La Flecha de la Diosa

Capítulo 14

No puedo nadar.

Ese fue mi primer pensamiento cuando nuestro pedazo de avión, porque eso es lo que era ahora, comenzó a inundarse de agua. Hundiéndonos con él.

El problema no era que no sabía nadar, lo hacía. El problema era que desde mi sueño sobre el agua hirviendo e Ivan cayendo también al lago para sacarme había adquirido un miedo irracional al agua. Acuafobia, según Quirón.

Ahora, no importaba, sin embargo. Tendría que dejar a un lado mi miedo y sacarnos de aquí.

Los chicos ya estaban cerca del borde del agujero del avión, Chris me vio y señaló a Clarisse. Hice un ademán con la mano dando a entender que yo me encargaría.

Desenrollé mi mano del cinturón del asiento, desabroché el cinturón de Clarisse, la rodeé co un brazo y comencé a impulsarme con el otro para sacarnos de allí.

Tratar de salir nadando de un avión hundido con una chica del complejo de ella e inconsciente no ayudaba mucho. A eso súmale mi estúpido miedo al agua.

Mientras salíamos del avión y nos dirigía hacia la superficie trataba de no pensar en ello. Porque si lo hacia no sería capaz de sacarnos de aquí.  

Mis ojos picaban. Mis pulmones quemaban. Necesitaba aire. El pánico que intentaba guardarme no iba a quedarse encerrado por siempre.

Tomé una gran bocanada de aire una vez en la superficie. A mi alrededor todo era agua.

Bueno, en su mayoría. A unos metros había una playa, vacía, gracias a los dioses.

– ¡Chris! ¡¿Crees que puedes echarme una mano por aquí?!

Quizá debí aceptar que él sacara a Clarisse del avión cuando se ofreció allí abajo. Sí, no fue una buena idea considerando mi ‘’pequeño’’ miedo.

– ¡¡Chris!!

– ¡Allison! –era Tim. Él había llegado a la orilla. – ¡Él va a por ella! ¡Sólo aguanta!

A diferencia del resto, cuando llegó Tim sentí que tenía a alguien en quien apoyarme. Él había formado parte de mi vida antes del Campamento Mestizo, no había nada que él no supiera…quizá me estoy explayando demasiado. Sí había algo que él no sabía, pero el tema esta fuera de discusión con cualquiera. Ni él ni nadie aparte de los dioses tenían idea. En fin, mi punto era que Tim entendía el por qué de mi repentina desesperación. Él y Quirón eran los únicos que sabían sobre la acuafobia. Ni siquiera se la había comentado a Ivan…Y a este punto, mi estúpido miedo me terminaba poniendo histérica.

Mis brazos comenzaban a acalambrarse. Eso era malo. Muy malo.

–Descuida. Él ya casi llega. –dijo una voz que obviamente no era la de Tim. O la de Chris. De hecho no era ni masculina.

Miré por encima de mi hombro para encontrarme con un par de ojos verdemar que apenas se asomaban por la orilla. Se sumergió demasiado rápido como para asimilar algún detalle más. Entendí el por qué. Al parecer no quería ser vista por otros.

Chris se acercó a mí. Tomó a Clarisse y sin decir nada, nadó con ella hasta la orilla.

Miró una sola vez por encima de su hombro para confirmar si lo estaba siguiendo. No lo hacía. Solo me quedé ahí en el mismo lugar. Por supuesto no estaba pensando, no reaccionaba. Si lo hubiera hecho creo que habría tenido un momento de histeria total.