1 |Regresar a la velocidad|

711 30 3
                                    

*EDITADO*

Barbara Palvin (Savannah Smith)

«La luz se filtra por la ventana y al voltear me encuentro con un chico realmente guapísimo pero desconocido para mí... es lo mejor de despertar con un desconocido: debes descubrir quién es el chico misterioso con el que te acostaste sin herir sus sentimientos o hacerle saber que no recuerdas ni la primera letra de su nombre...»

Amo releer estos libros.

Cuanto me encantaría despertar así.

Ah, no cuesta nada soñar.

Terminó mi tiempo para leer durante la mañana. Son más de las ocho de la mañana. Mala hora para despertarse un Lunes, en primer día de último año de instituto y después de una maratón de capítulos de una novela por Internet.

—Buenos días —Saludo a Malcolm, el hermano de mi mejor amiga, que está en calzoncillos preparando el desayuno.

 ¿Por qué lo veo en calzoncillos todas la mañanas? No, no somos novios ni amigos con derechos. Llevamos muchos años de conocidos y viviendo en la misma casa, me he acostumbrado. Además, supuesta mente él, la comida le sale mejor cuando cocina "libre de prendas".

—Buenos días, enana —saluda de nuevo.

—Buenos días chicos —se escucha la voz ronca de Rebeca, mi mejor amiga.

Les contaré. Vivo con mi mejor amiga y su hermano desde hace tres años más o menos por temas que soy muy extensos pero lo resumiré a que siempre voy a estar muy agradecida con la familia de Rebeca, ellos me ayudaron mucho cuando estaba sola y sin dinero.

El desayuno consiste hoy en tostadas con queso o mantequilla y un jugo de fresa. Comemos lentamente y nerviosas por nuestro primer día en el último año de instituto. Espero que todo este año me vaya de maravilla, nada de malas notas, ni castigos. El año pasado fue muy bueno, y espero que éste también lo sea.

—Ya es tarde —dice Malcolm mirando su reloj—. Vayan a cambiarse.

—¿Cuántos chicos habrán este año? —dice Rebeca con una sonrisa pícara.

—Calla... —advierte su hermano con una mirada furibunda.

Nos cambiamos rápidamente y tomamos nuestras mochilas para salir corriendo hasta el auto de Malcolm. Por ahora somos menores de edad y no podemos tener nuestro propio auto, pero cuando lo seamos, hasta la misma policía nos tendrá miedo.

—Corre —decimos al unísono al llegar a la escuela y empezamos a correr para conseguir rápido nuestros horarios, antes que el lugar se abarrote de alumnos nuevos y antiguos.

—Uf, me toca con Mackenzie —se queja mi rubia amiga—. ¿A ti?

—Con el sexy de Erick —nos miramos pícaras y nos vamos cada una a nuestros salones que, para desgracia nuestra y fortuna de los profesores, están separados.

Al ingresar a mi salón, me doy cuenta de que nada ha cambiado, excepto por un lugar en el fondo, en donde veo una cara desconocida.

—¿Cómo te llamas? —intento ser amable por este último año de instituto pero lo que me gano es ser ignorada—. Hey, te estoy haciendo una pregunta.

—Y luego que sigue, ¿mi teléfono, mi Facebook? —dice burlón.

—Ah, por favor —me hago la indignada y él rueda los ojos—, no te creas tan importante, niño nuevo. —Finalizo y procedo a sacar mis libros, sintiendo su mirada fulminante sobre mi espalda.

—Buenos días clase —ah, esa voz tan varonil en ese cuerpo tan sexy. Todos respondemos a su saludo—. Para los que no me conocen y son nuevos este año, yo soy el profesor Erick... —bla, bla, bla. Si, quítate la camisa y baila para mi, nene—. Los nuevos pasen a presentarse por favor.

—Eemm... Soy Andrew Collins y vengo de Los Ángeles. Vine a California porque mis padres querían "respirar otros aires" y querían que ingresara a la universidad de Kansas —dijo tímido.

Aw, que lindo. 

Escucho al chico de mi costado reír entre dientes ¿qué le da risa?

Que tú seas un niño pijo y engreído no significa que debes burlarte de los demás.

Y así, pasaron todos los nuevos y las nuevas. Muchos se habían cambiado de instituto, al menos en mi salón, así era.

—Hola, soy Luke Adams... —una pausa—. Vengo de Boston y cambié de instituto porque quemé el suéter de la maestra de historia —por un momento considero al opción de reír, pero la descartó al sentir que su historia está demasiado usada.

Y, bueno, también porque siento que sus palabras no son verídicas. 

(...)

—¿No has pensado en colocar una crema para borrar esa cicatriz? —Pregunta Beca, sentada en el borde de mi cama. Niego con la cabeza mientras busco una chaqueta que caiga con mi look—. Entonces... ¿por qué, si no quieres que nadie la vea, usas chaqueta en vez de borrarla?

—Porque me gusta tenerla; me gusta recordar las consecuencias de mis errores. —Contesto.

Y es la verdad. Si borrara esa cicatriz, no tendría un recordatorio constante que me dijera lo que hice mal.

Bajamos a la sala y nos adentramos al auto de Malcolm. Nos llevará a una carrera que está en las afueras de California. Desde que mis padres murieron me hice amiga de la calle, aun que mi abuela me cuidaba mucho, yo hacía de las mías. Obvio no la decepcionaba nunca llegando tarde o en mal estado. Cuando ella murió, todo cambió. Empecé a ir más seguido a las carreras y hasta empecé a competir, me daba buenas cantidades de dinero y por eso seguía.

—Sav —llama Rebeca. La miro—. ¿Ese no es el nuevo? —señala a Luke, que está apoyado en un auto negro, fumando un cigarro. ¿De dónde lo conoce?

—Chicas, iré con unos amigos por allá —anuncia Malcolm sin siquiera mirarnos.

Rebeca se acerca a Luke y empieza a hablar como si se conociesen de toda la vida. Yo estoy perdida en el tiempo y espacio hasta que Rebeca se refiere a mi y dice:

—Si, ella también manejaba —abro los ojos de par en par y miro a Luke, quien me mira divertido.

—¿En serio? —dice burlón y afirmo con la cabeza—. ¿Por qué ya no? —da una calada a su cigarro y cuando yo empiezo a hablar él me calla con un gesto—. Ya se, tienes miedo —¿Yo tener miedo?—. O no, espera, no tienes fuerza para los frenos —y otra vez su mirada burlona mientras se lleva el cigarro a la boca para darle otra calada. 

—No necesito dar explicaciones a nadie del porqué  no manejo —y dicho esto me alejo del lugar, enojada, y escuchando las carcajadas de Luke. ¿Quién se cree para hablarme así, para suponer cosas que no son? Quizá tengo miedo, vale, pero no es porque sea una cobarde. Yo tengo mis razones.

Me dirijo al auto de Malcolm y me recuesto en este. Saco el teléfono y lo único que siento es mi sangre hervir de la ira y el enojo. ¿Me dejaré ganar tan fácil? Savannah Smith no es así.

—Yo... Sav, lo siento —la callo colocando una mano en frente de su cara y me mira aún mas preocupada.

—No te culpes —empiezo—.Esto fue el comienzo para volver al negocio —digo con una sonrisa maliciosa.

Además de ganar dinero, podré divertirme y defenderme un rato.

Está decidido... regresaré a la velocidad.

******************************************************************************************

#Resubiendo :D

¡Primer capítulo de #NPSPPA!

¿Qué pasará en la carrera? ¿será bueno que Sav vuelva a manejar? y ¿por qué dejó de competir?

¡Yo quiero saber! ¡no quiero dormir! ¡Lo que ahora pasa aquí, voy a descubrir! *silbidos tipo "el mundo de Luna"* :v 

Espero que les haya gustado mucho mucho muchito, voten, comenten y recomienden ;) ah, y siganme xd siganme que los sigo, nenes 

<3 Marikiu

Novios por suerte y Primos por accidente |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora