•03•

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Jungkook comenzó a abrir los ojos con dificultad, por alguna razón estos dolían y mucho.

Cuando los abrió completamente, la luz le quemo los ojos. Sus manos taparon sus globos oculares, tratando de que la luz no entrase en estos.
Soltó un suspiro profundo y tan pronto terminó, sus manos dejaron de tapar sus ojos. La luz ya no quemaba como antes, más si molestaba al menor.

El pelinegro se rasqueteo los ojos y soltó un gran bostezo. Fue al baño y al mirarse al espejo tuvo la respuesta de su gran dolor. Sus ojos estaban muy rojos y sus mejillas igual, un poco más claras pero lo estaban.

-Ah..~

Comenzó a examinar sus ojos buscando más cosas para ver. Nada.
No había nada más que las venas implantadas en el globo ocular más rojas de lo normal. Hecho la cabeza para atrás y suspiro.

-Joder..-se volvió a rasquetear los ojos-Arden..

[...]

Jungkook tenía sus dedos alrededor del lápiz. El pequeño borrador implantado y asegurado con una fina hoja de metal, ahora estaba siendo mordisqueada por el pelinegro. Este observaba cómo el profesor daba la clase de matemática.

-¿Entendido?-volteó mirando a todos los alumnos-¿Alguna pregunta?

Todo se quedó en silencio. Hasta que..

-¡Yo, Yo!-dijo alguien en el final de las bancas.

Todos los estudiantes que se encontraban adelante y en el medio, voltearon sus cabezas para ver de quién provenía la voz.

-Señor...

-Hoseok..-completo el dueño de la voz.

-Dígame.

-¿La pregunta..?

-Si.

-A claro..-pensó-¿Porque los gatos caen de pie..?-sonrió de lado mientras sus dedos acariciaban la barba imaginaria que tenía y una de sus cejas estaba más arriba que la otra.

Todos los estudiantes (excepto Jungkook, claro) comenzaron a reír por la pregunta tan estúpida que el chico había dicho.

-¡Ya, basta!-el profesor trataba de calmarlos.

Los estudiantes hicieron caso omiso.

El profesor volvió a gritar lo mismo sin embargo, nadie hacía caso.
Este tomo un borrador de pizarra que se encontraba en su escritorio para borrar todo lo escrito en esta. Ya en sus manos azotó fuertemente el borrador contra su escritorio, haciendo un ruido que asustó a todos los aprendices.

-¡Basta dije!-comentó después del fuerte ruido.

Esta vez el silencio que se formó fue mortal, es especial para el tal Hoseok. El maestro miraba con ojos de furia a este, mientras el pobre chico solo trataba de no hacer contacto visual con el furioso maestro.

-Ja-Ja-Ja-dijo pausadamente viendo a cada uno de los estudiantes-Muy chistosito, ¿No?

Todo él aula estaba en silencio, era como si estuvieran en un funeral de alguien muy cercano y alguien decía «un minuto de silencio..» y así todos los presentes hacían lo que decían, solo se escuchaban las respiraciones de todos los presentes ahí.

Give me a smile •Vkook•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora