Eso que se supone era mi amiga no volvió a hablarme por días, pero tampoco me importó, yo había dicho la verdad, si no le gustó escucharlo no era problema mío, porque para empezar, no tenía derecho a decirme perra, aun así, esa noche me desvele viendo el techo, lo que fue una verdadera estupidez, el día siguiente tenía clases todo el día y deberes que hacer y ante mi desvelo, terminé casi a las seis de la tarde, estaba cansada, con sueño y lo único que quería hacer era dormir, sin embargo, debía esperar a la hora de la cena, comer algo y luego si podría dormir cuanto quisiera, pero estaba ¡realmente cansada!
De no ocuparme en algo me quedaría dormida de solo esperar que dieran las siete, así que de camino a mi casa fui a la biblioteca por un libro de pociones y de ahí, iba a la sala común para descansar como era debido tras un día pesado; pero en cuanto crucé la puerta, vi que todos fijaron su mirada en mí. Disimuladamente miré hacia atrás con la esperanza que miraran algo más, pero no, en la entrada a la casa de Slytherin solo estaba yo, los miré con disgusto y todos dejaron de verme, así estaba mucho mejor, avancé hacia el sillón frente a la ventana y abrí el libro que traía conmigo para empezar a leer las pociones que haríamos después de navidad.
Escuchaba murmullos y no podía evitar sentir que eran por mí, pero no les prestaría atención, si tenía la suerte de ver a Nott le preguntaría ¿Qué había pasado para tanto bullicio? Del resto me negaba a hablarles a las personas de mi propia casa. Leí con calma y por ratos ni siquiera entendía lo que acababa de leer o se me cerraban los ojos por segundos, sin embargo cuando por fin me estaba durmiendo la carcajada burlesca de Parkinson me despertó
Me incorporé en el sillón, vi la hora, ya podía bajar a comer algo, así que dejé el libro a un lado y fui al gran comedor donde seguía sintiendo que todo Slytherin me observaba con insistencia y en otra situación me habría sentido arrogante por ello, pero parecía como si hubiese hecho algo perverso y todos me repudiaran por ello. ¿Qué había hecho? Intenté recordar, pero era inocente de toda posible acusación, busqué el cabello rubio de Daphne y me senté junto a ella quien me dio un rápido y frio vistazo sin hablarme
-¿Sabes si ocurre algo?- le pregunté tras tragar un pedazo de pavo en salsa de mora que tanto me gustaba
-Pasó lo que tenía que pasar- obtuve como respuesta mientras ella sostenía la mirada hacia enfrente sin ver algo específico, solo evitándome
-¿Qué fue aquello tan... importante?- me animé a preguntar y me miró furiosa dejándome más confundida aun
-Deja de hacer, lo que sea que estés haciendo Astoria- me advirtió en voz baja y su tono de voz me indignó- no es bueno, así que ya basta- me regaño sin saber porque, así que tuve que reclamar pero ante su mirada de disgusto honestamente me acobardé, fruncí el ceño y con toda la valentía que tenía, logré decir una sola cosa
-Para que sepas, no sé de lo que me estás hablando... ojala te quede claro- aseguré tragando en seco el ultimo bocado que pude comer, me puse en pie y salí del gran comedor a largas zancadas
Mi cansancio despareció, estaba indignada y muy molesta con Daphne, llegue a la sala común a caminar de un lado a otro queriendo hechizarla, atacarla o algo, nadie me regañaba sin motivo, es más, nadie me regañaba y mucho menos en público, no me importa que nadie se diera cuenta de su regaño, seguíamos en un lugar concurrido.
¿Qué se creía Daphne? Solo era mi hermana, no uno de mis padres como para hacer tal cosa, yo jamás me meto en sus cosas, no tiene derecho tan siquiera a decirme algo y mucho menos sin motivos. Bufé molesta procurando tranquilizarme, pero no funcionaba, saque mi varita y apunté a un cojín que estaba en el sofá de enfrente lanzándole un expulso y cuando estaba en el aire, lancé un bombarda viéndolo explotar en cientos y miles de pedazos, sonreí complacida y justo cuando me sentí en paz por haber descargado mi enojo, alguien me llamó completamente iracundo
-¡GREENGRASS!- escuché el grito girando a ver quién me llamaba- ¿te he hecho algo, maldita bruja?- me preguntó Malfoy terminando de entrar a la sala común logrando hacer que retrocediera inconscientemente
-No que yo sepa- admití sin entender que pasaba este día, no había hecho nada, pero al parecer me culpaban de algo
-Escúchame bien Greengrass- terminó por decirme con su mirada fija en mí irradiando el más puro odio pese a que su voz sonaba ya frívola, siniestra, pero no furiosa- si tu hermana vuelve alguna vez a tan siquiera atreverse a gritarme tendrás que ir a su funeral- me amenazó... o más bien a Daphne, pero al parecer por mi culpa, retuve la respiración unos segundos como si hubiera colapsado, pero por suerte para mí duró poco
-Yo le digo- logré articular aun confundida, indignada e incluso asustada- pero ahora sí, Malfoy- dije tras unos segundos en que mis otros sentimientos desaparecieron dejando únicamente el enojo- ni se te vuelva a ocurrir hablarme así y mucho menos si no sé porque estás usando ese tono conmigo- le expliqué empujándolo repetidas veces en reproche, algo fue a decir, pero no quería oírlo- ¡aun no termino!- le reñí, me empujo para apartarme de él y se irguió logrando hacer que me sintiera pequeña, levanté la mirada aun así- Escucha, que haya pasado con mi hermana, no lo sé, no me importaba pero si me están culpando de algo, quiero saber que es, así que ¿Por qué no más bien me dices que pasó?- le pedí tras resoplar esforzándome por no caer en un ataque de histeria
Pasamos la mano por nuestro cabello al mismo tiempo, él con una mueca de odio y yo con un gesto de disgusto, pero una vez más volvimos a vernos con tal frialdad que podríamos congelar la sala común, zapateé un par de veces esperando que Malfoy se dignara a hablar a lo que él arqueó la ceja y levantó el mentón con arrogancia odiándome tanto como podía
-Enserio no tengo idea de lo que ocurrió- dije entre dientes viendo hacia otra parte casi indignada con las manos en la cintura- ¿Qué hizo Daphne? Y ¿Por qué me culpas a mí?
-Porque su adorable reclamó en grito era un legítimo "Maldito Malfoy no sé qué planeas, pero aléjate de mi hermana" ¡eso es fácil, mírate!- me dijo haciendo que fuera yo, quien lo quisiera golpear- escucha, porque me lo dijo no me importa, que estupideces crucen tu mente como para asustar a tu hermana no es problema mío, pero o la pones en su sitio y te comportas o puedes irte despidiendo de tu hermana- volvió a amenazarnos
Cuanto disfruté acercándome hasta quedar a pocos centímetros suyos, quisiera ser más alta para quedar cara a cara con él, pero igual levanté el rostro y la mirada tomándolo de la barbilla para hacerlo bajar la cabeza encontrándose nuestras miradas
-Lo que tengas que decirle a Daphne, ve y díselo, yo no sé porque te dijo eso, ni siquiera me interesa tener algo que ver contigo- le expliqué con falsa diplomacia- no soy tu lechuza, no le daré tu recado, sabes dónde encontrarla, incluso comparte habitación con "tu super amiguita"- le aclaré con voz melosa la última parte antes apartarme de él- si vuelves a hablarme así, sabrás que Daphne es una dulzura comparada conmigo- advertí retirándome para irme a las habitaciones
-Eso ya lo sé, todo en Hogwarts es más dulce que tú, pequeña embustera- me dijo con tono burlón, pero por más que quise devolverme y golpearlo, no lo hice- curioso que tu hermana viniera a mí asustada porque te hayas enamorado- ironizó y eso si me forzó a volver
Giré sobre mi eje y regresé con él ofreciéndole un negocio, la información lo más detallada posible por dinero. No sé Daphne de dónde sacó esa idea, pero de donde haya sido, era falsa y ya que Malfoy era alguien tan vilmente interesado, no tuvo problema en ponerme al tanto. Así que cada quien en un sillón de la sala común, supe el rumor que se había esparcido por la casa de Slytherin donde supuesta y falsamente yo estaba enamorada de él
Casi me da algo, ¡casi me vuelvo muggle de escuchar semejante mentira! pero aproveche para aclararle que era falso, no me creyó, principalmente porque él había leído lo que yo había anotado en mi libreta, eso si que fue vergonzoso, pero para demostrarle que no mentía, usé mi más convincente argumento al decirle que no era yo la que parecía fanática desquiciada cuando lo veía, sino... ni siquiera alcancé a decir su nombre, ¡esa perra había empezado todo esto!
-Me tengo que ir, Malfoy- le dije empuñando mi varita mientras me quitaba del sofá para ir tras esa rastrera bruja que en venganza a mis palabras había ido a envenenar a Daphne y posiblemente hablarle a Malfoy confesando todo lo que ella hubiera querido decirle, pero a mi nombre, me las pagaría, había arruinado mi investigación, se había metido conmigo y eso no iba a ser ignorado

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Él y Yo [Completa]
Fiksi PenggemarAstoria Greengrass nos cuenta desde su tercer año la relación con Draco Malfoy. Desde el comienzo de sus interacciones, hasta el momento en que se vuelve la señora Malfoy. Acompañala en este camino de recuerdos. Historia también subida en potterfic...