NUEVAMENTE SIETE.

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Aquel rubio estaba entrando lentamente en la cabeza de cierto kazajo, intentaba pensar que era pasajero. Pero Dios... Dios no es tan bueno como él lo había pensado.


El día anterior había tenido problemas con cierta peliroja, pues aquella chica encendida por los besos de Otabek lo invito a su casa ya que estaría sola y diablos que todo iba de maravilla, besos, caricias y todo lo que puedes esperar de un buen sexo, pero aqui el problema era que el moreno mantenía los ojos cerrados en todo momento, intentando pensar en lo bien que se movia Mila, por que estaba con Mila y se convencia acariciando la espalda, las piernas y su cabello de la peliroja.


Ella se encontraba tan excitada con el contacto y delicioso vaivén que estaba teniendo en ese momento que no se  había percatado que Altin mantenía los ojos cerrados, hasta que escucho un gemido muy ronco en su oído que lejos de excitarla la volvió loca de furia y quitó al kazajo de su cuerpo.


-¿Es enserio? - pregunto molesta tapando sus pechos con la sábana - ¿Me llamaste por otro nombre?


- ¿Qué? - pregunto fingiéndose desentendido. - No, yo no.


Y vaya que debía estar mas que molesta la chica ya que consideraba una rivalidad con Yuri, ya que todos sus pretendientes antes habían estado interesados en el rubio y eso de ser la segunda opción de alguien no era lo suyo. 


- Me dijiste Yuri - Le lanzó una almohada a la cara, aun intentando regresar a lo que estaban, no lo haría con nadie, pero le estaba dando la oportunidad al kazajo, pero entonces la cago. 


- Yuri... Mila... Suenan casi igual - Intento defenderse.


- ¡Lárgate de mi casa! - comenzó a patearlo hasta tirarlo de la cama - ¡No te quiero ver de nuevo! - Le grito furiosa.


Otabek regreso a casa un poco decepcionado y no por Mila, que poco le importaba, pero estaba en conflicto con aquel rubio endemoniado. ¿Cómo había logrado confundirlo?


Tenía años que había visto a distancia al rubio y nunca había perdido la cordura y ahora por el simple hecho de tenerlo a un lado en el salón de clases lo había puesto patas arriba.  Arruinándole un muy buen encuentro sexual con la segunda persona mas atractiva de todo el colegio, no había cogido en semanas y todo debía agradecerlo al rubio. 


Y no quería caer en el juego de Yuri, no quería andar como todos esos perros detrás de la diva, no quería ser un folio más en esa estúpida lista, pero... Pero... El kazajo estaba más que involucrado, ahora no solo lo amaba en silencio, lo deseaba.


Y a veces el deseo era peor que el amor, porque te hacia perder la razón y querer poseer a todo costo.


Lo que tanto quiso evitar.

Gracias a quienes me leen, los amo muchísimo  UwU Lari ❤

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Gracias a quienes me leen, los amo muchísimo  UwU
Lari

AMARRAME *Otayuri*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora