El chico pálido caminó completamente somnoliento hacia el baño, el día había llegado y su madre había puesto la alarma más temprano de lo normal. Estaba seguro que lo quiere matar de sueño, la había puesto temprano porque sabe que su hijo es uno de los más lentos en arreglarse. Después de ella claro. Arregló algunas cosas que aún le faltaron acomodar para al fin salir hacia la estación.
Su hermana lo esperaría en la estación del tren cuando llegara a Busan. Hace muchísimo tiempo que no la veía, y para Yoongi estaba más que bien no hacerlo, sólo de acordarse de lo fastidiosa y burlona que llega a ser, se le quitaban las ganas incluso de comer y de siquiera vestirse.
Desayunó algo ligero, ya que su estómago estaba revuelto por los nervios, sabía que era irresponsable y todo eso pero, la sola idea de estar en Busan por su propia cuenta, le aterraba. Su hermana participaría en gran parte de hacerlo responsable y cumplir con cada una de sus obligaciones. Si, claro
Jungkook al igual que los padres de Yoongi, lo acompañaron a tomar su próximo tren, éste salia en unos cuantos minutos y aún el menor no dejaba de abrazar a su mejor amigo. Yoongi se le partía el corazón de sólo verlo así.
–Debo irme– le dijo el mayor al escuchar el número de su tren. Era hora de irse y Jungkook aún no lo soltaba.
–Prometa que me hablará seguido. Si no, no lo dejaré ir– trato de hablar mientras se escondia en el pecho contrario
–Lo haré, si es que no pierdo el tren– lo alejó un poco de él. Plantó un pequeño beso en su frente para sonreirle y correr a la puerta de su transporte.
–¡Adios hijo!– la madre de Yoongi soltaba pequeñas lágrimas mientras veía el tren emprender el viaje.
Las manos del pálido cada vez sudaban más, producto de los nervios, el trayecto del tren se le hizo demasiado largo. Una parte de el ya quería ver a su hermana y saber que tan fea se había puesto, para él sería divertido molestarla un poco si es que ella también lo hace, la extrañaba en cierta parte, pero obvio, no daría a conocer eso. No era de esas personas.
Mientras el tren iba en camino, tomó su celular para poder mandar un mensaje avisando a su hermana de que iba en camino. Revisé los demás mensajes mientras escuchaba un poco de música.
Jungkookie 😚
«Hyung espero que le vaya bien y por favor no se olvide de mí. Acabamos de vernos y ya lo extraño, cuídese ¿esta bien?... Lo quiere kookie ❤»Una sonrisa se le escapó y tecleo algo rápido
Los demás de sus amigos también mandaron buenos deseos y felicitaciones por la gran oportunidad que se presentaba para él. No le parecía una buena oportunidad, pero si eso tenía que hacer para conseguir de nuevo su tan preciadas clases de piano, no le importaba siquiera bailar ridículamente frente a todos.
El tren por fin llegó a la estación, Yoongi se levantó y se dirigió a tomar su tan pesado equipaje. El viento húmedo de Busan se sentía demasiado bien, extrañaba venir a este lugar, tan cálido y templado. Por un momento se dedicó a respirar un poco su aire fresco, llenando sus fosas nasales con el agradable olor natural que ahí había.
–¡Yoongi!
Claro, como no conocer esa voz tan familiar. La hermana de Yoongi seguia teniendo la misma voz chillona que antes. Volteo a verla, miró que se acercaba a él agitando un letrero en sus manos que decía "bienvenido hermanito". Yoongi se avergozó cuando alguna que otra persona la miraban extrañada.
–¡Oh Yoongi! Pero mirate que grande estás– lo abrazó efusivamente
–Que mal que no pueda decir lo mismo de ti– se burló cuando fue soltado
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Amándote sin querer [Yoonmin]
RastgeleHay una sabia frase que dice; «del odio al amor sólo hay un paso» Yoongi no entendía que es lo que de verdad significa y tampoco es como si le interesara mucho. Hasta qué conoce a Jimin. Un joven completamente entregado al estudio. Ellos dos son co...