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— ¿Qué? Pero era la semana que viene. — Dijo mi madre.

— Si, papá ¿Porque mañana?

— Nos pagaron los vuelos, y la fecha la cambiaron, mis amores, no puedo hacer nada, tendremos que apurarnos.

Los mire triste.

Solo eso faltaba, mire el reloj y ya eran las 2:45 ya tendría que ir a almorzar con mi novio, a Ruggero no le gustará nada esto.

Me fui a mi habitación y busque algo cómodo, en verdad no quería arreglarme tanto. Me puse un pantalón azul y una camisa blanca con tenis negros, me hice una coleta y me maquille un poco. Mire de nuevo el reloj y ya eran las 3:04.

— Cariño ¿Donde vas? — Pregunto mi madre desde la cocina.

— Saldré con Ruggero mamá, vuelvo en 5 horas. — Abrí la puerta.

— Ten cuidado, ¿Vas a almorzar y cenar con el? — Pregunto.

— Si, es nuestro último día juntos, tenemos que aprovecharlo. - hice una sonrisa. — Adiós mamá.

[...]

Llegue a la universidad y ahí estaba Ruggero en el estacionamiento con su celular.

— Hola mi vida. — Me beso.

— Lo siento por tardarme, pasó algo y por eso me tarde. —  Le expliqué.

— Está bien amor, pero ¿Que paso? ¿Están bien tus padres? — Pregunto preocupado.

Entramos al auto.

— Te explico cuando estemos un poco más tranquilos. — Le dije ya que yo estaba un poco cansada y el también.

Quería llorar demasiado, los planes no habían salido como nosotros habíamos esperado, Ruggero tenía una mala noticia al igual que yo.

^^^^^

Llegamos al restaurante, en verdad era muy lindo, nos atendieron rápido, ordenamos la comida y nos sentamos juntos obviamente.

— Dime, cariño ¿Tú qué querías decirme? — Me acomode en la silla.

— Pues, no será fácil lo que diré preciosa pero... — Suspiro. — No podré irme contigo  a México, como lo habíamos planeado. — Mi cara cambio completamente. — Mi madre está muy mal de salud, y tendremos que trasladarnos a Italia por tres meses, para que ella esté en tratamiento. — Me explicó y tomo mi mano. — Luego de esos tres meses podré ir a verte pequeña.

Quería llorar, no puedo estar sin el y tres meses es mucho para mí, pero era por su madre, la salud de ella es mucho más importante.

— ¿Que tiene tu madre? — Pregunté preocupada.

— Hace poco fue a una consulta, le detectaron diabetes y problemas en los riñones, el mes que viene le harán un transplante de riñón. — Intento hacer una sonrisa.

— Puedo donar mi riñón. — Dije segura.

— No... Cariño, otra persona lo hará, pero gracias por tu apoyo, te amo como no tienes idea. — Beso mi mano. — ¿Que querías decirme tú?

— Bueno... El vuelo se adelanto y tendremos que irnos mañana, a primera hora. — Su cara paso de una sonrisa a estar serio.

— ¿Que no era la otra semana?

— Si, pero en la mañana que fui donde mis padres, el recibió una llamada, y le informaron que mañana tendremos que irnos. — Lo mire a los ojos. Extrañaré demasiado esos ojos hermosos que me vuelven loca.

— ¿No pueden hacer una excepción contigo? ¿No puedes irte otro día?

— Creo que no. — Mire hacia abajo. — Pero tengo miedo. — Me miro confundido.

— ¿Miedo? ¿A qué? — Me miro.

— A que estos tres meses encuentres alguien mejor, que te enamores de otra persona y que te olvides de mi. — Lo mire triste. — Nadie me había amado tanto como tú.

— Cariño, es imposible que me enamoré de otra chica teniéndote a ti, con esos ojos que me encantan, con esos labios que amo tanto besar, con ese cuerpo que me vuelve loco, pero lo más importante con ese corazón de oro que tú tienes. Te amo tanto y nadie reemplazará tu lugar nunca. — Me abrazo y beso mis labios.

En ese momento llegó nuestra comida, almorzábamos y de vez en cuando hablábamos sobre algo, terminamos la comida pagamos y nos fuimos.

[...]

La tarde había pasado súper rápido, nos encontrábamos en un parque tomando un helado viendo como los niños jugaban y corrían.

— Te extrañaré demasiado. — Hablo Ruggero después de unos minutos.

— Y yo a ti, espero que el tiempo pase igual de rápido como esta tarde.  — Me recosté en su hombro y el se recostó en mi cabeza.

— Vez esa familia de haya? — Pregunto y señalo a cuatro personas. Eran dos enamorados con sus dos hijitos.

— Si.

— Espero algún día formar una familia contigo, enseñarle a nuestro bebé cómo amar y valorar, así como nosotros lo hacemos.

— Ruggero...

— ¿Mhhh..? — Acarició mi cabello.

— ¿Algún día seremos padres tú y yo?

— Solo si tú lo quieres. — Beso mi cabeza.

— Obvio que si, tengamos un hijo. — Solté de repente.

Mi gran sueño era ser mamá de una niña, tenerla con el amor de mi vida.

— ¿Ahora? — Río un poco y me recostó en la banca.

Empezamos a reír.

— Amor, todos están viendo. — Dije y reímos los dos.

Ruggero me besó.

— ¡Háganlo cuando no esté nadie acá! — Grito una persona desconocida y reimos.

Nos paramos y caminamos un poco.

— No quiero perderte nunca. — Lo mire a los ojos y sonreí.

— Karol, hagamos una promesa. — Sonrió. — En estos tres meses... No te enamores de nadie. — Lo mire confundida. — No le hagas caso a otros chicos que tienen otras intenciones contigo. Y lo más importante nos amaremos siempre pase lo que pase. — Levantó su dedo meñique. — ¿Me lo prometes?

— Te lo prometo, pero si tú también haces lo mismo, no hables con chicas que tienen otras intenciones y no te enamores de otra persona. — Levante mi dedo meñique. Cruzamos nuestros dedos y nos dimos un abrazo.

Lo amaba y estoy segura que es el amor de mi vida.

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Holaaaa espero les haya gustado el capítulo, lo pensé bien y no serán 35 capítulos, quiero que hayan mas, esperen el otro las quiero nos leemos pronto ❤

Compartiendo habitación [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora