39. El Regalo de Harry.

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Lily Luna Potter dio saltitos de alegría, su nueva oficina era bastante amplia, y podía tener una pequeña sala de juntas también ahí, no podía creer que las cosas estuviesen yendo a la perfección, no sabía que había hecho para que todo aquello fuese tan bueno, suspiró cuando la puerta se abrió.

—Hola papá –sonrió encantada.

—Veo que te instalaste bastante bien –sonrió.

—Lo hice, la verdad, soy bastante organizada –rió divertida.

—Ya lo noté, no sé, creo que eso lo heredaste de tu abuela Lily.

—Sí, supongo que tiene que venir de los Evans, porque los Potter –negó –y bueno, ni hablemos de los Weasley –se encogió de hombros mientras su padre asentía como si no hubiese más remedio.

El varón cerró la puerta y avanzó para sentarse en una de las sillas acolchadas de color verde, le indicó con un gesto que se sentara junto a él, así que obedeció sin chistar.

—Dime ¿has hablado con tu hermano?

—No, se cartea con Scops, pero no conmigo, creo que no debí decirle que no fuera un idiota y que hablara con Shev.

—Bueno, todos estamos intentando que reaccione, nunca creí que sería el más cobarde de mis hijos.

—Sí, todos pensamos que sería Al, con eso de que se parece a ti –los ojos esmeraldas de Harry observaron a su hija y la seriedad con que lo había dicho –bromeo –rió.

—Sí, más te vale, muchachita –sonrió –tengo un par de días libres, y pensaba irme con tu madre de vacaciones, pero creo que eso tendrá que esperar, iré a verlo a Baltimore.

—No, está en Nueva York ahora –informó –el M.A.C.U.S.A le pidió ayuda con unos duendes.

—Me alegra que sea exitoso, pero no que sea tan idiota.

—Tiene que ser la sangre Potter –se encogió de hombros.

—Te estás ganando una reprimenda, Lily.

—Ya, papá, sólo bromeo, no te enfades, pero sí, deberías ir con él y decirle que Shev está saliendo con Abdul.

—Vaya gustos, de James a eso –negó.

—Lo sé, la verdad James está muy bien –se encogió de hombros.

—Dime ¿quieres venir conmigo? Puedes darte ciertos permisos ¿no? Considero que serías de ayuda para hacerlo entrar en razón, además sabes más de ella que yo.

—Puedo arreglar unas cosas para que no haya problemas y nos vamos ¿bien?

—De acuerdo, entonces, hablaré con tu madre y le pediré disculpas por ser un muy mal marido...

—No, sabes, tú y mamá se merecen sus vacaciones, no canceles, iré yo a hablar con Jamie.

—Pero... ¿estás segura?

—Ya lo dijiste, soy quien mejor sabe de Shev, bueno, ese sería Scops, pero él no tiene por qué entrometerse en eso.

—Es parte de la familia –contestó Harry.

Lily sonrió, habían pasado buenos meses desde que el rubio y ella habían comenzado a salir, y le agradaba de sobremanera que su padre y su hermano Albus, estuvieran viendo a Scorpius como parte de la familia.

—Gracias papá –sonrió ella –por tolerarlo.

—Creo que... lo había estado juzgando bastante mal, ha hecho mucho por nosotros, no con el afán de ganarnos, sino por ser un hombre honorable, y me agrada que mi hija esté con un hombre de carácter, que ame su trabajo y que sea leal a sus creencias, sin duda, ambos han ganado al estar juntos.

La Historia Fue || ScorilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora