Precio de Libertad

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Daphne estaba furiosa, le había desobedecido y más allá de eso del modo más altanero posible la había retado dejándole claro que no era la indicada para darme una orden o cualquier cosa que representara mi obediencia hacia ella y así de fácil salía del colegio al lado de Malfoy notando las miradas intrusas y curiosas por querer saber a dónde íbamos y más importante ¿Por qué íbamos juntos? Era demasiado obvio que nos seguían, solo se necesitaba sentido común para saber que alguien correría a contarle a mi hermana o por el simple hecho de haberla enfrentado la tendría como vigilante

Ella creía que no lo sabía, pero era más que obvio, cuanto quería girar a verla para sorprenderla, pero me abstuve de hacer por Draco, maldición que caminaba rápido, un paso suyo fácilmente podrían ser dos míos lo que no me dejaba tiempo para hacer algo más. Finalmente salimos del colegio en silencio total, por momentos lo sentía mirarme como por verificar que aun iba a su lado y yo hacía exactamente lo mismo, pero a diferencia suya mi mirada era más bien curiosa por saber a dónde íbamos exactamente

-Tú hermana no viene sola- me dijo Draco de la nada empezando a recorrer las calles de Londres y tuve que detenerme a mirar para ver a las dos... o bueno al menos su cabelleras- camina- me dijo autoritario antes de voltear en una esquina, queríamos perderlas al parecer

-Es Pansy ¿cierto?- pregunté viendo repetidas veces hacia atrás para verificar si aún nos seguían, no me respondió y eso me disgustó pero honestamente ahora me preocupaba más recibir por la espalda algún ataque de Pansy completamente celosa- reconocería ese cabello castaño donde fuera, es igual al de mi hermana solo que en otro tono- le expliqué quedándome un poco más atrás- ¿A dónde vamos?- le pregunté como por cambiarle el tema ya que al parecer él no pensaba comentar nada al respecto de tener dos brujas siguiéndonos

-No lo sé- aseguró con simpleza guardando sus manos en los bolsillos- aun me debes una explicación, es un buen momento de dar respuesta- me exigió deteniéndose frente a la cafetería del otro día- o tal vez tengas una verdadera idea de cómo fastidiar a tu hermana, cada día está más insoportable y mi paciencia no es tanta como para tolerar sus estúpidas amenazas

-No es que para mí sea lo más agradable del mundo- dije por lo bajo sin poderme olvidar de Pansy- no te debo ninguna explicación, que tú no quieras creer que fueron efectos del ponche no es problema mío, pero si sabes que Pansy nos sigue porque venimos aquí, pareciera una cita y no quiero problemas con ella- le admití seria mientras entrabamos al lugar

-Tú quieres irritar a la sobreprotectora de tu hermana y yo quiero librarme del fastidioso comportamiento de Pansy- admitió de mala gana- este es un modo de arruinarles el día y lograr los dos objetivos al mismo tiempo

Y tuve que admitirlo, tenía razón... sonreí levemente volviendo a ver hacia atrás pero al parecer nuestras espías intentaban pasar desapercibidas y no entrarían a la cafetería, lo seguí y nos sentamos en uno de los rincones de la cafetería en la primera planta, miré por cristal del ventanal sintiendo que ni siquiera debí haber venido, pero aquí estábamos con una bebida frente a nosotros que ninguno se animaba a beber, al parecer no era cómoda aquella situación pero no diríamos algo al respecto, simplemente guardaríamos silencio hasta que alguno hablara y se pudiera camuflar la incomodidad con una falsa conversación. Le escuché exhalar, acomodé mi cabello y me apoye en la mesa mirándolo con indiferencia

-Y... ¿Cómo has estado?- pregunté a lo que él soltó la carcajada- ¿Qué?- le reté a tan siquiera decir algo pero él únicamente volvió a verme y río de nuevo

-¿No se te ocurrió algo mejor?- preguntó cuándo logró calmarse- eres la reina de la popularidad, eso explica porque te rodean tantas personas- ironizó- vaya manera de empezar una conversación

Él y Yo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora