Entonces por fin volví a hablar con Amy, resulta que después de dos meses recordó que tenía mi suéter, me dio un poco de risa así que no me sentí enojado ni nada por él estilo.
Comenzamos a platicar y me dio su número pues era peligroso hablar en clases pues mi novia lo podía mal interpretar.
Me contó muchas cosas sobre ella que no imaginaba, como que nunca le habla a nadie del salón, que hay un chico que le gusta demasiado pero no la quiere, le he pedido que me diga quién es ese afortunado y jamás lo dice.
Entonces, llegó un momento realmente extraño, me platicó que si hermano era gay, que él podía identificar a un gay sólo con verlo y cosas así.
Me invitó a su casa a charlar un rato y me sentí un poco raro, pero acepté;siempre y cuando Fernanda no lo supiera por ninguna circunstancia.