Fue un año tan diferente, no aprendíamos magia, lo que me hacía cuestionarme entonces ¿Qué nos diferenciaba de los muggles? Leíamos, estudiábamos y teníamos varita de adorno, como si estuviéramos disfrazados de brujas y magos lo cual era humillante, pero eran las órdenes del ministerio y prefería cumplirlas, aunque al igual que muchos otros estudiantes nos preguntábamos el ¿por qué? Pero no fue raro precisamente por esos cambios tan drásticos que mi cuarto año fue tan memorable, sino por Selin. Sí, esa bruja llegó a mi habitación para poner mi mundo de cabeza y cuando menos pensé ni yo misma me reconocería, era un milagro que después de las primeras semanas emparejándome con cuanto mago conociera buscándome alguien que encajara en mi vida jamás hubiera hecho un comentario sobre Malfoy, pero era algo que yo, le agradecía, sin embargo mi dicha duró poco, septiembre era uno de mis meses favoritos, no era tan frio como diciembre pero si era fresco, tampoco llovía como en octubre así que era simplemente perfecto y estaba en una de esas agradables mañana cuando todo empezó; abracé mi almohada negándome a despertar pero algo me picaba en la nariz logrando hacerme abrir los ojos para encontrarla de cuclillas a mi lado entretenida pasándome una pluma por la nariz
-Que fastidiosa eres- le aseguré girándome para clavar mi cara sobre la almohada
-No podía esperar que quisieras despertarte, tenemos prisa- me dijo sacudiéndome para que le prestara atención, me gire a verla aun sin terminarme de despertar- luego vuelves a los sueños húmedos por ahora debemos ir al partido
-No me gusta, ve tú- le dije volviendo a abrazar mi almohada pero como táctica de presión se me tiró encima- quítate- le pedí empujándola pero no pude ni siquiera hacerla a un lado
-No pienso quitarme hasta que aceptes que iremos, debemos conocer chicos, a ellos les gusta el quidditch y vendrás conmigo- me chantajeó y sonreí con burla
-Perfecto, quédate ahí, estas tibia, bien serías una perfecta almohada- le aseguré sin soltar mi almohada ni mostrar ganas de ir
-¡Camina vaga! Pucey irá, me lo presentarás y volveremos si es que tanto quieres dormir- insistió halándome del brazo y finalmente accedí, seguiría insistiendo de no aceptar, podía deducirlo y era mejor presentárselo para volver
Saqué la ropa que me pondría y cada prenda que ponía en mi cama ella la guardaba de nuevo en el baúl como si se negara a dejarme salir con algo de eso puesto, la miré con apatía y comenzando a irritarme le pregunté si era mejor que no llevara nada puesto a lo que solo soltó a reír dejándome en paz para irse a arreglar, no sin antes recordarme que me pusiera algo que resaltara, estaba loca, que se le iba a hacer, pero en dos semanas al menos me había acostumbrado rápido a su demencia; al final iba con un pantalón ceñido, una blusa de tirantes que se ocultaba bajo la chaqueta purpura, cabello suelto y botas negras a los tobillos, para mí era una buena vestimenta pero Selin opinaba distinto y solo para que se notara que equipo apoyábamos enredó en mi cuello la bufanda de Slytherin lo cual era innecesario pero por su culpa cambié de chaqueta, ¡por Merlín purpura y verde no combinan! pero pese a que según yo, no nos íbamos a demorar, al final vimos todo el partido porque cuando llegamos los equipos ya estaban en la cancha y no hubo oportunidad de presentarle a Pucey.
No entendía ese juego, no me importaba entenderlo, me era aburridor y burdo, aunque la velocidad a la que volaban si era emocionante o al menos para mí lo fue, era el primer partido que veía, siempre había intentado evitar estos eventos, era de esas que se quedaba en el castillo haciendo otras cosas más entretenidas pero sentir el choque de la ráfaga de viento contra mi rostro cada vez que alguno de ellos volaba cerca de nosotros era emocionante, los gritos de los otros espectadores aturdían pero se sentía tanta alegría que por momentos era contagiosa, Selin por otra parte le faltaba poco para saltar al campo para animarnos a todos, gritaba, saltaba, abrazaba al mago que estaba a su lado y desde la tribuna les gritaba cada vez que se equivocaban, pero como ellas habían más, de hecho casi todos actuaban similar y tengo la leve sospecha que si yo sobresalía entre ellos era precisamente por ser la única observadora que no parecía demente. Para mi sorpresa en uno de los momentos volaba por cerca de nosotros Goyle quien golpeó alguna de esas bolas, una vez el impacto del golpe se escuchó giró para volver a su lugar pero se detuvo en seco mirando hacia la tribuna, parecía asombrado y desvió su camino hacia donde estaba Crabbe, al parecer fui la única que percibió aquello, todos los demás solo seguían a los jugadores que tuvieran acción con alguna de las pelotas, ellos dos hablaron unos segundos y se separaron de nuevo, Crabbe voló hacia los lados en donde se encontraba Pucey, algún Ravenclaw y Malfoy que se pelaban por atrapar la pequeña esfera dorada.
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Él y Yo [Completa]
FanfictionAstoria Greengrass nos cuenta desde su tercer año la relación con Draco Malfoy. Desde el comienzo de sus interacciones, hasta el momento en que se vuelve la señora Malfoy. Acompañala en este camino de recuerdos. Historia también subida en potterfic...