Se llegó él día.
Yo me acomodaba mi moño azul que llevaba en la camisa, me abotonaba mi esmoquin y me miraba en él espejo.
"Hoy será él día más felíz de tu vida" pensaba en voz alta.
"Hoy da tu mejor sonrisa" "no digas no" me dije muchas veces mientras veía mi cara de insatisfecho.
Recordé mis antiguos pensamientos, pensaba que no debía ser alguien que no era sólo para quedar bien con los demás, y mírenme ahora, estoy apunto de casarme con alguien que no quiero para no decepcionar a personas que probablemente no me aceptarían si les dijiera quien en realidad soy.
Tal vez papá siempre tuvo razón.
Ésta es la vida que me tocó vivir, reprimir mi felicidad por ver felíz a Fernanda, por ver sana a mi mamá, por seguir siendo amigo de todos.
Me fui a la iglesia, estaba tratando de pensar lo más positivo posible.
Cuando llegué estaban todos mis amigos allí.
Estaban incluso mis amigos con los que iba a los bares, claro ellos no dirían nada sobre eso.
-hola Shawn, que lástima que te hayas hecho hetero- dijo sarcástico uno de ellos tomando mi hombro.
-ya sabes, es lo que pasa cuando nadie homo te quiere -bromeaba con él.
-te ves muy animado amigo, no creo que sea tan malo- dijo felíz.
-¿ésto nos deparará a todos?-bromeó otro.
-tal vez, venga Jessie e interrumpa la boda, lo siento en mi sentido gay- exclamó uno de ellos.
Eso me puso pensativo.
-no debí decirlo lo siento, suerte amigo- dijo apenado.
Caminé hacia otros invitados.
Estaba felíz, de ver tanta gente que me quería junta, decidí entrar antes de que llegara Fernanda , para despejar un poco mi mente.
En eso se acercó a mí mi maestra del coro.
-hola Shawn, me alegro tanto que hayan arreglado sus problemas- me sonrió.
-gracias maestra, no está nerviosa por cantar a unos pocos minutos?dije sonriendo.
-¿no estás nervioso tú por casarte en unos cuántos minutos?- dijo sonriendo también.
Entonces llegó mi mamá y ma tomó de la espalda. Estaba sonriendo.
-si cambias de opinión corre , corre de una vez, yo te cubro- dijo positiva.
-¿por qué lo dices mamá?- me sentía confundido.
- sólo te apoyo en lo que decidas hacer, te conozco y sé que no quieres casarte con ella- dijo con una mirada amorosa.
-mamá debiste decirlo antes, ya es tarde- dije negativo.
-nunca es tarde si se trata de la felicidad de mi querido hijo- exclamó - ¡vámonos ahora!
Entonces me tomó del brazo y caminamos hacia la entrada, dispuestos a irnos sin que nadie se diera cuenta, y librarme de ésta boda de pesadilla.
Estaba tan felíz de que mi mamá me apoyara, hasta que llegamos a la puerta y vimos como llegaba Fernanda.
Ya era tarde en verdad.
Comenzó la boda.
La maestra cantaba para que lentamente , Fernanda entrara junto a su papá, empezaron a entrar todos los demás ;padrinos y todo eso.
Yo estaba sonriente, me gustaba sonreír.
En realidad se veía muy preciosa, tan preciosa.
Pero la belleza no es lo suficiente para ser felíz.
Empezó la ceremonia.
Fernanda quería decir sus propios votos pero no lo permití, habíamos acordado que los votos los daría él padre que nos casara, ¿qué podría decirle a alguien que no amo?
Se acercaba la hora de decir él "acepto"
Ella estaba muy felíz, su sonrisa de oreja a oreja, sus ojos brillosos.
Yo no pensaba muy bien en ese momento.
Pensaba en que alguien detendría la boda, me sentía con suerte.
-Fernanda, aceptas a Shawn como tu legítimo esposo en las buenas y las malas , en la adversidad, en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?- preguntó él padre.
-acepto- Fernanda tardó porque estaba muy emocionada.
-Shawn aceptas a Fernanda en las buenas y en las malas, en la adversidad, en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?- dijo lentamente él padre.
-acept...
-¡Alto! Tengo una buena razón para que ellos dos no se casen- gritó alguien en la entrada de la iglesia.