SECRETO DE LUNA LLENA🌙 ©

Capítulo 32 "Ellos"

Todos los alfas y betas de ambas manadas estaban alrededor del pequeño pueblo, todos en silencio, habían obligado a los omegas y las omegas a quedarse con las crías dentro de las carpas, en cada una de ellas se quedaría un alfa o beta para vigilar. 

Hyuk caminaba de un lado a otro mientras su madre trataba de tranquilizarlo, pero el omega no podía, quería ver a su alfa.

M- Hyuk por favor hijo, calmate - sugirió - Debes esperar, todo saldrá bien - alentó.

H- Mamá, no puedo dejarlo solo - dijo

- No podemos hacer nada, son órdenes de tu padre - Dijo la omega Lee. 

Hyuk asintió y cuando pasó de regreso al lado de la mesa un mareo lo invadió por completo haciendo que perdiera un poco el equilibrio, alcanzó a sostenerse de la mesa con fuerza y eso asustó a Mei la cual se alteró y llegó hasta su lado.

M- Por dios Hyuk ¿Que te pasa mi amor? - preguntó - ¡Dime!

Hyuk lo había olvidado por completo, miró a su mamá un poco y luego sostuvo su vientre. Después miró a la madre de Hong Bin.  

H- Yo... Estoy esperando - confesó - Lo olvidé por completo - Mei se limitó a contestar pues la noticia le había caído como un balde de agua fría pero por otro lado estaba feliz, su hijo tendría más bebés. La señora Lee también se había quedado en silencio al escuchar la nueva noticia. 

M- Ven aquí - sostuvo al omega del brazo para guiarlo a la silla más cercana - Tienes que descansar Hyuk.

H- Tengo miedo - confesó, apenas terminó de decir su inconformidad un aullido terrorífico los asustó, eso significaba que estaban cerca.
Jaehwan había entrado a la carpa rápidamente y fue recibido por los brazos de Hyuk.

K- ¡Ellos están aquí... Por dios son horribles! - expresó asustado

H- ¿Acaso los viste? - preguntó curioso

K- Tienen unos ojos rojos como la sangre... Son enormes - informó

🌟🌙🌟

Hong Bin tragó en seco al mirar al horizonte, todos los alfas de ambas manadas y betas estaban en fila esperando la llegada de los enemigos, y entonces de entre la obscuridad los ojos rojos mas horribles que se hayan visto hicieron su apareción, los gruñidos también se escucharon, cada vez más cerca. 
Entonces las manadas se convirtieron en sus formas lobunas y también les contestaron con gruñidos.

- Hong Bin - llamó su padre - La yogular, el cuello es la clave - su voz salió temblando por el lazo consanguíneo que los unía.

HB- Lo sé padre, eso me lo enseñaste hace mucho tiempo

Hong Bin le dedicó una mirada a Won Sik el cuál enterraba sus patas en la tierra, y después su mirada regresó al frente. 
Los lobos negros de ojos rojos corrieron hacia ellos en una carrera para matar, los contrarios hicieron lo mismo, con tal de proteger su territorio pelearian hasta la muerte. 

Ambos clanes llegaron unos con otros comenzando la batalla, se escuchaban gruñidos y algunos aullidos de dolor, Hong Bin atacaba como nunca antes lo había hecho, enterrando los colmillos en el cuello tal como aprendió, tal como se lo había dicho su padre. Había sentido varios rasguños y mordidas en su cuerpo lobuno pero la adrenalina no dejaba que le dolieran al instante. 

Y cuando menos se lo esperó un lobo enorme se ablanzo contra él, le enseñó sus fauces para poder dominarlo pero Hong Bin se movió bruscamente logró levantarse, el contrario mordió su pata derecha trasera y lo jaló de regreso. Ahí el alfa de pelaje blanco se dio cuenta que ése  lobo era el de la vez pasada, el cual lo había atacado, y además hubo una cosa que no pudo pasar desapercibida pues el día que lo atacó eran muchos contra él y ese lobo escapó, además soltaba un aroma muy peculiar.

Tierra mojada

Era quién iba a matar a Hyuk aquella noche en el bar, ojos café claro y cabello castaño, el hombre misterioso que quería llevarse a Hyuk una noche a su cama y quizás el verdadero padre de GaeHyun. 

El lobo mordió a Hong Bin en el cuello y comenzó a apretar, por su parte el alfa blanco gruño y chilló por el dolor de sentir aquellas enormes fauces encajarse en su cuello.
Cerró sus ojos pensando en que no iba a salir vivo pero al hacerlo Hyuk y sus cachorros, incluyendo los que tenía el omega en su vientre lo hicieron recobrar las fuerzas, así que se levantó y con sus garras rasguño el hocico del lobo logrando que lo soltara por el ardor. 
Entonces un lobo rojizo enorme atacó al obscuro logrando derribarlo en el acto. 
Se trataba de SungJae, que había corrido mas de siete metros cuando vio a ese enorme lobo atacar al próximo alfa de la manada Lee. 

Hong Bin le asintió un par de veces y se dirigió al lobo negro con rapidez, se había colocado sobre él y mordió la yogular antes de que reaccionara, hizo demasiada presion que los huesos del enemigo crujieron al instante, el lobo negro rasguño con todas sus fuerzas el abdomen de Hong Bin logrando que lo soltara pero había sido demasiado tarde, el próximo alfa de la manada Lee había asesinado al líder de esa manada de enormes lobos negros. 
SungJae se convirtió en su forma humana y entonces Hong Bin también lo hizo, era el más ensangrentado de los dos, se volvió lentamente y cruzó miradas con SungJae, éste rápidamente caminó hacia el alfa y estiró sus brazos pues Hong Bin trató de dar un par de pasos pero sus piernas temblaron, no tenía nada de fuerza así que perdió el equilibrio logrando caer en los brazos del otro alfa.

SJ- ¡Alfa Lee! - gritó tratando de llamar al padre de Hong Bin, el hombre aún seguía luchando, pero por suerte ya eran menos lobos enemigos. Han fue el que escuchó el llamado de SungJae y corrió con todas sus fuerzas.

Hong Bin tosia leve, tenía la herida del cuello algo profunda, todo se estaba llenando de sangre y SungJae temía por la vida contraria. 

SJ- ¡Oye! No puedes hacerle esto a Hyuk - dijo, Hong Bin lo miró muy a penas sin decir nada. Se miraron un largo rato hasta que el alfa blanco comenzó a cerrar los ojos SungJae se asustó y abrazó a Hong Bin contra su pecho, nadie antes había estado en el lecho de muerte de esa manera, y temía, lo abrazó creyendo que la vida del alfa se quedaría ahí y al parecer logró algo, pues las heridas no profundas comenzaron a sanar.

HB- Que de esto no se entere nadie - alcanzó a decir antes de caer inconsciente.