Capítulo XXIII

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Jeremías

Se decía que los ángeles sentíamos, así lo ordenó Dios, de esta manera podíamos amar a los humanos tanto como él los ama, sin embargo, no nos tenían permitido involucrarnos con ellos de manera emocional, como lo yo lo hice antes con Amanda.

Por eso, muchos ángeles podían controlar el sí tener emociones o no, pero a esa mayoría de ángeles, cuando se les asignaban misiones en la tierra, debían cuidar de sus sentires, porque la humanidad tiene un poder emocional inimaginable. Por otro lado, hay excepciones, los Ángeles Guardianes fueron diseñados para convivir entre esos sentimientos humanos, no les afecta como a otros, ellos pueden sentir, no tan descontrolado como un humano puede hacerlo a veces, pero lo hacen con sensatez. Al igual que nosotros los Ángeles de la Muerte, sin que los humanos sepan, estamos caminando por la tierra, entre edificios, árboles, y ocultos entre las paredes haciendo nuestro trabajo. Nosotros podemos sentir porque estamos en la tierra, pero decidimos si queremos hacerlo.

Si los Ángeles de la muerte nos permitimos sentir emociones, quizá no podríamos controlar nuestra ira, dolor, tristeza, nostalgia, alegría. En comparación con los ángeles guardianes, ellos deben sentir porque son los que están en más contacto con humanos, necesitan ser sensibles para poder entenderlos y ayudarlos. Ellos pueden sentir lo que quieran y cuando quiera, porque están completamente diseñados para eso. Yo jamás me podría involucrar como ángel guardián de ningún hombre.

Pero ya había cometido ese error con Bowreen y por eso sufrí tanto, y Mike, que era su ángel guardián, a pesar de que lo amaba, no sufrió tanto como yo « y eso no tenía nada que ver con que yo lo amara más, simplemente unos sufren más que otros porque se deja dominar por el sentimiento».

–Pero de una cosa estoy seguro, y es que ninguno de los ángeles carecemos de amor, porque donde no hay amor, no hay nada.

Cuando vi que tenían a Bowreen cautivo de nuevo, sentí muchas cosas, sin embargo, lo sentí siendo un humano, así que pude soportarlo más, pero me permití volver a recuperar mi esencia, porque no podría seguir la misión estando preocupado por tantas cosas a la vez. Es curioso darme cuenta que siendo humano pude soportar el dolor, los humanos están tan bien creados para vivir en la tierra con todos esos sentimientos, que cuando se les presenta una situación fuerte, sea mala o buena, ellos o la gran mayoría sabe cómo afrontarlos, la humanidad está diseñada para pasar por esas pruebas, procesos, desiertos, sufrimientos, felicidad, tristeza, dolor y angustia. Los ángeles no, nosotros estamos diseñados para otro tipo de batallas, porque confiamos en Dios, pero los humanos se le hace más difícil hacerlo. Ojalá pudieran confiar en él completamente, así no sufrirían tanto, dejarían sus problemas en él y los problemas serían menos pesados. Sin embargo, Dios sabía que sería difícil, pero no imposible, por esa razón los diseñó para soportar problemas mientras encontraban su voz.

– ¡Cuán admirable creación ha hecho Dios! Por eso debemos agradecerles todos los días.

...

Jehrem se marchó lejos, con un sentimiento de arrepentimiento, podía sentirlo, realmente no lo había echado, solo le permití que se diera un tiempo, al final iba a volver. Por otro lado, Kael y Jezreel volaban por los cielos intentando estar al tanto de lo que pasaba a nuestro alrededor, aunque ellos sabían que eso no funcionaba siempre, en este mundo muchas cosas eran impredecibles. Finalmente, Susan y Sam se quedaron atrás charlando mientras yo iba caminando adelante sin decir ni una palabra más que las que estaba pensando

De repente, escuché unos pasos entre los árboles, me alarmé y subí la mirada preocupado, pero no vi nada. Miré hacia atrás pero los demás estaban tranquilos, al parecer no escucharon nada, «quizá haya sido mi imaginación» pensé.

Ángeles de la Muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora