Sobreprotegida

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Desde ese día no volví a hablarle a la bruja esa, pero tampoco me pude vengar colgándola de la torre de astronomía como quería, ni siquiera quemarle las faldas del uniforme o cualquier posible venganza que pudiera maquinar; porque de camino al gran comedor donde seguro aun estaría ella, Daphne me retuvo

Forcejeé para soltarme, pero no lo logré, ella solo me tomó de los hombros para que dejara de intentar liberarme y me miró a los ojos sin expresión alguna, usó toda la autoridad que como hermana mayor tenía y no me dejo desquitarme de la mentirosa bruja, "No sé qué planeas pero olvídalo"  me ordenó con tal frivolidad que me congelo tanto que no pude decir o hacer algo y así de fácil, mi hermana le había salvado el pellejo a la mestiza esa, pero aquello solo era el comienzo de todo, como si no me bastara con tener clases y tener por compañera a la única bruja que quería golpear cada vez que veía su rostro y su sonrisa de burla, tenía que tolerar a mi hermana haciéndome sentir una bebé.

¡Estaba insoportable! Le faltaba poco para darme la comida y si eso llegaba a ocurrir sabría que había tocado fondo, no podía llegar a tanto, pero las únicas horas que pasaba lejos de Daphne era cuando alguna de las dos tenía clases.

Día tras día quería huir del colegio y volver a casa o simplemente alejarme del colegio con tal de no tenerla controlando cada segundo de mi vida... sin embargo la protección innecesaria de mi hermana aun no llegaba a su clímax, hasta la fecha únicamente se la pasaba conmigo quisiera o no, no importaba si decidía no hablarle por horas, ahí seguía, casi siempre cepillando mi cabello en silencio viendo por la ventana o tarareando alguna canción... o en su defecto, si definitivamente no estaba de humor para cepillar su cabello o ella el mío, simplemente se recostaba en la cama a verme leer el libro de pociones que aún no lograba terminar porque siempre algo interrumpía. Aunque siendo justa, jamás habíamos sido tan unidas como lo éramos ahora por su capricho pero era agradable, cuando no estaba advirtiéndome que no me acercara a Malfoy o simplemente riñendo por sus cuidados... sin embargo aquella calma duró poco.

Todo fue cuando terminaba el mes de octubre, estaba feliz tras haber sido tomada como referencia por Snape para regañar a varios estudiantes de Hufflepuff que fallaron en sus pociones, sus palabras exactas habían sido "es obvio que no todos deberían estar en esta aula, pocos logran tener habilidad para las pociones y ustedes no son uno de ellos, ¡Greengrass! enséñele a sus compañeros como deben hacerse las cosas y lo que es tener talento, los demás, sigan en la poción" me había sentido la bruja más poderosa de todas, el mismísimo Severus Snape había dicho delante de la clase que tenía talento, les expliqué con arrogancia a los Hufflepuff que oficialmente me odiaban como es que debían hacer la poción y cuando terminé me crucé de brazos y volví a mi puesto a esperar que calificara mi poción siendo la primera en acabar, saqué un impecable diez y parecía ser mi día perfecto, avance hacia el gran comedor y en cuanto entré vi a Daphne, me senté lejos suyo pero ella vino a sentarse a mi lado haciéndome rechinar los dientes

-No hagas así, es irritante- me regañó en voz baja haciendo que la mirara automáticamente disgustada- necesito decirte algo Asti- me dijo tranquilamente mientras comía elegantemente un bocado de pavo- hablé con Snape- narró con calma- y no se opone a que te acompañe a esas clasecitas en las que te metiste, iré de acompañante claro está pero no le vio problema- me explicó comiendo como si habláramos del clima o cualquier cosa sin motivo- ¡Ay por favor Asti! Quita la expresión de tragedia de tu rostro solo es una clase

-¡No!- le grité y acomode mi cabello esforzándome por calmarme- no es solo por la clase, es por tu intromisión, esas clases son mías, ¡no nuestras! Además ni siquiera te importa ¿Por qué ir?- le exigí frustrada de saber que ya había hablado con Snape para meterse en mis cosas

-¿Solo por una clase?- preguntó indiferente- eres una dramática, deberías agradecer que yo propusiera eso, la orden real es que dejaras las clases particulares- me contó y más furia sentí- me ofrecí a pasar mis tardes escuchando a Snape hablar sobre pociones para que no tuvieras que dejarlas, eso es más tortura para mí que para ti, así que no te quejes- me dijo finalmente seria- yo ni siquiera lo disfrutaré, tú al menos estarás haciendo lo que te gusta- me explicó volviendo a comer el pavo

Él y Yo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora