Yuri Plisetsky es el chico mas popular de su escuela, es el mas cortejado por hombres y mujeres por su extrema belleza tan exótica.
Cada vez que alguien comienza una relación con el rubio lo único que le provocaba aquel ángel ruso era darle todo lo...
•~Poco a Poco... Lento, lento... Pero mas seguro ~•
Yuri Iba aferrado a la cintura de Otabek, sus manos temblaban un poco y no sabia si era por la adrenalina ya que era la primera vez que se se subía a una motocicleta e iba tan rápido o por la emoción de estar abrazado de Altin.
Mientras iba aferrado del moreno, miraba todo a su alrededor cuando recordó el sueño tan extraño que había tenido con el conductor y dueño de aquella motocicleta.
Claro que mas seguido de lo que se hubiera imaginado Otabek se colaba en sus sueños y siempre era el protagonista de los mejores encuentros sexuales que se podía imaginar y es que el moreno despertaba una parte del rubio que creía no existía. Al menos en sus más oscuros sueños ellos ya habían follado al menos unas cincuenta veces, pero aquello no era lo que le preocupaba a Yuri, no, el sueño del día anterior había sido muy distinto.
Tal vez era hora de dejar de ser tan terco acerca de sus sentimientos y dejarse llevar por el momento a lado de aquel moreno que conducía sin decir una sola palabra y con un semblante serio. Yuri solo alcanzaba a mirar parte de su hermosa y masculina barbilla y tal parecía que eso era suficiente para derretirse.
Estaba decidido, se dejaría llevar por el momento pasara lo que pasara y no precisamente se refería al sexo pues eso en una cita de estos tiempos era casi obligatorio, no, esta vez la gata rusa se estaba dejando llevar por los sentimientos de su corazón que creía inexistentes, por supuesto que una parte del rubio le decía "Yuri no seas idiota, el solo quiere acostarse contigo" pero otra parte y un poco de investigación previa le decía "Es un buen chico, nunca sale con nadie, las relaciones que ha tenido han sido serias"
- Llegamos - El kazajo lo saco de sus pensamientos
- ¿Donde estamos? - Pregunto extrañado el rubio.
- En mi casa - El kazajo lo miro con una sonrisa tan sexy que Yuri se puso rojo hasta las orejas
- ¿Tu casa? ¿Porque? - Pronuncio nervioso, esperaba un restaurante, un hotel e incluso un parque... pero, pero... ¿Su casa?
Entonces reino el silencio, pero no un silencio incómodo, era un silencio de paz que les estaba ayudando a asimilar muchas cosas.
Yuri agacho la cabeza tapando con su cabello su rostro, estaba mirando el piso con la cara roja y una sonrisa que hasta ese momento no sabia que existía entre todas sus gesticulaciones, "Maldito kazajo sexy" gritaba emocionado por dentro
Y es que el moreno también había pasado media noche despierto pensando en Yuri, pero no como siempre pensaba acerca de el, no, esta vez había sido distinto, había hecho una posibilidad con Yuri, sabia que aquel ruso normalmente duraba un mes con alguien y se aburría, pero sentía que era distinto, sentía que tenía una posibilidad con esa diva... Tal vez el era el indicado para poder hacerlo cambiar, porque si lo pensaba un poco Yuri ya no era la gata rusa que había conocido, poco a poco... había cambiado... O tal vez Otabek simplemente estaba aceptando que estaba enamorado y veía a Yuri de otra manera que cuando lo conoció.
O quizá había sido la plática que había sostenido con su mejor amiga en todo el mundo: su madre, lo que había ayudado para que por fin terminara por aceptar lo innegable.
¡Quien sabe!
Lo único que era seguro era que aquel kazajo iba abrir su corazón a ese ruso y graciosamente ese ruso iba a hacer lo mismo.
Llevaban meses en esa relación, que no era relación, pero parecia que se conocian de años como pareja.
- Yuri - hablo el kazajo y giro su cabeza a un lado debido a la vergüenza- Le hable a mi madre acerca de ti
- ¿Que? - grito rojo y giro su rostro al lado contrario para que evitara ver aquella disimulada sonrisa que sin querer se le había marcado en el rostro - ¡No juegues conmigo Beka! - Grito nervioso
- ¿Beka? - Menciono Otabek con curiosidad.
Yuri cerro los ojos y se golpeo la frente con una de sus manos, se suponía que únicamente en su cabeza estaba permitido ese apodo que el mismo le había puesto al kazajo, pero era tan torpe y estaba tan nervioso que termino gritándolo.
- Es un apodo lindo, así me dice mi madre - sonrió con discreción y un poco de emoción - Yu... Yura-
- ¿Yu... Yura? - tartamudeo
- Si tu me pones un apodo yo también te pondré uno - Se acerco Otabek y coloco su mano en la cabeza de Yuri
La rusa al sentir el toque tan dulce de Otabek sobre sus cabellos no supo que hacer asi que le quito la mano rápidamente, no porque le molestara su toque, no, quería lanzarse sobre el kazajo y comerlo a besos, pero no, tenía que disimular
- Ya hay que entrar, tu mama nos espera - Dijo al tiempo que caminaba a la entrada de su casa.
Estaba nervioso, estaba temblando... Pero iba a dar su mejor esfuerzo para intentar algo bien con el kazajo, claro, sin que él lo supiera. O al menos estúpidamente eso creía.
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Hola shavas!! Quiero Agradecer lo bien que por segunda vez estan recibiendo esta comedia-fic que hice en un momento de locura y que resulto muy bien :3
Si es la segunda vez que lo publico por la baja de cuentas puse muchas cosas en borrador incluyendo este fic del cual me siento muy orgullosa por que en 400 palabras las pude hacer reir y creo logre atrapar un poco su atención.
