Por y Para Mí

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Al parecer una vez corrí hacia el colegio, Malfoy captó el gran error que había cometido porque días, semanas e incluso meses después me buscó intentando hablar conmigo, hasta que su orgullo se negó a tolerar mi rebeldía, enojos y constantes mandadas al demonio exigiéndole que se quitara de mi camino y dejó de insistirme, cosa la cual agradecí.

No bromeé cuando le dije que se apartara de mí hasta el día de la boda, pero por ese tiempo poco le importó y mentiría si dijera que aquello no lograba incluso alegrarme, casi siempre que lograba ignorarle con insolencia me sonreía levemente esperando a ver cuánto tardaría en intentar que le hablara y así fácilmente el año comenzaba a terminar, estaba a poco de un mes de finalizar mi cuarto año y en todo este tiempo me dedicaba a llegar a mi habitación, dibujar, ver el gatico de Millicent y porque no, hablar con ella, pero en la noche que Selin llegaba empezaba mi intento de tener su perdón y recuperar su amistad. Era curioso como cada uno pese a ser herederos de Salazar y orgullosos por naturaleza, parecíamos tener ese ser por quien doblegábamos nuestro orgullo, en ese preciso momento, yo era el de Malfoy y el de Daphne al mismo tiempo, pero el mío era Selin, a la pobre la castigaron hasta terminar el año, todos los días debía escribir "Los chicos problemas, siempre pierden" hasta que la frase se marcara en sus manos, ni siquiera daba tiempo a que cicatrizaran pero eso no era lo peor, a todos los castigó poniéndolos a limpiar el colegio como muggles después de clases, tal actividad tan humillante era lo que más les dolía y eso, Umbridge lo sabía, además, el ardor de las manos para sacudir y más, volvía cruel limpiar, así que cuando ella volvía desvendaba sus manos, curaba la herida del día y con cuidado volvía a vendar, pero ni haciendo eso por dos meses me volvió a hablar, estaba a nada de darme por vencida hasta el día en que volvió más tarde de lo normal

-Necesito que prepares una poción, pídele ayuda a tu ex-grupo si quieres, porque necesitaremos una amortentia perfecta- me dijo de la nada y afirmé terminando de vendar su mano izquierda, me sonrió y a modo de tregua me prestó su peluche dejándome dormir con él- quédatelo unos días- autorizó de la nada y salió de la habitación

Suspiré en cuanto salió, como agradecía no haber tenido que disculparme, tenía esa palabra en la garganta atascada y sabía que me ahogaría de solo intentar decirlo pero el peluche era la tregua muda, mejor no pudo haber sido, yo me ahorraba explicaciones que no quería dar y así al día siguiente todo volvería a la normalidad. Busqué con calma un libro de pociones y comencé a leer cómo se elaboraba y efectivamente era un tanto compleja, sería mejor tener ayuda. Justo cuando cerré el libro llamaban a la puerta, autoricé que entraran y con gracia vi entrar a Daphne como si fuera una ninfa, inmediatamente fruncí el ceño y ella se limitó a sonreírme con calma

-¿Qué?- la reté cruzándome de brazos y subió los hombros como si no supiera a que había ido

-¿Cómo lo supiste?- me preguntó ignorando mi apatía hacia su presencia- se supone que no sería así

-Él me dijo- me limité a dar por respuesta y ella solo suspiró

-Es demasiado impulsivo, no me consta personalmente, pero es obvio- susurró sentándose en la cama de Selin- yo tampoco sabía- me aseguró y la fulminé con la mirada, no era buena idea mentirme- es verdad- insistió- al menos en un comienzo lo fue... cuando no me gustaba que se estuviera acercando a ti escribí a casa diciéndoles lo que pasaba, no me respondieron, les conté del grupo de pociones y ya sabes que opinaron, pero mi problema no era el grupo, era Malfoy, así que volví a insistirles con preocupación que no me gustaba su cercanía y obtuve por respuesta un "permítelo, es lo mejor que le puede pasar a tu hermana"- me contó captando toda mi atención, mientras ella miraba el techo intentando recordar todo al pie de la letra abrazada una de las almohadas de esa cama- no volví a insistir pero tampoco me fiaba de él y poco después de su cita en el café, él mismo me cortó el paso hacia el salón de historia de la magia reclamándome estar arruinando lo que tenía que hacer, exigí una explicación, me la dio y días después estabas en mi habitación implorando porque volviera a hablarte- concluyó- si hubiera sabido de antes te lo hubiera dicho- me aseguró fijando sus ojos celestes en mí y quería matarla, pero me contuve

Él y Yo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora