6
Había olvidado lo que se sentía estar debajo del agua por tanto tiempo, los ángeles no solemos hacerlo, puesto que nosotros estamos en constante comunicación con otros ángeles y debajo del agua no se distingue tal conexión.
Tenía tres horas debajo del agua, solo, meditando y tratando de recuperar la paz, después de todo lo que descubrí, ya no estaba del todo tranquilo, ahora ya no eran dos preocupaciones, sino cuatro: Susan, Bowreen, Amanda y un hijo que por supuesto era un nefilim.
Todo estaba en silencio. Debajo del agua todo se sentía irreal, mi cuerpo estaba flotando y Max gritando en mi interior.
— ¡Jer! —escuché decir a alguien a lo lejos, se oyeron varios ecos. De pronto, sentí que me jalaron por el brazo y me llevaron a la superficie. Di un fuerte suspiro al salir—. ¿Pero qué demonios te pasa? ¡Estuve horas buscándote!
—Así es como funciona cuando estás debajo del agua, deberías familiarizarte Bowreen, ya es hora.
— ¿De qué estás hablando? —me dijo él extrañado, hasta yo lo estaba—. ¿Estás acaso deprimido porque descubriste que tienes una familia?
Me quedé callado y me sentí mal emocionalmente.
—Son tantas cosas Bowreen.
— ¡Pero mírate! ¡Estás en un jodido acantilado donde el agua ni siquiera está fría! ¡Está congelada!
—Sabes que no voy a morir de hipotermia —dije sin expresión.
— ¿Qué hay de Max? ¿Lo olvidaste?
« Tiene razón, había olvidado la vida que llevaba conmigo, era tan valiosa que también se incluían en las tantas cosas que me angustiaban».
—No sé qué hacer Bowreen, estoy desesperado —le digo a él tocándome la cabeza con ambas manos.
—Oye, la biblia no es solo un manual de vida para los humanos, ustedes también deben entender que angustiarse no sirve de nada. Entiendo cómo estás, pero debes resolverlo de alguna forma, ¡por Dios, eres un ángel al que todos respetan! Aprovecha eso e investiga donde está tu familia.
—No creo que Dios quiera que lo sepa.
—No creo que Dios quiera que su ángel de mayor jerarquía esté en un acantilado del que por cierto me estoy congelando y esté sufriendo. ¡Ni siquiera yo quiero verte así! ¡Mira! Ya estás todo morado, pareces orquídea.
— ¿Qué es una orquídea? —pregunté, yo me sabía el nombre hasta del último pasto sobre la tierra, pero estaba tan bloqueado en ese momento que me cerré.
— ¿Es en serio? —inquirió Bowreen sarcástico—. Es una flor morada que representa a Venezuela.
—Ah, entiendo, sabía que pertenecía a algún país.
— ¡Vaya que sí sabías! —expuso Bowreen, sarcásticamente mientras subía las cejas.
—Entiendo.
Mientras el movimiento del agua nos balanceaba de un lado a otro, Bowreen no dejaba de mirarme, entonces se dispuso a decirme un comentario.
—No entiendo la vida de los ángeles —Él bajó la mirada—. ¿Estás bien, Jer?
— ¿Crees que lo estoy? —le pregunté incomodo. ¿¡Acaso no nota que estoy mal!? Me salieron lágrimas de los ojos—. Uriel está muerto, y ahora no sé en donde están esas personas.
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Ángeles de la Muerte.
FantasíaDe la trílogía Àngeles Caìdos. Todos los derechos reservados. (Prohibida su copia y/o adaptaciòn) Los ángeles de muerte son esos seres inmortales que bajan a la tierra con la intención de traer consigo a las almas perdidas: personas que mueren por r...