Habían pasado unos días, cuatro para ser exactos, el castillo estaba muy deprimido gracias a que nadie encontraba algo que los entretuviera. Todo era JiMin. Todo les recordaba a JiMin.
Y las cosas no estaban mejorando...
—¡Chicos, miren, mi brazo está desapareciendo! —dejó de caminar para observar de nuevo su brazo. —¡¿POR QUÉ MI BRAZO ESTÁ DESAPARECIENDO?!
—Chicos esto se nos sale de las manos, Taehyung está desapareciendo. —SeokJin caminó al rededor de la mesa sin preocupación hasta darse cuenta de lo que dijo. —¡¿POR QUÉ ESTÁS DESAPARECIENDO?!
—No lo sé pero me siento débil. Mi cuerpo duele y mis ojitos quieren cerrarse. —dijo con cansancio en su voz. —Jin no puedo moverme.
—Tranquilo, buscaremos algo que hacer. —sonrió con pocas ganas.
—No Jin, esto ya es mucho. —su voz ya estaba escuchándose rota y tardó unos minutos en hablar. —Me estoy muriendo...
—No digas eso Tae, tú no estás muriéndote. Buscaremos una forma para que sigas aquí, a mi lado.
—Eso se escucha bien pero, Jin, estoy muriendo. Busquen el cuerpo de JiMin... él está desapareciendo y el de Jungkook. Lo estoy sintiendo.
—No, ambos están bien. Ho Seok estaba hace un segundo con él y yo con Jungkook. Ambos estaban bien.
—YoonGi, todo puede pasar en un segundo. Los tres estamos conectados, si JiMin murió significa que los tres moriremos.
—¡Deja de decir esas cosas! —SeokJin se desesperó y le gritó a ambos dioses que fueran por sus ángeles.
—SeokJin...dios Jin. —se corrigió. —El cuerpo de JiMin no está. —habló en desesperación Ho Seok.
—Jungkook también desaparece. —YoonGi regresó con lágrimas en sus ojos y con su ángel en sus manos.
—¿Vieron? Desaparecemos... por favor recuérdenos como éramos.
—¡NO DIGAS ESO! Buscaremos una forma de que regresen. Tae no pienses que soy alguien malo. Yo te amo y te regresaré conmigo.
—Dame un abrazo el último que recibiré. —SeokJin corrió hasta Taehyung para aplastarlo pero no pudo tocarlo, ya estaba en forma fantasmal. — Oh, creo que no podré sentirte. Lo lamento Jinnie...
—No... —con su voz rota intentaba tocar todas las partes de su cuerpo pero nada.
—¿Me podrías desbloquear de WhatsApp? Es una tortura. —con una última risa destrozada por parte de ambos Taehyung finalmente se esfumó y no quedaba nada de él.
—¡TAE, MI AMOR , NO!
—¿YoonGi? ¿Jin, padre qué sucede? —Jungkook intentó moverse pero no entendía nada. — ¿Por qué no me puedo mover?
—Kook, no llores. —habló YoonGi con su voz quebrada. —No, no llores no...
—¿Por qué siento que algo malo está por pasar? No quiero dejarte.
—Bebé, estás desapareciendo.
—Entonces recuérdame y nunca desapareceré. —dijo cuando sus ojos cambiaron de color, ese blanco en sus ojos le daba seguridad a su dios.
—¿De qué hablas?
—Hay una forma de recuperarnos pero para eso deben nunca olvidarnos. La respuesta está en Busan, deben volver porque la encontrarán créanme. Por ahora es tiempo de reunirme con mis tres hyungs, hasta luego. —y con una sonrisa débil su cuerpo desapareció en los brazos de YoonGi.
El aire se sentía pesado, todos estaban dolidos con corazones rotos. Sus ángeles habían desaparecido quizás para siempre, quizás por un largo tiempo.
NamJoon entró por la puerta principal con tan sólo un par de ropas y lágrimas en sus ojos. Los demás estaban sorprendidos de verlo llorando y con esa mirada tan decaída.
—Créanme que sé lo que todos sienten. Sí, soy frío con este tema pero mi corazón está hecho trizas, mi ángel también se esfumó y no saben cuánto odio me tengo. Soy el dios de la muerte pero no puedo controlar la ida o la estadía de un ángel. Me siento tan inútil, siento que no puedo hacer nada bien y Jin me lo confirmó hace unos días. —sus lágrimas seguían bajando y su mente estaba a cada segundo recordándole lo malo que era y que todo lo hacía mal.
Jackson estaba presente, claro que nadie lo podía ver, estaba observando a su dios llorar y esa imagen llegó hasta lo más profundo de su corazón. Deseó quedarse ahí para siempre y abrazarlo sin embargo, su hora había llegado. Ya tenía que irse lejos con sus hermanos y Taehyung, no podía quedarse más.
Por la mente de los dioses pasaba de lo peor; JiMin nunca regresará, Taehyung desaparecerá mientras Jin muere poco a poco, Jungkook podría nunca volver y Jackson llegaría a odiar a Namjoon dejándolo solo.
SeokJin deseó que existiera ese botón mágico de regresar. Ese botón que en algún momento de la vida todos han querido utilizar. Ya sea por la cosa más insignificante como de caerse frente a muchas personas o perder a tu ser más querido y hacer que vuelva.
Todos lo necesitaban.
Sus mentes fueron reinadas por la negatividad y la mala vibra. Esos pensamientos de nunca volver a ver a sus ángeles los carcomían completos. Se sentían horribles e inmerecedores de sus ángeles.
Vaya dioses —pensaron mientras se culpaban de todo.
Aunque quisieran quedarse ahí para llorar y sufrir no podían. Debían comenzar a armar otro plan para recuperarlos y no lamentarse más luego.
Sé que es corto y perdónenme pero, mi imaginación tomó alas y salió volando a lo lejos...
—Kyoonie🥀
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Mental Illness || HopeMin
Fanfiction«Todo dios necesita a su ángel» A pesar de las separaciones, de los recuerdos olvidados, de los llantos, de las discusiones. El amor nunca será olvidado. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • AU: Dioses y sus ángeles. El amor es una enferm...