-¿¡Puede saberse quién eres!?-me dijo uno de los hombres amarrados.
No respondí. Estaba muy ocupada, echando pececitos al río. ''Si que querían dejarlos en reservas''pienso yo. Me giro cara ellos.
-¡Responde de una vez, cacho furcia!
Un ramazo le da en toda la cara. Ni siquiera tuve que ordenar al abedul de su lado que le diera el golpe, ya lo hizo este mismo. Cojo las lonas de las tiendas de campaña y las enrollo. Todas las botellas están tiradas por el suelo y mi amigo el abedul las coge y las pone dentro de una bolsa que yo mantengo abierta.
-Bien, señores. No sé si sabrán que están en territorio latveriano.
-Claro que lo sabemos ¿pasa algo?-responde el otro.
-Saben lo que les ocurre a los extranjeros aquí, verdad?
Quedan asustados con mis palabras. Noto como cada su respiración es más agitada y el miedo más notable.
-Hay gente que vive de la pesca en estas tierras. Es un territorio relativamente pequeño y necesitan de sus propios recursos para sobrevivir.
-¡Igual que nosotros, furcia!-grita el que siempre toma la iniciativa de contestarme.
El rama esta vez le ha dado tan fuerte que hasta le ha hecho sangre.
-No estoy dispuesta a consentir que me llame furcia de nuevo-digo con voz potente-, cuando yo les estoy dando otra oportunidad.
-¿Nos vas a dejar libres?
-Tal vez...
Pero mi frase se ve interrumpida cuando siento un fuerte vibración en mi cuello. Al instante sé quien es. Escucho como un sonido parecido al de la armadura de Iron man al aterrizar pero la armadura que aterriza ante mis ojos es distinta y está cubierta por una capa verde.
El polvo se levanta. Me tapo los ojos con mi brazo derecho. Luego siento una orden dentro de mi.
''Encadénalos''.
Paso por delante de Doom. Mando a las ramas que los tenían apresados levantarlos (con un movimiento de brazo cara arriba), los encadeno y los conduzco hasta una nave pequeña que acaba de aterrizar en un campo próximo a la orilla.
Allí está Val que los mete en unas jaulas, cierra la compuerta y se va.
Yo me quedo quieta pensando en el futuro de esos dos furtivos, mirando como la nave se levanta y emprende viaje rumbo al castillo. Mientras tanto, no he sido consciente de la presencia silenciosa del dictador, quien se ha acercado y apoyado la mano en mi hombro.
-Bien hecho, querida. Primer día, y ya encuentras a unos sucios furtivos. Si al final, me serás de verdadera utilidad...
-Señor Doom. ¿Qué será de ellos?-digo girando mi cabeza cara él.
Escucho una risilla y luego veo como el coge uno de mis rizos.
-Querida, limítate a obedecer-dice acercando su cabeza a mi cuello. Su otro brazo me amarra con fuerza hacia su armadura. Yo al contacto con ésta me estremezco y empiezo a ponerme nerviosa. Sentir su aliento en mi cuello no ayuda- y serás recompensada.
-Pero ellos-siento otro calambre en el cuello.
-No quiero escuchar ninguna palabras más del caso-ordena.
-Entendido, señor-digo resignada.
-Ve con Naelí, sigue esperándote-dice desprendiéndose de mi.
Llamo al caballo. Este tarda unos minutos en llegar. En todo ese tiempo me he sentado en la orilla del río, jugueteando con unos pececillos recién liberados que siguen a mi dedo de un lado a otro por la superficie.
Víctor se ha puesto a mi lado. Ha rodeado mi cuerpo sentándose alrededor de mi. Los seres con escamas han debido de presentir peligro y se van cara las profundidades.
''Apóyate en mí''ordena su voz.
Así hago. El sitúa su cabeza encima de mi hombro. Siento sus frías manos, por el interior de mi ropa.
''Otra vez no'' pienso.
Hace círculos alrededor de mis sujetador con sus dedos. Tengo miedo. El abedul y otro árboles comienzan a acechar sus brazos para detenerlo. Pero él como adivinando sus intenciones me dice:
-Ordena que paren-su voz es gélida. No la reconozco en él.
-Señor, por favor...-digo sollozando. Sí las lagrimas ya han salido de mis ojos.
Él simplemente cesa de repente con sus giros, y saca las manos de debajo de mi ropa. Pero sigue sin levantarse.
''Al menos ha parado''digo yo más tranquila.
-Contigo nadie puede divertirse un rato-dice entre frustrado y resignado.
Lo único que deseo es que el caballo llegue ya. He dejado de apoyarme en él. Me levanto sin previo aviso y me dispongo a irme. En un instante, vuelvo a sentir su mano agarrando la mía con fuerza.
Nuestros ojos se cruzan de nuevo. Sorprendido, suelta mi mano y yo me dirijo cara el campo, en el que mi montura me espera.
Supongo que mi tristeza o la furia de mis ojos, ha dejado claro muchas cosas. Entre ellas que no soporto que mi cuerpo sea su juguete. Diversión. Que asco me da. Ojalá pueda largarme de aquí de una vez. No soporto eso...
Charles no era así.
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Maldita sea. ¿Por qué?
No he hecho nada mal. Esa maldita criaja. Apartarse de mi persona de esa manera. Tan solo quiero dejar claro por donde quiero que vayan los tiros. Es mi esclava, sí. Pero también algo más. Desgraciadamente algo más.
No soporto verla llorar. No. Temo herirla. Tan delicada. De una manera u otra siempre la acabo dañando. Intentaré obligarla a una cita conmigo. Sé que por el momento me teme.He de admitir que disfruto de sus reacciones.
El río está en calma. Yo no. He de acorralarla.
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¿Qué os ha parecido?
Sé que hay cambios de narrador y no sé si lían más,o se entiende quien es el que narra.
Muchas gracias a todos por leer!!!
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Meduss142
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Víctor von Doom
Novela Juvenil¿Qué pasaría si en medio de una misión especial en la que debes capturar al mayor villano del mundo, Dictador de un país, tu plan se va al garete y este te hace prisionero?¿Qué maneras habrá de huir de un país con una estricta dictadura, que cuen...