Capítulo 8 -''Simplemente pasó''

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CAPÍTULO 8

¿Podía pasarme algo más? En este mundo, seguro que sí.

A estas alturas nada podría sorprenderme ya, pero vamos, ¿cambio de color de ojos, en serio? Todo esto era demasiado, y algo me decía que todavía había más.

Annabeth se empeño en que debíamos ir a hablar con Quirón. Fuimos hasta la Casa Grande, y en el camino, Ivan y Clarisse se nos unieron.

Cuando llegamos, Nico estaba allí.

-Entonces es cierto. –dijo Nico.

-¿Qué es cierto? –preguntó Annabeth cuando llegamos.

Quirón se sobresalto. -¡Annabeth! No, nada querida.

-Tengo que irme.

Nico reparo en mis ojos, y se quedó mirándome fijo.

Después de un par de minutos, Ivan dijo:

-Bueno ya deja de mirarla así.

-¿Qué pasó? –me preguntó Nico.

-Eso es a lo que venimos. –dijo Annie. –Creo que es por la bendición de Artemisa pero no estoy segura de lo que significa exactamente.

Ella parecía estar un tanto entusiasmada con esto. Supongo que por ser hija de Atenea, tener el conocimiento de algo nuevo nunca esta demás.

Al final, Nico decidió quedarse, algo que a Ivan no le gustó mucho que digamos.

De todos los que estaban aquí, solo me sentía cómoda con Clarisse; a ella parecía importarle poco lo que me pasara, bueno…si estaba aquí es porque sí le importa pero no lo demostraba tanto como los demás en este asunto. Me trataban como si fuese de cristal. Como si me fuese a romper en cualquier momento. Lo que no estaba muy lejos de la realidad…

Y también como si fuese parte de un experimento, excepto que yo era el hámster de laboratorio. Ninguno para de observarme en busca de respuestas que puedan dar una explicación al cambio del color de mis ojos.

-Esto es realmente inesperado. –dijo Quirón.

-Como otras cosas más. –murmuró Nico.

Annabeth frunció el ceño. Supongo que sospechaba de estos dos. Ninguno podía saber a que se refería Nico pero solo a Annabeth parecía importarle algo, y además estaban absortos en mí…Yo no veía cuál era el problema y la verdad ya me estaba hartando de todo esto, necesitaba un respiro. Necesitaba escapar de este lugar por un buen rato. Pero eso no haría que las cosas cambiaran; solo sería un paréntesis en medio de mi gran problema.

Annabeth creía que el cambió de ojos podría deberse a que la bendición habría opacado por completo la maldición. Yo sabía que eso no era cierto, y no quise decirlo. Solo intentaban darme algo de esperanza a pesar de todo. En realidad sus palabras fueron: ‘’Esta tomando más fuerza por encima del hechizo maldito de Afrodita, no creo que pueda apagarla del todo, pero si estoy en lo correcto, la bendición de Artemisa hizo más que solo bloquearla y retrasarla.’’ Luego de unos minutos, Ivan preguntó:

-¿A qué te refieres con que hizo más que solo bloquearla y retrasarla?

-Bueno…digamos que pudo lograr ganar esa batalla dentro de Allison. El hechizo aun vive en ella, por así decirlo; pero es solo una llama tenue esperando la oportunidad para incendiar, sin retorno. Para que entiendan mejor, lo que hizo más que bloquearla fue lograr extinguirla lo máximo posible. O al menos, esa es mi mejor suposición.

La Flecha de la DiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora