14. Pagando Deudas.

579 45 18
                                    

Cuando pasó a la sala común, ubicó a Lily, que estaba de pie junto a la mesa, sacando las cosas de su bolso para hacer sus deberes, así que avanzó hasta ella, rápidamente, la abrazó de repente, girando sobre su mismo eje, las manos frías de Lily se pusieron sobre las de él, asustada, pero dejando de luchar en cuanto supo que era él.

—Eres fabulosa, Potts –susurró en el oído de la chica.

—Lamento decepcionarte, Scops, pero ya lo sabía –rió.

—Que bien que lo sepas, espera ¿Scops? –frunció el ceño.

—Oye, tú me llamas Lil Potts ¿por qué yo no puedo ponerte un apodo? –elevó una ceja –igualdad, dijo Hugo.

—Cierto, pero ¿no crees que eso sería una mala propaganda en mi persona? –sonrió.

—No sé a qué te refieres, para ser honestos.

—Scops, sólo entregas locales, lechuza pequeña –señaló sus partes, haciendo que la vista de la pelirroja se desviara hacia donde señalaban los índices del joven –pervertida –le pegó suavemente en el mentón, para que lo mirara a los ojos.

—Ya quisieras que fuese pervertida respecto a ti –negó –haré deberes ¿te unes?

—Claro.

En los seis años del colegio de Scorpius Malfoy, jamás se le había visto tan feliz, ni haciendo deberes, ni charlando con alguien más, la amistad entre ellos al inicio no había tomado desprevenido a nadie, pero que se estuvieran volviendo tan unidos sí, algunos murmuraban sobre si estaban saliendo, o si sólo eran realmente amigos, y Audrey ayudó a combatir esos chismes, uniéndose a los dos de vez en cuando, riendo y bromeando, así que dejaron de mirarlos extraño.

—No hemos visto a tu novio –murmuró Scor, en tono de reproche.

—Tal pareciera que te estás enamorando de él, Scor –se burló Audrey.

—Viene del mismo sitio –sonrió ante la mueca de asco de su amiga rubia –es sólo que es muy raro que no esté de empalagoso contigo.

—Te recuerdo que debe estar practicando con su equipo, porque es el capitán de Gryffindor.

—Es muy sencillo, sedúcelo mientras está el juego...

—Nada de eso, Malfoy –comentó enfadada Tamara junto a ellos –he hablado con Weasley, y hemos llegado al acuerdo de que nos dejarán el campo por la tarde para entrenar.

— ¿Cambiarán de horario con nosotros? –los ojos de Lily brillaron.

—Así es, así que a partir de la próxima semana el entrenamiento será después de clases.

—Tendré que ser más consentidora con ese primo mío –sonrió la pelirroja con un pequeño suspiro de gratitud.

—Ni festejes tanto –pidió Audrey –tú eres igual de holgazana en la mañana como en la tarde –sonrió la rubia.

—No voy a negarte eso porque sería estar mintiendo ¿qué tal si después Merlín me castiga y me vuelve alguien trabajador?

—Dudo que algo así pase –se burló Scorpius.

—Cuando eso ocurra, sin duda será en otra vida oficialmente, tú ya no serás tú –le guiñó un ojo Audrey.

—Bueno, yo me iré para que sigan bombardeándole con bromas –anunció Tamara y se alejó a otra de las mesas, a seguir con sus deberes.

—Bendito sea mi adorado... ¿tienes algo que ver con eso? –la cuestionó Lily.

—Absolutamente no, que nuestra práctica sea en la tarde después de clases nos resta tiempo para estar juntos.

La Historia Fue || ScorilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora