Aliados

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Desde que me explico lo que debía hacer las cosas para mí mejoraron notoriamente, pasaba mis horas libres leyendo sobre esos objetos para luego reunirme con él e intentar arreglar ese armario, pero no era tan sencillo como quisimos creer, casi siempre terminábamos sentados frente al armario sin saber que más hacerle o en su defecto recorriendo la sala de menesteres ya que ningún libro daba información suficiente como para saber su funcionalidad, realmente actuábamos al azar esperando tener suerte y lograr un avance, pero fueron muchas las noches dedicadas a solo experimentar; volvíamos a las mazmorras cuando el sueño ya nos vencía o nos dábamos por vencidos e increíblemente ninguna de esas veces nos descubrieron, me gustaba la adrenalina que corría por mis venas cada vez que Draco me retenía para escondernos tras una columna o cambiar de pasillo para evadir a los otros prefectos y pese a que ahora todo era normal no podía evitar sentir que Draco no había vuelto a ser el mismo y eso me inquietaba

-Comienzo a preguntarme si siempre has sido tan serio- le dije uno de los días en que llegamos a la sala común y ninguno de los dos queríamos irnos a su respectiva habitación- es eso o algo tiene que preocuparte mucho- admití sentándome en el brazar del sillón en que él estaba

-No sé de lo que me hablas- tuve por respuesta y rodé los ojos- ¿molesta?- me preguntó con burla viéndome rápidamente- ideas tuyas únicamente- acusó con calma rozándome la cintura

-Tendré que creerte- renegué con puchero cambiando de sitio sentándomele en las piernas- asegúrame que de verdad no pasa nada- le pedí y eso hizo- solo eso quería escuchar- susurré viendo el fuego que teníamos ante nosotros

-Tu mente es un peligro- comentó a los segundos de habernos callado- imagina cosas donde no las hay, es un milagro que sigas cuerda o no vivas de angustia en angustia- me dijo sin más y afirmé dándole la razón, era una exagerada pero al menos no era apropósito- procura tomarte este año con más calma- me pidió frunciendo el ceño

-¿Qué tiene de especial este año?- pregunté y no obtuve respuesta distinta a un "nada" que no creí- como digas- fingí y me quedé viéndole, definitivamente había algo más que no me quería decir pero ya averiguaría que era- por cierto... ¿Pansy y tú aún se hablan?

-¿Qué tiene eso que ver?- me preguntó extrañado y finalmente me negó- no sé si quiere que aun hablemos pero tiene un temperamento explosivo, no pienso arriesgarme tan fácil a una histeria suya- me explicó con una sonrisa casi melancólica en su rostro y eso me hizo sentir culpable, mordí mi labio logrando que me mirara y jugué con su cabello en un dilema existencial- habla de una buena vez o vas a morderlo hasta que te salga sangre- me dijo chasqueando sus dedos frente a mi cara, al parecer llevaba leves segundos rozando el aire porque había apartado la cabeza de mi roce a su cabello

-Estaba pensando... no lo sé, sabes que la detesto ¿cierto?- le pregunté y afirmó con una expresión divertida en el rostro- no me mires así, lo digo enserio, no sé cómo pudiste tolerarla seis años- aseguré y subió los hombros como si solo hubiera pasado- es que ellos siguen siendo tus amigos, incluida ella- planteé con tirria de solo nombrarla, le escuché una corta risa hacia mi desprecio por Parkinson pero continué- he notado que les dejaste de hablar y pues... no es justo- dije finalmente no muy segura de lo que acababa de decir, volví la vista hacia él para encontrarlo apoyado en el brazar del asiento escuchándome como si nada más importara

-Tienes tanto ego- fue lo único que me dijo extrañándome ese comentario, hice un ademán con la mano para que siguiera hablando y eso hizo- no eres el motivo por el que deje de hablarles, vemos clases distintas y en este momento no me son útiles, tampoco estoy en el equipo de quidditch así que definitivamente con Zabini no me veo, Crabbe y Goyle siguen siendo los mismos, en algún momento les encontraré utilidad y en cuanto a Pansy...- le escuché exhalar con pesadez y si de honestidad se trata mi corazón se detuvo cuando su mirada se opacó- no miento al decirte que prefiero evitar su venganza, una histeria suya es de temer, no como las tuyas que son tan... ¿adorables?- dudó intentando definir mi furia y eso me indignó

Él y Yo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora