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Ya había pasado casi una semana , cada vez se acercaba más él día en que Fernanda dejaría de guardar mi secreto.

Entonces me armé de valor, y fui a buscar a Jessie.
Después de todo, el me había dejado a mí , él me lastimó a mí.

Se que le fallé pero estoy dispuesto a volver a preguntarle si aún siente algo por mí, y si el ya está con alguien más; aceptaré mi vida infeliz junto a Fernanda.

Que irónico, al principio de ésta historia les dije que ella era él amor de mi vida, ya no lo veo así; más que nada la veo como el horror de mi vida.

Incluso si amas demasiado a alguien, no puedes obligarlo a que se quede en tu vida.

Mucho menos chantajearlo, me sorprendió que esperara tanto para hacerlo, pensé que mentiría diciendo que estaba embarazada o algo así.

Estaba pensando en marcarle y decírselo por llamada, pero creo que esto que iba a preguntarle se responde mejor mirándonos a los ojos ,él uno al otro.

Él vería que estoy arrepentido, y yo vería que aún me ama.

Llegué a su casa, toqué el timbre y puse mis manos en mis bolsillos, realmente estaba nervioso.
Estaba temblando.

Él abrió la puerta.
Se quedó todo en silencio durante unos segundos.
Hasta que por fin, pude dejar de admirarlo y sonreí lo mejor que pude.

-¿podemos platicar un poco? Necesito en verdad hablar contigo, si no puedes lo entenderé- dije sonriendo y él no respondía nada.

-claro, hablemos- cerró lentamente la puerta y salió.

-bueno, es que estoy en un dilema, verás Fernanda sabe ahora que soy gay y me está chantajeando con que le dirá a todos lo que soy- dije triste.

-que mal , ¿Qué te pide a cambio?- preguntó serio.

-que me case con ella.

-¿y a qué viniste si ya te casarás?- preguntó mirándome con odio.

-no he decidido, antes de decidir quería hablar contigo. No estoy listo para salir del clóset pero por ti lo haré. Lo haré sólo si decides quedarte conmigo. Arreglar nuestros problemas.
Sabes que aún te amo, que nadie ni nada ni ninguna circunstancia ha podido sacarte de mi cabeza- dije lo más sincero que pude.

Él no decía nada de nuevo, se veía pensativo.

-te extraño demasiado Jessie, eres lo mejor de la basura de vida que he llevado hasta ahora, me hiciste ver la salida a todos mis problemas cuando apareciste y me diste tu sonrisa- exclamé con lágrimas en los ojos.

-no lo se, Shawn acabas de terminar una relación , no soy tonto si me enteré- contestó seco.

-te quiero a ti, sólo a ti.
No aguantaba la soledad, más bien, no aguantaba estar sin ti.
Dime algo Jessie, ¿ya no me amas?
Vine hasta acá para saberlo, para que vieras lo arrepentido que estoy y que vieras que aún tengo esperanza en que ésto funcionará- terminé.

-Shawn, estoy con alguien más,vete a casa ya- contestó triste y se dispuso a  meterse a su casa de nuevo.

-antes de irme, quiero que tengas esto- dije dándole la carta que le había escrito meses atrás- adiós Jessie espero no haberte molestado, fue bueno verte por última vez, prometo dejar de molestar - dije sonriendo aunque por dentro estaba triste , muy triste.

Al menos me alegraba que él si pudiera ser felíz, aunque no fuera conmigo.

Ésta vez ya sabía que hacer.

Lo siento pero soy gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora