16 [Parte 2]

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Narra Karol Sevilla:

— ¿Pero porque te pones así! — Lo mire raro.

— No vas a ir, no te dejaré. — Me empujó y cerro la puerta.

— ¡Tu no eres mi padre! ¡Puedo hacer lo que yo quiera! — Dije abriendo la puerta de nuevo sali y la cerré de portazo.

Avance un poco pero Ruggero me tomo de las muñecas y me empujo a la habitación y cerro con llave.

— ¡Sueltame! — Dije enojada.

El me soltó.

— ¡Dejame ir con Michael!

— No iras, es mi habitación y puedo decidir lo que puedes hacer y no. — Se cruzó de brazos.

— No eres mi padre. — Dije intentando abrir la puerta de nuevo pero el tenia la llave.

— Karol, escucha. No quiero que vayas, Michael es malo, el me dijo que no te quiere, solo quiere tu cuerpo. — Dijo tomándome de los hombros.

— ¿Como te atreves a decir eso de el sin ni siquiera conocerlo? — Dije moviéndome hacia la puerta. — ¡No vuelvas a decir algo así de el! — Intente abrir la puerta.

— ¡ES MI HABITACIÓN! VETE PERO NO ENTRARAS MÁS. — Dijo enojado y abrió la puerta.

— No puedes hacer eso. — Dije sosteniendo la puerta.

— Claro que puedo, es mi habitación, si no obedeces mis ordenes puedo hacer lo que quiera. Vamos vete si tanto quieres a tu amigo Michael. — Dijo casi empujandome.

— ¡Agh! Eres tan arrogante. — Dije enojada y salí de la habitación.

[...]

Llegue al estacionamiento y Michael estaba ahí, supongo que alguien le presto un auto.

— Buenas tardes señorita. — Dijo besando mi mano.

— Hola. — Sonreí.

— ¿Porque tardaste tanto? — Pregunto.

— Me perdí, la universidad es tan grande que me perdí. — Mentí.

Asintió.

— Entra. — Abrió la puerta del auto y entre.

Luego el entro y empezó a avanzar.

Acomode un poco mi cabello ya que se había despeinado con la pequeña discusión con Ruggero.

— Te extrañe tanto, hermosa. — Lamió sus labios.

— Igual. — Sonreí incomoda.

No entiendo nunca había estado tan incómoda como hoy con Michael.

— Estas muy linda. — Puso una de sus manos en mi pierna y comenzó a acariciarla.

— G...gracias. — Sonreí. Michael estaba raro.

Me moví un poco pero fue peor, mi vestido se subió un poco.

Llegamos a el edificio donde Michael se esta quedando y nos bajamos.

[...]
Entramos a su edificio, no tenia tantos muebles, ya que Michael había llegado hace una semana.

Michael me abrazo por detrás, esto era incomodo.

— Que lindo lugar. — Dije evitando contacto físico.

— Sí, también esta linda la cama ¿no? — Entendí eso.

— Me están llamando. — Fingí que alguien me llamaba. — Sí, ya voy para halla. — Dije. A mi celular. — Tengo que irme Michael perdón.— Camine hacia la puerta.

— Tu no vas a ningún lado. —Me jalo y cerro la puerta. — ¿Crees que soy estupido? Nadie te llamo, tonta. — Dijo besando mi cuello.

— Mike, dejame. — Me hice para atrás.

— ¡Callate! — Me dio una cachetada.

Ruggero tenia razón.

— ¡Dejame! — Lo intente empujar pero fue en vano, mis manos eran muy pequeñas, no podía pelear contra el.

Seguía besando mi cuello, empezó a succionar seguro dejaría una marca, no sentía nada de placer, tenia miedo.

— Mike, dejame por favor. — Dije agachando mi cabeza.

— ¡Callate y quitate la ropa! — Dijo tirándome al suelo.

Lágrimas salieron de mi, estaba triste, pensé que Michael era mi amigo, tengo miedo.

— ¡Ayuda! — Grite.

Michael río.

— Estúpida, estas puertas son anti sonido, no se puede escuchar nada.

— Michael ¿Porque haces esto? — Me levante del suelo.

— Es mi venganza, por todas las veces que me rechazaste. — Me dio una cachetada.

— Dejame ir, no diré nada, solo dejame ir. — Suplique.

— ¡NO! Hoy te aguntas. ¡Quitate la ropa!

— Iré al baño a quitármela. — El asintió y entre a su baño, cerré con llave, llame a la policía.

— ¡Ayuda! Un loco quiere violarme, vengan la dirección es ****** y el numero de edificio es 456 ¡Vengan rápido! — Pedí ayuda.

Michael tiro la puerta y arrebato el celular de mis manos y lo quebró.

— ¡Quitate la ropa! — Dijo tirandome otra cachetada.

— ¡No lo haré! ¡Dejame en paz! ¡Eres un puerco! — Fue un error decir eso, me pego mas fuerte.

— ¡Eres una estúpida! — Cubrí mi cara con mis manos.

Tiraron la puerta y eran los policías.

—  Dejela en paz. — Dijo uno de los policías.

Michael levanto las manos como si no hubiera hecho nada.

Uno de los policías me ayudo a levantarme y me llevo hacia afuera.

Mire hacia Michael y los policías se lo llevaron.

— ¿Esta bien? ¿Quiere que la llevemos a un hospital? — Pregunto un policía.

Negué con la cabeza.

— Lleveme a la universidad **** por favor.

[...]

Llegamos a la universidad y me baje del auto, tenia la llave de la habitación y antes de venir mire el horario de Ruggero a esta hora tiene clase así que entraré a la habitación.

Camine y todos me veían raro.
Llegue y entre, me mire al espejo, habían unos motetes EB mis brazos, mi cara estaba hinchada, comencé a llorar, tuve que hacerle caso a Ruggero, Michael estaba loco.

Escuche que alguien abrió la puerta, no puede ser Ruggero. Me asome y entro al baño, salí del baño sin hacer tanto ruido pero Ruggero me vio.

Abrió los ojos como platos al verme.

— ¿Que te paso? — Salio corriendo hacía mi.

...
Ruggero dejó su orgullo de lado💕 espero que les haya gustado

Compartiendo habitación [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora