Azael | 1 | Completa

III

Canción de fondo al escribir: Playing with fire de Black pink, y Pain de Three  Days Grace.
⭐ Un voto se agradece.
🖋️Y un comentario también.
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"-No entiendo, ¿por qué nos haces esto?-pregunté  furiosa. Nunca me había enojado con él desde que nos convertimos en algo, pero todo se estaba yendo de las manos. Iba a destruirme.

Si él caía,  yo también.

-Sólo será un tiempo,  volveré,  porque,  cariño, sabes que jamás te dejaría atrás-mantuvo la compostura mientras nos alejaba de los demás.  Tomó de mi muñeca, pero me solté de su agarre, y caminé  escaleras arriba, con él detrás.

-Siempre dices lo mismo, fui una idiota al pensar que podrías quererme como yo...

No me dejó acabar. En cuanto desaparecimos detrás de la puerta, fui empujada  contra la pared.

Su cuerpo se presionaba contra el mío,  y sentí aquello que tanto me aterraba.

Protección.

Pero, claro, era normal sentir eso cuando amas a alguien.

Sus brazos rodearon mi cintura con cuidado,  aquellos cálidos labios presionaron contra mi frente, y mis ojos se cerraron, abordada por las emociones.

-Nunca dudes de mi amor por ti, Zoe. Eres la razón de que siga aquí -murmuró contra mi piel".

Mis ojos se abrieron, ante la tenue luz que se filtraba en la habitación. Ya nada era como antes, pero aquella escasa iluminación  nos permitía saber que era de día.

Intenté levantarme de la improvisada cama, pero Azael no me dejó. Me tenía abrazada de una manera tan extraña que no sabía  dónde comenzaba uno y terminaba el otro. Estaba acostada prácticamente sobre el costado de su cuerpo, una de sus piernas arriba de las mías,  una de sus manos enroscada en mi cadera, y otra perdida en mi cabello. Su rostro se escondía  entre mi cuello y la curva del hombro.

-¿Soñabas algo bueno? -pregunta,  sorprendiéndome ya que creía que seguía durmiendo. Su voz ronca y adormilada  provocó un cosquilleo en mi estómago, y dificultaba en mi concentración  para responder.  Tampoco ayudaba el hecho de que comenzaba a besar mi cuello.

-Mmm-un vergonzoso sonido se escapó de mis labios en su lugar.

-¿Qué se supone que significa "Mmm"?-detuvo su pequeña, dulce acción, y levantó la cabeza para mirarme con diversión.

Joder, mi estupidez ayudaba al ego de este chico.

Sin dejarlo hablar más,  entrelacé  mis manos detrás de su nuca y lo atraje hacía mí.  Al igual que un niño, rió contra mis labios por la manera en que me comportaba.  Sí, solía ser melosa, pero no tanto desde lo que pasó. Pero los recuerdos iban desapareciendo, Azael, una vez más,  se convertía  en mi ancla.

-Te amo, Zoe.

Desperté.

Y no estaba en mi habitación.

Al levantar la cabeza del banco, me encontré  con más de quince personas observándome con extrañeza.

«Por Dios, por favor dime que no gritaste,  no fuiste capaz de...»