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Estábamos en él auditorio y me senté a un lado de Amy, ella se sonrojó y buscó con la mirada un nuevo lugar donde sentarse lejos de mí, reí porque lo supe y no lo encontró.

-¿Amy qué pasa ya no somos amigos? Solíamos ser buenos amigos ¿recuerdas?- le dije sonriendo.

-esa noche, me avergüenzo... perdón no quería hacerlo- respondió seria bajando la mirada.

- yo te entiendo , yo hice cosas peores ebrio- acaricie su cabello.

- no lo creo, yo te declaré mi amor y luego te besé y me dormí- ahora rió -nunca había tomado quería que me vieras cool.

-¿A si? A mí ya me parecías cool, y una niña tierna y dulce- seguí con la sonrisa.

-gracias - me abrazó suponiendo que ya estaba soltero.

-Ah, y mi mamá fue por mí una vez a una fiesta, estaba tan borracho que tuvo que sacarme arrastrando de los cabellos- dije y ella comenzó a carcajear fuerte.

Llamó la atención de Fernanda, quién volteó con gesto de enojo.

-en fin, no entiendo la tarea de matemáticas¿ crees que pueda ir a tu casa y la podamos hacer juntos?- era obvio que la entendía pero era la excusa perfecta.

-mm, no podría lo siento, mi hermano tuvo un accidente e iré al hospital a verlo- dijo bostezando.

-no lo creo, ¿qué le pasó?- pregunté sorprendido.

-en su auto, chocó contra un poste regreso a casa de una fiesta- respondió triste.

-¿y quién te llevará? ¿tus papás?- dije exaltado.

-no, estarán trabajando iré en autobus.

-yo te llevo, tu hermano fue muy bueno conmigo y eso me dice que es una buena persona, es lo menos que puedo hacer por ustedes- dije convencido.

-te lo agradezco tanto, te quiero demasiado- me abrazó con mucho amor.

-te quiero también.

Lo siento pero soy gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora