CAPÍTIULO 2
El tiempo debió pasar muy rápido, porque ya comenzaba a amanecer.
Comenzamos a bajar la colina, si no fuera por Bea, ya habría tirado mis cosas para que rodaran colina abajo.
-¿Siempre es así? –pregunté.
-¿Así cómo? –preguntó una vos. Masculina.
-¡Oh por Dios! –la persona que tenía en frente de mí, no era exactamente una persona completa. Eso sonó tonto. Era mitad hombre y mitad caballo, si señor.
-Eres…un…centauro, ¿cierto?
Be rió. –Allison, éste es Quirón. Quirón ella es Allison.
Quirón hizo una reverencia, creo. Y dijo:
-Es un placer conocerte por fin.
-¿Por fin? Ah, ya entiendo. Bea le habló de mí.
-Ehh, sí. –no pareció muy convencido, pero decidí no darle importancia. -¿Cuál era tu pregunta?
-Ah, si aquí siempre esta tan tranquilo.
-No, querida, el campamento siempre esta en movimiento. Bueno será mejor que vayamos a la Casa Grande, supongo que tendrán algo que contarme.
-Quirón, no podré quedarme. Tengo que volver al orfanato, pero pasaré mañana para ver como esta. –dijo Bea. Se giró hacia mí. –Allison, se fuerte. Vendré mañana a verte.
-Claro, no te preocupes, manada les un saludo a los niños.
-Bea, espera. –la llamó Quirón- Sabes que la cabaña de Artemisa siempre estará abierta para ti, por si acaso.
-Lo sé.
-¿Artemisa? -pregunté, pero ninguno me presto atención.
Bea se fue y ahora…bueno él dirá.
-Bueno Allison, has llegado justo a la hora del desayuno. Pero antes, hay que hablar.
-Claro.
Quirón me explico que era una semidiosa, hija de un mortal y una divinidad. Que sería reclamada hoy en la noche, en la fogata.
-La mayoría de los semidioses no son reclamados en la primera noche que pasan en el Campamento, y se quedan en la cabaña de Hermes. Si ese es tu caso, después de la fogata, podrás quedarte en la habitación de huéspedes de aquí de la Casa Grande.
-Gracias, Quirón.
-No te preocupes. Lo cierto es que…Bueno, a los chicos de Hermes no les importa tener a un nuevo miembro, sin importar si son reclamados (hijos de Hermes, claro) o no. Pero me da la sensación de que sería mejor para ti, al menos por una noche de ser así el caso, que te quedes aquí.
No estaba muy segura que se traía Quirón con eso de sería mejor para mí quedarme en la Casa Grande, había un matiz extraño en su forma de dirigirse a mí en cuanto a ser reclamada. Decidí no darle mucha importancia. Creo que mi situación me hizo acostumbrarme a no tener padres, o alguna figura paterna en sí. No me preocupaba mucho si me reclamaban o no. Puedo ser hija de cualquiera o ser hija de ninguna no es algo nuevo en mi vida. Seguramente, si no me reclamaban, terminaría en la cabaña de Hermes.
Okay, lo acepto. Por una parte (una muy grande), no me importa en lo absoluto que mi diosa progenitora no me reclame. Pero por otra parte, tengo esa pequeña esperanza de que por una vez puedo llegar a tener una madre. Aunque sea un ser sobrenatural, y aunque ya hayan pasado años como para que una cosa así me importe. Lo cierto es que lo único que quería era saber la verdad.
ESTÁS LEYENDO
La Flecha de la Diosa
FanfictionMi nombre es Allison Moon, y tengo 17 años. Hasta hace unos días tenía una vida normal. O al menos la vida normal que una chica huérfana puede tener. Me gusta mi vida. Me gustaba mi vida. Iba a comenzar de cero. La chica que siempre creí ser? Esa ch...