Ángeles de la Muerte.

Capítulo III

3

El sol lentamente estaba ocultándose entre las nubes opacas en el cielo. El clima estaba realmente frío y comenzaba a lloviznar.

Mientras caminábamos de vuelta a casa, todos veían a Bowreen de forma extraña, todos menos yo; era un ángel de la muerte, pero mi don como mensajero no se había ido, el de percibir cualquier cosa con los sentidos. Podía oler su tristeza, podía ver su frustración y sentía su confusión.

—Gracias por salvarme.

— ¿En serio eres Bowreen? —preguntó Killed con aire perplejo. Él lo miró un poco «obvio» y suspiró agotado—. Oye lo siento, la última vez que te vi eras un humano.

—Lo sé —respondió él mirando al suelo.

Bowreen se detuvo, y todos lo hicimos también. Quería decir algo.

—Han pasado 10 años, y tuve un año secuestrado donde me torturaron, donde torturaron a Susan, luego ella desapareció 6 meses después y me siguieron torturando y fue hasta hoy que me di cuenta porqué lo hacían. ¡Tengo alas! ¡Tengo unas estúpidas alas! —A Bowreen se le cortó la voz y casi llora—. ¡Ni siquiera he envejecido!

—Es la esencia que Mike te dejó como protección.

— ¡Sí, pero él no me heredó sus alas! —gritó él molesto. La idea de ser un ángel, a él nunca le pareció muy buena. Hay guerras con escorias perturbadoras, que a veces hasta a los ángeles les da miedo, la verdad es que Bowreen no estaba hecho para eso y ahora me sentía algo triste—. Solo me heredó su estúpida agua mágica. ¿Qué es lo que soy?

—Así que tú eres Bowreen —añadió Hemías al llegar de repente, al parecer no tuvieron suerte con Lucifer—. Espera, tú no eres un humano completo.

Hemías se quedó boquiabierto.

—Eres un nefilim, un ángel en transición, como Susan —Él se rió incrédulo—. No puede ser, se creó algo jamás hecho en la historia, ¡ni siquiera puedes volar aún!

Nos miramos unos a los otros.

—Oye, ¿a qué...? —Bowreen se acercó y sacudió sus alas inconscientemente, lo que a su vez provocó un fuerte viento que expulsó a Killed con la pared, muchos cuadros cayeron junto con él. Nosotros nos balanceamos un poco pero no caímos.

— ¿Pero qué cojones acaba de pasar? —Se quejó Killed—. ¡Qué clase de alas tienes!

—Killed, eres un brujo con mucho potencial, debes ayudarnos averiguar qué le está pasando a Bowreen.

—A ver amiguito ¿a caso no te parece extraño que tu amigo tenga aires acondicionados en su espalda?

— ¡Son alas! —Grité—. No estoy para juegos.

—Ese chico era un humano ayer y hoy es un ángel. Claro, no literalmente, pero es un cuerpo extraño.

— ¡Oye, aún sigo aquí!

— ¿Hemías algún comentario? Eres el más anciano de todos, sin ofender —intervino Zacarías.

—Esto es muy extraño, es casi imposible hacer esa transferencia.