Por fin se había hecho realidad el sueño de Yuri. ¿O el sueño de Altin? ¿O quizá el sueño de ambos?Era innegable que Yuri se resistiera más a los encantos de aquel chico moreno, era simplemente terco y egoísta por eso no terminaba de aceptar que aquel hombre lo volvía loco.
Pero realmente eso es lo que le provocaba.
Claro que tenía sueños húmedos con Otabek de protagonista, por supuesto que todos los días se encaminaba a la escuela solamente con la esperanza de que aquellos ojos penetrantes lo mirarán y por la puta madre que había ansiado que aquellas caricias furtivas que se habían dado en el salón hubieran terminado en sexo salvaje. Pero no, no... ¡No!
No le gustaba Otabek simplemente quería follar con el una vez, tal vez dos o tal vez mil veces, pero para nada estaba enamorado, únicamente era deseo. Y si, así era la lógica retorcida de la diva rusa.
Por otro lado estaba Otabek que igualmente estaba más que excitado por el contacto que había tenido con la rubia y aunque de igual manera se negaba a aceptar que estaba más que embobado del trasero rubio, estaba más que decidido a hacer caer a sus pies a ese chico tan arisco, era su meta personal.
Porque obviamente quería a Plisetsky debajo de su cuerpo, rogándole por más y repitiendo su nombre una y otra vez mientras se lo follaba y disfrutaba el hecho de haber domado a ese gatito ruso y tenerlo a su merced, pero lastimosamente estaba en un dilema porque aunque su cabeza decía "Solo será una vez" algo muy dentro suyo decía que el kamasutra no se podía realizar en un encuentro y en qué un día no era una vida y es que maldita sea, ese era el problema que aunque quería convencerse que solo era un rato una diversión no podía, porque aquel muchacho ruso era lo todo lo que siempre había deseado.
Y nada le molestaba de él, amaba aquel papel de reina que tomaba al entrar a la escuela, amaba aquella boca tan pequeña de labios rosados que se apreciaban tan delicados, pero que decían mas groserías que la boca de un camionero, amaba el tono de su piel que siempre delataba su estado anímico y aquellas esmeraldas que tenía por ojos lo derretían completamente y es que ese rubio lo tenía loco, pero no quería salir herido de todo aquello y al verse caer en el juego de Yuri, por eso él le demostraría que también conocía las reglas y podía jugar mejor que el mismo ruso inventor de aquella tortura.
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AMARRAME *Otayuri*
FanfictionYuri Plisetsky es el chico mas popular de su escuela, es el mas cortejado por hombres y mujeres por su extrema belleza tan exótica. Cada vez que alguien comienza una relación con el rubio lo único que le provocaba aquel ángel ruso era darle todo lo...