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Isabelle se había acostumbrado ya a la presencia de Fred, le hacía gracia tenerlo a su lado, sobre todo cuando estaba cerca de los gemelos Scamander y este decía que su gemelo y él eran más apuestos. Lorcan al ser el más tímido era blanco de las constantes burlas del pelirrojo, Isabelle solía decirle que Lyssander era como él, todo un casanova, claro que el aludido se sentía algo ofendido, pero a la vez halagado.
Desde que el pelirrojo se adentró en la vida de Isabelle esta había dejado de ser atormentada constantemente por aquellas figuras negras, era como si cuando este estuviera cerca ellas decidieran no acercarse, las pocas que parecían a través la extraña protección que Fred le daba este se encargaba de que ella no las mirará y sólo prestará atención a sus comentarios o bromas, lo que para ella era un total alivio el no tener que ver eso, se sentía más tranquila, como si nada de eso estuviera pasando.
El único inconveniente que la chica tenía con el pelirrojo, era que este a veces era muy molesto, era un sábado por la mañana, la pelirroja se encontraba acurrucado entre sus sabanas, junto a su gato, había tenido una semana muy pesada y lo único que quería era dormir, debían pasar de las ocho, pues sus compañeras ya no estaban ahí y eso era una ventaja para que ella durmiera a gusto, al menos eso pensaba hacer pues cierto espíritu comenzó a picar la mejilla de la muchacha.
— Déjame dormir, Fred.
— No, prometiste que me llevarías a Hogsmeade.
— Ya no eres un niño —se volvió a quejar—, puedes ir solo.
— Eso no es posible, no puedo pasar más allá de los muros del colegio... —ella abrió los ojos y se removió recibiendo un maullido del animal en sus piernas, estiro su mano y acaricio el pelaje del gato.
— Pero me acompañas siempre al lago negro.
— Por alguna razón puedo salir solo si es contigo. —se encogió de hombros, Isabelle miró al chico y suspiró, se levantó de la cama con cuidado de no enojar a Demian y tomó sus cosas para irse a duchar.
— Te veré en la sala común —avisó—, ahora vete, voy a bañarme.
— Si estuviera vivo podría hacerte compañía. —comentó con su rostro lleno de picardía, la chica lo miró y este solo alzó sus manos en señal de rendición e inocencia y luego solo desaparecer.
El ser un espíritu a Fred le había causado gracia en un principio, pues él había imaginado que se convertiría en el nuevo fantasma de su casa, pero la noticia fue que nadie podía verlo a excepción de los fantasmas del colegio mismo, cuando Teddy Lupin entró al colegio este se pasaba a su lado, como si fuera su ángel de la guarda, solía cuidarlo de todo y así lo hacía con cada uno de sus familiares. Cuando el hijo de George entró se sintió feliz al saber que este llevaba su nombre, esperaba con todas sus ansias de que fuera igual un bromista de primera y no se equivocó, cuando James entró el descontrol se vio envuelto, McGonagall solía decir con mucha nostalgia que era como tener a los gemelos Weasley de vuelta en el castillo.
