SECRETO DE LUNA LLENA🌙 ©

Capítulo 1 "Sentimiento"

La manada Lee, era reconocida por ser una de las más grandes y poderosas, poseedores de grandes terrenos fuera de la ciudad, hoteles y cadenas de restaurantes los cuales formaban el magnífico imperio. Pero lo que más amaba la familia principal era cuando el otoño llegaba, donde abandonaban sus trabajos por al menos cuatro o cinco semanas y corrían a la naturaleza. 

Ellos viajaban al menos tres o cuatro horas para llegar, pero valía totalmente la pena porque al comenzar el viaje fuera de la ciudad, era como entrar a un nuevo mundo, mágico y natural, se apreciaban las montañas con nieve en las cimas, enormes pinos fuertes y frondosos que emanaban olor a madera por sus grandes troncos decorando los dos costados de la carretera, y lo mas hermoso, el lago, un agua cristalina que con solo asomarse para visualizar la superficie se podía ver el reflejo de uno mismo in problema. Después de que la limusina saliera de la carretera y se perdiera en un camino entre los árboles al fin se llegó a un enorme puente, pasaron por ahí hasta que finalmente se estacionaron frente a una enorme mansión, la cual estaba acompañada de otra del lado izquierdo.

Hakyeon se bajó rápidamente del vehículo para poder abrir la segunda puerta de la limusina.
Un hombre joven, con un porte elegante pero juvenil, cabello chocolate y piel blanca bajó con elegancia, llamando la atención de las sirvientas y mayordomos que esperaban afuera, formados cerca de la enorme entrada de la magnifica mansión.

N— Hemos llegado HongBin, bienvenido. — habló el moreno mientras se hacía a un lado para que el joven alfa pasara. 

HB— Gracias HakYeon, espero no te moleste que haya insistido en que vinieras. — se apenó el joven alfa, había hecho casi un berrinche por querer tener a HakYeon a su lado, al menos por dos días. Ambos subieron por los escalones recibiendo reverencias de respeto. Después ingresaron a la casa de verano. 

N— Su padre lo está esperando en el comedor justo ahora — le avisó Yeon mientras miraba su tableta. HongBin lo miró confundido. Se suponía que él llegaría primero. 

HB— Pensé que llegaría después — dijo confundido. 

N— Ese era el plan, pero él quiere hablar contigo mientras cenan — empujó a HongBin en dirección al comedor, el menor se resignó de hacer más preguntas y solo llegó hasta la mesa donde varios platillos lo esperaban, su padre ya cenaba mientras leía el periódico y al percatarse de su presencia le invitó a sentarse también. Al pasar el tiempo HongBin solo pudo mirar como el sol poco a poco desaparecía tras las enormes montañas, un cálido viento visitaba toda la casa y fuera de ella, anunciando que poco después la luna con su frío manto aparecería.

— Mañana tendrás que acompañarme a visitar todas las tierras — rompió el silencio, captando la atención de su joven hijo — Como próximo alfa debes de conocer todo el entorno que estará a tu cargo — HongBin asintió a las palabras de su padre y suspiró. 

HB— Me gustaría que me hablaras de la manada tras de la montaña — señaló con el tenedor hacia el horizonte que se dibujaba tras el ventanal. — la mencionas mucho cuando estás con mi madre, parece ser muy importante — 

— Y lo es. La manada Han, HongBin — su mirada se desvió hacia la carne de su plato para poder cortar un pedazo y llevárselo a la boca. 

HB— Entonces supongo que están dentro de nuestros territorios... — el mayor dejó los cubiertos en el plato y tomó la servilleta para limpiar sus comisuras. 

— Sí, Han es un gran y viejo amigo, me ha ayudado mucho y yo solo le dejé el territorio dentro del nuestro, es algo que se debe respetar, ¿de acuerdo? —

HB— Entendido — HongBin dijo rápidamente.

El joven alfa siguió con su plato de cena, minutos después a pesar de que su padre había terminado e ido a descansar él se quedó ahí, mirando a lo lejos. Su lobo interior estaba inquieto, podía sentirlo, como si quisiera ir a buscar algo, correr por el campo verde y alejarse de aquellos muros que lo tenían atrapado.