9. Las Mejores Vacaciones.

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Era medio día cuando salió a la sala común, Scorpius estaba sentado en el sofá, con cara de pocos amigos, pero no le dio importancia, avanzó hasta la puerta, para ir al Gran Comedor, a comer algo, el rubio, al ser ignorado, se levantó apresurado, para seguirla.

—He estado esperándote por horas –bufó enfadado.

—Ya ni mi madre que me esperó por nueve meses estaba tan furiosa cuando nací –comentó, bostezando.

Se adelantó un par de pasos, ya que por un instante, lo dejó perplejo por semejante comentario, negó con una sonrisa que borró en cuanto la alcanzó, no podía creer lo divertida que podía ser incluso sin planearlo, estaba por reprenderla de nuevo, pero en el pasillo, se toparon con Rose y Albus, así que al ver a la chica Weasley, a Scorpius se le olvidó todo lo que iba a reprocharle.

—Fue buena la fiesta, supongo –bromeó Albus Severus Potter.

Scorpius se quedó completamente sorprendido, ese día parecía ser el día de "Sorprendamos a Scorpius Malfoy lo más que podamos". Ya que el mediano de los Potter, estaba dirigiéndose tanto a su hermana como a él ¿desde cuándo los Gryffindor eran tan amables con ellos?

— ¿Qué pasa, Potter? –Cuestionó Scorpius, en un tono socarrón – ¿te quedaste sin guardaespaldas y ahora buscas suplentes? –Lily le dio un codazo en el costado, haciendo que la observara con el ceño fruncido –tranquila, Potts –soltó –sólo quiero dejarle en claro que no estamos interesados en el puesto.

—Lastima, era bueno el pago –soltó Rose.

—Bueno, ya que has mencionado el pago ¿de qué hablamos exactamente?

Se acercó a ella, aprovechando que el colegio estaba prácticamente vació, si acaso, en esa fecha de vacaciones, había doce alumnos, aparte de ellos, o menos.

—No has aceptado el trabajo, no podré decirlo.

Rose y Scorpius entraron al Gran Comedor, sin esperar a los Potter, compartiendo miradas cómplices, y la chica dedicándole sonrisas coquetas.

—No me digas –comentó Albus –él sólo te habló para acercarse a ella.

—Así inició todo, realmente –se encogió de hombros Lily –pero somos buenos amigos, no los mejores, pero me divierto insultándolo.

— ¿Ya superaste el abandono de Dom? –Cuestionó en un tono serio, así que ella supo que en realidad, su hermano estaba preocupado, más no sacaba el tema con intenciones de burlarse de ella.

—En eso estoy –admitió ella –ellos ayudan bastante, ellos y Hugo.

—Creo que deberías ampliar tus amistades, no me entiendas mal –la cortó con el reproche –McLaggen y Malfoy son un año mayor que tú, así que ellos se irán y tú te quedarás en el colegio.

—Sí, ya lo había pensado –admitió.

Entraron al Gran Comedor, para darse cuenta que sólo estaba una mesa para todos, así que ella se sentó del lado de Rose y Albus del de Scorpius, la menor de los Potter observó a su hermano y a su amigo, hacían buena pareja, podrían ser buenos compañeros de crimen, pero no dijo nada, porque ambos saltarían y comenzarían una batalla campal de insultos contra la casa del otro.

—Contigo es como estar en casa –bromeó Rose al ver a su prima devorar lo que había puesto en su plato.

—Sí, Potts tiene el apetito más grande que he visto en mi vida.

—Supongo –rió Rose –un día de estos te invitaré a casa, así podré organizar una batalla entre mi padre y ella.

—Olvídalo, Rose –pidió Albus –no quiero ver a tu padre llorando en una esquina porque una niñita lo venció.

La Historia Fue || ScorilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora