MADRUGADA
Las calles de Minnesota estaban completamente solitarias. Solo alcanzaba a escuchar los sonidos de mi corazón latiente y el de mi estómago revolviendo algo que deseaba expulsar, era algo que tenía un sabor repugnante y que si no lo vomitaba pronto, llegaría quizá a podrirme por dentro.
No sé cuánto tiempo pasó desde que no venía a la tierra, después de mi última misión muchos de nosotros, incluyéndome, fuimos enviados a una cápsula de reposo para purificar nuestro espíritu de la influencia terrenal «para volver a nuestra posición como Ángel Mensajero». Sin embargo, fue interrumpido, puesto que algo me expulsó de nuevo a la tierra, y fue un impacto perturbador para mí.
Todo había cambiado ahora.
...
-Este cuerpo no tolera mi poder. -Cerré los ojos con fuerza y un recuerdo (o quizá una profecía) golpeó mis pensamientos. «Era yo dentro de una habitación oscura en donde se escuchaban gritos y lamentos». Solo un lugar es así, y es la de la entrada del infierno.
Escuché al viento mover las copas de los árboles y abrí los ojos de nuevo. Por un momento, percibí la esencia de muchos seres anormales sobre la tierra «eso no debería de estar aquí» pensé aturdido.
-Por Dios, ¿qué es esto? -dije, tras haber sentido un dolor punzante en mi estómago, lo a que su vez me hizo toser una y otra vez hasta que vomité sangre-. ¿Qué me está pasando, Zacarías?
-Nada bueno, creo que es tu cuerpo -respondió él, mirándome con extrañeza. Tenía rato detrás de mí.
- ¡¿Qué estoy haciendo en la tierra de nuevo?! ¡¿No se supone que ya habíamos terminado?! -Grité angustiado- ¡Yo no quería volver aquí, Zacarías! ¡Por favor! ¡Dime, dime qué estoy haciendo aquí! -Por alguna extraña razón estaba llorando.
-Jeremías, yo... Necesito que te Calmes, esos sentimientos no son tuyos. Sabes que no lo son. ¿Verdad?
- ¡No lo sé, no lo sé! -gritaba sin parar de llorar. Llevé ambas manos a mi rostro hasta cubrirlo. Sabía que volver a la tierra de la manera en que lo hice «de repente y sin preparación» haría que los sentimientos terrenales afectaran y desiquilibraran mis estado anterior «en reposo»-. ¡Ni siquiera sé por qué estoy llorando!
Me vi las manos y sentí mi aspecto, no lo reconocí. « ¿Quién soy? ¿De quién es este cuerpo?». Me arrodillé en el suelo con la esperanza de recibir ayuda, o algo que iluminara mi discernimiento para poder liberarme de esos sentimientos que me estaban atormentando. Paré de llorar de repente.
-No... No quiero estar aquí Zacarías -manifesté, con la vista perdida en la carretera.
-Lo sé, lo sé, y lo lamento en serio... -me decía él, lamentado-. Sé que estabas en reposo, recuperándote, sin embargo, el proceso no se completó porque Uriel te necesitaba lo más pronto posible.
»Por esa razón, recibiste esos sentimientos de golpe, pero no te preocupes, se irán y volverás a ser el mismo.
- ¡No me interesa ser el mismo! Solo quiero saber qué estoy haciendo en este lugar -le dije con molestia. Mis ojos irradiaron luz por la cantidad de energía que estaba emergiendo de mi cuerpo.
-Uriel necesita de nuestra ayuda.
- ¡Y no pudieron terminar el trabajo ustedes! -grité enfadado.
-Ya basta Jeremías, controla ese humor -dijo Ezequiel al aparecer detrás de Zacarías-. Ese reposo te afectó mucho ¿no?
Estaba confundido, de verdad no sabía de donde salía mi comportamiento. Bajé la mirada hacia el suelo, pensativo.
- ¿Por cuánto tiempo estuve en reposo? -Decidí preguntar.
-Bueno...
-No me ocultes nada Zacarías, por favor -le dije, al mirarlo con desesperación.
-10 años.
Me quedé pasmado. Entreabrí la boca sin poder decir nada.
- ¡¿Qué?!... No puede ser... ¿Y para qué Uriel me necesita tan urgente? -inquirí, sorprendido y a la vez extrañado. Aún no podía asimilar el tiempo en el que estuve en aquella cápsula, y no comprendería jamás por qué duré tanto tiempo en reposo, y menos porqué todavía me faltaba más purificación.
-Jeremías, algo muy grave pasó -dijo Zac, tras dar una pausa-. Son muchas cosas, yo...
-Dímelas, una por una -interrumpí, no podía seguir esperando a que me dijera lo que estaba ocurriendo. Zacarías es del tipo de ángeles que dan muchas vueltas antes de transmitir alguna noticia. Me levanté dispuesto a escucharlo y me acerqué lo más que pude.
-Secuestraron a Susan, Bowreen no aparece, se están creando seres sobrenaturales; algo inexistente en estos tiempo. Los cazadores quieren esencia de ángeles, nos están matando Jeremías. Algo escapó del cielo y los cinco ángeles más poderosos que trabajan en la tierra lo están buscando... -Entonces él bajó la mirada y se quedó callado-. Es Lucifer, él escapó de su jaula y liberó a seres oscuros.
- ¿¡Dijiste Lucifer!? -expresé sorprendido e indignado. «Volvía a sentirme como humano, la tierra daba ese efecto».
-Te faltó decirle algo más Zacarías... -añadió Hemías al llegar de repente. Me quedé extrañado, lo vi de arriba abajo y luego le quité la mirada de encima para llevarla hasta Zacarías.
- ¿Qué sucede, qué más ha sucedido? -pregunté preocupado.
-Uriel te necesitaba -dijo, al dar una breve pausa incómoda, bajó la mirada de nuevo y por fin abrió la boca para terminar de hablar-, y te convirtió en un Ángel de la Muerte.
¡Hola, hola! Esta es la introducción para la secuela de Ángeles Caídos, espero que les guste y no olvides dejar tu comentario y estrellita acerca de tu pensamiento y expectativas en cuanto a esta temporada.
¡Porque para mí tu también eres importante!
¿Ya viste el trailer?
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Ángeles de la Muerte.
FantasyDe la trílogía Àngeles Caìdos. Todos los derechos reservados. (Prohibida su copia y/o adaptaciòn) Los ángeles de muerte son esos seres inmortales que bajan a la tierra con la intención de traer consigo a las almas perdidas: personas que mueren por r...