24. Graduación.

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Los días en Hogwarts habían vuelto a ser más divertidos que nunca, se notaba que las clases estaban por terminar, porque todo el mundo estaba envuelto en una inmensa algarabía, incluso Scorpius había vuelto a ser feliz, en esos meses las cosas habían dado una vuelta sorprendente a su suerte, Lily y Derrick habían vuelto a terminar, esta vez él no había tenido nada que ver, así que no le había dado el gusto a ese imbécil, y sus palabras tontas de "que eran el uno para el otro" se rompieron en el aire, mientras el rubio reía para sus adentros.

En ese momento, Scorpius reía divertido por el comentario de Audrey, no podía creer en que maldito momento habían dejado de ser el dúo dinámico, ahora él pasaba cada segundo de su desocupado día de clases con Lily, y nada le importaba más que eso, su tiempo con la pelirroja Potter era sagrado.

—Hey Scor –el chico giró después de unos segundos, dándose importancia, después de todo, Bree Stewart era una de las tantas chicas de su curso que morían y darían todo por salir con él, aunque fuese afuera del aula.

— ¿Sí? –le dedico una sonrisa de lado, coqueta, de esas que Lily odiaba, siempre que le dedicaba esas sonrisas, Potts le tapaba la boca con su mano, mientras fruncía el ceño enfadada.

—Según dicen, aún no tienes pareja para el baile de graduación –sonrío la castaña.

— ¿En serio dicen eso de mí? –Soltó incrédulo –no puedo creerlo, he de haber parecido un idiota.

—Bueno, puedes ir conmigo y ya será otro el rumor –sonrío.

—No lo sé, no sé cómo decírtelo –se llevó la mano a la mandíbula y medito un momento, mientras Audrey reía por lo bajo –Bree, te informaron mal, si tengo con quien ir al baile, iré con la chica más sexy de todo Hogwarts –la sonrisa de Bree se ensanchó, y la risita divertida de Audrey, anunciando que la castaña no entendió, hizo que Scor suspirara –Iré con Lil Potts.

La sonrisa se volvió una mueca de enfado y desagrado, para nadie era un secreto que a Bree no le agradaba la pelirroja, por su cercanía al rubio, ya que mientras ella estaba cerca, el heredero Malfoy no tenía ojos para nadie más en todo su alrededor.

—Creo que por eso decían que irías solo.

—Bueno, no me he topado con mejor compañía que ella en años –giró a ver a Audrey –sin ofenderte, preciosa.

—No hay ofensa, hasta yo quiero acostarme con Lils –restó importancia la rubia, dedicándole una sonrisa maliciosa a Bree.

—M—

Lily sonrió satisfecha cuando la comida apareció sobre la mesa de Slytherin, tomó un par de todo y lo sirvió en su plato, sujetó un trozo de salchicha y en lo que se giró por un poco de aderezo, el trozo desapareció de su tenedor.

— ¡Hey! –se quejó.

—Está deliciosa –murmuró Scorpius al oído de la chica.

—Ya lo sé, por eso lo serví en mi plato ¿te cuesta mucho servirte a ti mismo? –bufó.

—Tranquila, fierecilla –se burló.

—Idiota.

—Me amas.

—Claro que no, te vendería por una pierna de pollo –contestó, logrando que él riera divertido.

—No sé qué sería de mi vida sin ti.

—Sería miserable, Scorpius, eso sería –y fue lo último que le dijo, ya que se dedicó a comer.

Scorpius se recargó en la mesa, observando la forma en la que Lily era capaz de desaparecer grandes cantidades de comida, sin engordar un solo gramo, porque era demasiado perezosa para ejercitarte, lo único que hacía era el entrenamiento de Quidditch, y eso, solo en la temporada, después no volvía a correr así llegara tarde a clases.

La Historia Fue || ScorilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora