28| ¡El amor! |

154 8 0
                                    

¿Qué es peor que una mentira? Ah, claro, que te mientan por segunda vez.

Las personas como yo suelen perdonar muy rápido a la gente. Y luego les vuelven a mentir, una y otra vez.

Ahí viene mi chico, ese chico de ojos color avellana, el que puso mis sentimientos de cabeza... el que me mintió una vez y lo ha vuelto a hacer. Ahí viene, rojo del enojo y con los nudillos blancos de tanto apretarlos. Los nudillos de su mano izquierda están magullados.

<<¿En qué lío se ha metido ahora?>>

—¿Qué quieres acá? —espeta Luke y me mira de reojo.

—Mas bien que haces tú acá. Creí que después de lo que le hiciste a Sav habrías huido como el perro que eres.

—Cierra el puto hocico, gordo Andy...

—¡Luke! —lo regaño. Me mira enojado. Me levanto de un salto de mi silla y aparto el cuerpo duro y enojado de mi novio.

—¡No lo defiendas, maldita sea! —grita y me asusto pegando un salto—. ¡Él es el culpable de nuestra anterior separación!

Y me lo tiene que recordar.

—¡Tú aceptaste esa apuesta, ninguno tiene más culpa que el otro!

Puede que haga como que todo está bien, pero por dentro lo único que quiero es olvidar. Todo me recuerda a esa apuesta, hasta mi novio y mi hermano adoptivo. Me sigue doliendo pero prefiero tratar de olvidarlo.

Se queda quieto y veo que su rabia se va apagando poco a poco.

—Pero yo si te pedí perdón, yo si lo siento de verdad. Te prometí no volver a engañarte en nada...

—Entonces, si no me has vuelto a ocultar nada, ¿por qué me mentiste cuando te pregunte sobre tu estado con Andrew? —lo corto. Alzo las cejas en su dirección, esperando una respuesta.

Me mira un rato, como queriendo decir algo, pero se queda callado al final. Suspira frustrado y se pasa las manos por el cabello, un gesto que denota su desesperación. La campana suena haciéndome dar un respingo. El segundo susto del día después del grito de Luke.

Tomo mis cosas y Beca viene detrás de mi, en dirección a nuestros salones. Se despide de mi y me pide que me relaje un poco y que la llame en caso de que algo ocurra. Me dirijo a mi salón y veo a Luke seguirme y sentarse a mi costado, se voltea para hablarme pero yo soy mas rápida y me levanto y le robo el asiento al chico que se sienta al costado de Thiago.

—No quiero hablar con él, no me obligues a ir allá. —ruego.

Él asiente y me mira comprensivo.

No quiero hablar con Luke después de todo el día de mierda que he pasado ayer y hasta esta tarde por él: no se apareció por ningún lado, no llamó, hoy faltó mitad del día y acabo de enterarme que me ha estado engañando desde el primer día en que volvimos. El vacío que sentí ahora se llena de rabia.

No puedo seguir aquí, sintiendo su mirada sobre mi, escuchando como me llama por lo bajo para que el profesor no lo oiga.

—Profesor Erick, no me siento bien, ¿puedo salir? —le pregunto y él me mira un rato antes de asentir y abrirme la puerta.

Lo sabía: me ama. Quizá me quiere más que Luke.

Voy a toda prisa por el pasillo y paro en mi casillero para sacar todas mis cosas.

—¡Sav! —grita desde el fondo y corro para que no me alcance.

—¡Adams! —grita a la par el maestro.

Novios por suerte y Primos por accidente |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora