Cap. 1

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La alarma sonó más temprano de lo usual, el cuerpo en la cama se removí gruñendo y tapando sus oídos con la almohada para no despertarse. Aún queria más tiempo de dormir, pero tenía escuela, aquella maldita escuela que lo tenía de muy mal humor. Apagó aquel aparato odioso responsable de su tan mal humor.

Se levantó con pesadez arrastrando los pies en dirección al baño mientras un bostezo se escapaba de sus labios. Tomó su ropa necesaria para meterse a bañar y poder despertar casi por completo, lo que más quería era seguir durmiendo. Se cambió rápidamente cuando de la nada, su estómago gruñó, enseguida bajó a comer algo.

Su madre se encontraba en la cocina sirviendo un poco de café en una taza, se acercó a la mesa y tomó una tostada mordiendola al instante.

–Buenos días– habló al ver que aún no se percataba de su presencia

–Oh! Hijo, buenos días, ¿Cómo amaneciste? – se giró en su dirección dejando cerca de él una taza llena de café

–Bien...¿Y papá?– preguntó mirando a la sala vacía

–Tuvo una junta muy importante así que tendrás que ir caminado a la escuela

–¿Que?– se exaltó horrorizado– ¿Sabes que distancia hay entre aquí y la escuela?... ¡Mucha!

–Entonces ve caminando para que llegues a tiempo– respondió tan a la ligera. El chico oprimió sus labios y maldijo en lo bajo, tenía que caminar y eso implicaba ejercicio.

Tomó sus cosas y se dirigió a la salida

–Yoongi– volteo hacía su madre– No quiero problemas de nuevo– lo señaló con su cucharón

El joven pelinegro rodó sus ojos y salió por fin de su casa.

Sabía que no podía evitarlo y es que como comportarse si en la escuela sólo hay idiotas queriendo ser populares, siendo hipócritas con todos. La escuela, un lugar donde no puedes confiar en nadie, ni siquiera en esas personas que son las autoridades, aquellas son sólo más de esas hipócritas. Sobrevivir es todo un reto, para que al final, obtengas ese "premio" llamado certificado para reconocer que viviste esos 3 años largos soportando de todo.

Una de las tantas razones por las cuales no queria más ya asistir a esa institución.

–Hola Yoongi– y ahí una de las razones por las cuales Yoongi odia esa escuela. Pasó de largo a aquella voz insoportable– Hey! Hey! No me ignores– jaló de su brazo deteniendo su caminata. Lo miró con la peor de sus miradas

–Déja de joder, Sehun– se soltó de su agarre con un movimiento brusco

–Esa boquita Min– sonrió de lado– Me gustas más cuando sonries. Aunque siendo grosero me excitas– se acercó a él y lo jaló de un brazo para acercarlo a su pecho. El joven lo empujó con fuerza al sentir la repulsión de verlo tan cerca

–Ya te dije que conmigo no vas a conseguir nada, idiota– dijo entre dientes conteniendo la rabia que crecía en él.

–Tienes razón, tal vez tu hermana esté más buena que tú– y eso fue todo. Su puño se dirigió a su nariz haciendo que se cayera al instante. Sonrió satisfecho al ver que ésta sangraba.

–Aléjate de mí y de mi familia ¿Me escuchaste?– escupió con tanta rabia viendo su expresión de terror

–Yoongi– volteó – A dirección, ahora

«…»

La oficina daba un aspecto aterrador con esos colores tan tristes y formales. Eso diría quien entrara por primera vez a la dirección para ser regañado. Yoongi por supuesto que ya estaba acostumbrado a esto, un chico al que siempre lo llevan a detención y que se mete en varios problemas. Si, ese era él.

Amándote sin querer [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora