27|El Desaparecido|

184 8 2
                                    

Desde que me he despertado no he podido dejar de pensar en lo mismo: ¿Quiere realmente ir a vivir conmigo a un apartamento, o es que es el alcohol es que está hablando? No he podido dormir pensando en eso, y el pánico me ha entrado. Sólo espero que no esté hablando en serio y que para hoy se haya olvidado de todo con la resaca. Aunque, por otro lado, también me he puesto a fantasear con tener un futuro juntos, pero es muy pronto aún; sólo tenemos seis meses saliendo, y tres de esos ha sido todo parte de una mentira.

Es mediodía y los copos de nieve empiezan a caer sobre mi parabrisas. El cielo está gris completamente y hace un frío que te pelas. Pronto llega navidad, y éste paisaje de pistas y aceras llenas de nieve complementan la imagen perfecta que representaría a esas fechas. Aún no sé muy bien qué regalarle a Beca y a Malcolm, por lo que estar en el centro comercial me ayudará a ventilar un poco mis ideas. Sam me ha dicho que no quiere nada, pero yo no hago caso al <<No, amiga, no te preocupes>>.

Después de dar un largo paseo por cada tienda, me paro para comer unos helados y luego emprendo de nuevo el recorrido hacia la librería, necesito nuevos libros y debo aprovechar este corto tiempo que tengo separada de los deberes para comprar algunos.

Y así, se me pasa el domingo. Durante la noche Malcolm va a una fiesta de la Universidad, nos invita a Beca y a mí a asistir pero nos negamos rotundamente, siempre que estamos cerca de los amigos de Malcolm algo malo ocurre. 

Nos tiramos en el sofá a mirar una película, con uno que otro picoteo al rededor nuestro.

No he sabido nada de Luke en todo el día. No lo he llamado, quizá sigue con la resaca de la borrachera de anoche. Aunque voy a admitir que estoy un poco preocupada, y lo extraño, pero quizá sigue descansando, cuando toma demasiado se pone muy mal.

—Hey, Sav, ¿me escuchaste? —Beca me saca de mi ensimismamiento agitando una mano en frente mío.

—Yo... Sí... No, lo siento —hago una mueca y ella asiente, mirándome comprensiva.

—Es por Luke, ¿cierto? —aparto la mirada—. Te he visto todo el santo día al lado del teléfono.

Tiene razón, no me he despegado de él ni un segundo. Y así es como le cuento todo lo que ha pasado la noche anterior. Se escuchan grititos quedos cuando le cuento que me dijo <<Te quiero>>, y siento su mirada fulminante cuando le cuento que no pude responder a su frase antes de que colgara.

—Tú crees que... No sé, ¿crees que esté enojado porque no le respondí? —pregunto nerviosa, jugando con el dobladillo de mi camiseta.

—Pues... No lo sé. Quizá sí, quizá no. Creo que te conoce lo suficiente como para que en este tiempo se haya dado cuenta que no se te dan bien las palabras, sino los actos.

Asiento, dándole la razón, y esperando que así sea. No sé por qué no me ha llamado en todo el día, una parte de mi quiere pensar que es por la resaca; pero la otra parte, la parte que está aun pensando en sus palabras de anoche, piensa que no ha llamado porque está sopesando la idea de que de verdad lo quiero. Sé que no soy tan buena hablando como él, me cuesta exhibir mis sentimientos con palabras, mayormente los expreso con actos: un abrazo, una sonrisa; cosas simples, pero que para mí esconden algo muy especial detrás. Él da a conocer muy bien sus sentimientos, me dice cosas lindas, me besa, me protege en todo momento, me invita a todos sitios cuando estamos libres de tiempo. Sin embargo, yo soy más cerrada y reservada. Todos mis sentimientos los mantengo dentro de mi mente, sólo los siento, pero no los expreso.

—... Yo creo que sí te quiere. Veamos qué pasa mañana. ¿No ves acaso cuando te mira y le brillan los ojitos? O cuando, por ejemplo, se queda boquiabierto cada vez te invita a salir y viene a recogerte. Se ve desde lejos que te quiere más que a su propia vida.

Nos pasamos las horas conversando de lo mismo y le cuento cada uno de mis temores en cuanto a la relación.

—Por cierto, Thiago nos invitó a pasar el Año Nuevo en una cabaña que tiene sus padres frente al mar. ¿Qué te parece? Una semana entera en lanchas y viendo la puesta del sol en el horizonte. Vendrá todo el grupo. Incluso el hermano de Sam...

Me mira meneando las cejas y rompo a reír.

Se nos va la noche riendo y viendo series. Amo estas noches, podemos darnos un respiro y contarnos de todo sin problema a juzgar nos la una a la otra.

—A la próxima empezamos la noche más temprano y dormimos... más temprano —se ríe de su propio comentario y pongo en marcha el auto hacia el Instituto.

Durante las primeras horas no se ve ni la sombra de Luke por el salón. Thiago me ayuda en distraerme un poco y logro llegar hasta en receso sin preocuparme más.

Andrew ya ha venido de nuevo a clases. Estuvo desde el día que me enteré de la apuesta faltando a clases, lo cual me pareció extraño, pero no le tome más importancia.

—Hola, chicos —se me escarapela la piel al oír su voz.

—¿Qué haces acá, estúpido de mierda? —ruge Beca y todos se quedan asombrados de oírla hablar de ese modo.

Andrew agacha la mirada y me mira, esperando que yo haga lo mismo. Ni me muevo.

—Sav, ¿puedes venir un rato? —me susurra y me hago de oídos sordos—. Oh, vamos, a Luke sí que lo perdonas de seguro pero a mi no. No entiendo qué le ves a ese idiota que haga que sigas ahí detrás.

—Callate, Andrew —advierto e intento concentrarme en mi comida.

Todos los integrantes de la mesa están tensos: Thiago está en posición de ataque y Beca no para de lanzar dagas con la mirada hacia el chico al que alguna vez llamé amigo.

—¿No me vas a hablar? Sav, solo te pido que vengas a hablar conmigo.

—¿Para qué, Andrew? Que tú hayas arreglado las cosas con Luke no quiere decir que las arreglarás conmigo.

—El estúpido que tienes por novio y yo no hemos siquiera hablado desde esa noche. Además,por si no estás enterada, es la única persona que no se interesó en romper con la apuesta —espeta.

«¿Qué?»

¿Luke me engañó de nuevo?
Y para colmo de males, ahí viene, con los puños apretados y el rostro contorsionado en  una mueca de asco.

~^°^~
¡Holoo!
Lo siento por demorar tanto en actualizar :c ando mal con mi Internet. NO me estoy olvidando de la historia, eso jamás.
¿Qué les pareció esta parte? Esperen... ¿Luke le engañó a Sav? Quizá tiene una buena explicación, ¿cierto?
Voten, comenten.
Los amo <3
Hasta pronto, Marikiu

Novios por suerte y Primos por accidente |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora