25. Daniel.

4.3K 338 11
                                    

-¿Todo está bien?- le preguntaba Mónica a Alondra mientras iban en el auto.

-¿Qué?- la chica llevaba su mente en otra parte, justamente en aquel beso.

-Lo ves, estás distraída y eso es raro en ti, además tienes esa sonrisa tonta desde que salimos de tu casa.

-¿Sonrisa?- ni siquiera lo había notado.

-Algo está pasando y no me quieres contar, eso no se vale y menos en mi cumpleaños.- la chica renegaba y le hacía pucheros a su amiga.

-Es que...no sé...

-Hay cuéntame, me da curiosidad. ¿Es por un chico?- indagaba la rubia.

-Sí.

-¡Lo sabía! Oye, pero espera un momento ¿Esteban lo sabe?

-¿Sabe qué?

-¿Qué estás viendo a otro chico?

-Mónica, no seas tonta, claro que no estoy engañando a Esteban.

-¿Entonces? ¿Cómo puede ser que estés así por un chico sí el único chico con el que convives es con...¿¿¡¡¡NO PUEDE SER, TE GUSTA ESTEBAN!!!??

-¡Shhhh! No hace falta que lo publiques.

-¡Lo sabía! Sabía que te enamorarías de él.

-Es que yo...yo sí me siento enamorada de él, pero no estaba segura sí el lo está de mí y prefería ignorar un poco lo que siento, pero hoy...

-¿Hoy qué, qué hicieron? ¿Se portaron mal ya?- interrogaba Mónica con hambre de detalles.

-No, nada malo...sólo...nos besamos.- confesaba ella muy sonriente.

-¿¿¡¡SE BESARON!!??

-Mónica, enserio cállate, no lo digas tan alto.

-¿Y qué tal besa? ¿Es bueno?

-Es...increíble, fue tan...ahh es indescriptible.

-¡Uuh niña mala! Besaste a tu profesor. ¡Bien hecho!- ambas reían.

* * * * *

-Es un bonito lugar.- comentaba Alondra mientras buscaba un lugar dónde sentarse.

-Lo es, es un buen ambiente. Bueno, esperame aquí que yo iré a buscar algo de beber.
Un trago para mí y tú...

-Coca con helado.- respondió Alondra enseguida.

-¿Coca con helado, es enserio?

-Claro, se me acaba de antojar de ver a aquella chica de haya.- señalaba a una mujer en una mesa.

-De acuerdo, ya vuelvo.- Mónica se fue y pronto Alondra la perdió de vista entre la multitud. Pronto que estuvo sola los recuerdos del beso con Esteban volvían y comenzó a sonreír. Le emocionaba sentirse correspondida.

-¿Hola, vienes sola?- pronto una profunda voz masculina la sacó de sus pensamientos.

-¿Discúlpame, dijiste algo?- el chico pelirrojo sonrió.

-Pregunté qué sí vienes sola.- respondió el chico con amabilidad.

-No, vengo con mi amiga.

-¿Y crees qué le moleste sí me siento aquí?- tomó asiento frente a Alondra.

-¿Quién eres?- la confianza que se estaba tomando aquel sujeto era extraña.

-Soy Daniel, Daniel Torres.- extendió la mano en gesto de saludo y Alondra correspondió.

Papá por Encargo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora