle la peluca a esa perra y que Otabek lo besara como besaba ella. Y no, no, no, no... ¡No! No era que Otabek le atrajera, por supuesto que no. Solo quería demostrarle que él era mil veces mejor que esa sucia y muy perra bruja.
Estaba furioso.
La cita con aquel tipo había estado... ¿Bien? Si, bien, incluso habían ido a un hotel, pero eso solo había sido producto por la urgencia del rubio de sentirse deseado por alguien y por supuesto que no pensó en aquel imbécil en ningún momento. ¿Por qué pensaría en Otabek mientras follaba con otro tipo? Jaja...
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Hola! Capítulo cuatro D: Espero esté capítulo cortito sea de su agrado... Ya quiero ver a Yuri y Otabek juntos, tendré que apurarme xD Gracias por sus lecturas los amo ❤ Lari ❤
