Illness
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La ciudad se veía un poco extraña según JiMin. El aire se sentía pesado, el frappuccino ya se había enfriado y comenzó a llover sin previo aviso. Ho Seok agarró la mano de JiMin hasta adentrarse al vestíbulo de un edificio. Las personas ahí adentro se veían nebulosas, de repente la señal de los teléfonos se había cortado por completo y la luz de aquel lugar comenzaba a fallar. El corazón de JiMin se quería salir de lugar, tenía mucho miedo y en cualquier momento podría gritar.—No te alteres. Huelen miedo. —susurró Ho Seok manteniendo toda la calma posible.
—¿De qué hablas? ¿Quienes?
—Nos están acorralando. Era muy bueno para ser cierto. Busan está repleto.
—¿De qué hablas Hobi? —JiMin comenzó a alterarse y a perder el control.
—Son los demonios, no te asustes porque entonces será muy malo. —intentó tranquilizarlo pero intentó fallido; las luces se habían ido por completo y todo Busan se quedó sin electricidad y sin señal.
—Hobi esto no me gusta...
—A mi tampoco bebé pero mantén la calma. —sus ojos paseaban por toda la habitación, aunque estuviese obscura, buscando al causante de esto. Ho Seok sabía que no era Jooheon. —Tenemos que salir de aquí. —agarró la mano de JiMin para salir pero chocó con una figura algo alta que lo hizo retroceder. Las luces se encendieron dejando ver a muchos hombres alrededor de ellos, acorralándolos.
—No tan rápido, la fiesta comienza ahora. —un chico de cabellos negros haló los de Ho Seok para lanzarlo al suelo causando que este último se diera con la puerta de cristal dándole jaqueca. Llegó hasta JiMin y lo abrazó para intentar dejar un beso en sus labios pero sólo logró tocar la mejilla ya que JiMin movió su rostro inquieto.
JiMin moría de asco.
—¿Acaso no quieres un besito bebé? —burló el apodo que Ho Seok antes había dicho. —Juguemos un rato. —pidió con un puchero burlón.
—Aléjate de mi. —tenía acorralado al menor impidiendo que se pudiera soltar. Ho Seok intentó ponerse de pie pero recibió una patada en el estómago y luego otra más. Luego otros chicos se unieron a halarle el cabello y uno hasta agarró su rostro y dejó un beso justo en sus labios. Ho Seok se retorcía por el asco.
JiMin abrió sus ojos observando cómo no dejaban en paz a su dios y se enojó.
—Suéltame maldito perro rastrero. —habló entre dientes pero era como si el chico fuese sordo. —¡Que me sueltes! —pateó la zona débil y se soltó como pudo. Sus manos iban directo a los cabellos de los chicos que molestaban a Ho Seok pero fue detenido. Alguien había agarrado su camisa y lo arrastró lejos de él. —¡NO, NO! ¡HO SEOK! —JiMin entró al ascensor con ese mismo chico y sabía que si no salía ahora mismo de ahí lo peor podría pasar.
Ho Seok recibía todas las patadas e intentó luchar todo lo que podía por salir de ahí. Escuchó el grito de JiMin llamándolo, sus manos golpearon a uno de los chicos pero los otros lo aguantaron de los brazos y las piernas hasta ponerlo de pie y recibir aún más golpes.
—JiMin nunca te amo. Él sólo quiso hacerte creer que de verdad valías la pena pero, no es así. Tú no eres suficiente para él. Él merece mejor cosa que tú. —ese comentario inundó todo su cerebro y llegó a su corazón como aviso.
¿Será eso cierto? ¿JiMin no lo ama?
Los chicos dejaron de golpear a Ho Seok. Éste estaba hecho un mar de lágrimas y se mantuvo inmóvil, su corazón palpitaba muy lento y sus manos temblaban. ¿JiMin no lo amaba? No comprendía por qué ya no podía moverse, todo parecía haberse acabado. Como si ya no diera sentido seguir estando en ese lugar.
—¡Hobi, Hobi! —JiMin corrió hasta Ho Seok pero frenó justo frente a él cuando su mirada se vio perdida. —¿Hobi? —no respondió —¿Mi sol? —aún nada. —Jung Ho Seok, ¿qué te sucede? —era como si estuviese completamente desconectado de la vida. —Mi vida, ¿qué te sucede?
Ho Seok no lo escuchaba ya. En su cerebro sólo pasaba la misma frase: Tú no eres suficiente para él. Él merece mejor cosa que tú. ¿Y si era cierto? ¿Y si de verdad JiMin merecía mejor cosa que él? Después de todo él le dio una mala vida. Le traspasó una espada por el corazón, estuvo seis años sin él porque permitió que le borraran la memoria sin él saberlo, tardó tiempo en recordarle quién era para luego terminar siendo él quien olvidara a JiMin y casi lo asesinara por asfixie. Ho Seok ha sido horrible con él, una completa basura con su ángel.
Quizás ya ni siquiera debería seguir con él. JiMin no merece estar con alguien como él.
Jin entró corriendo al vestíbulo, los demonios ya habían desaparecido sin dejar rastro. La mirada de Jin se entristeció al ver la escena de JiMin llorando mientras abrazaba a Ho Seok y a Ho Seok observando a un punto muerto sin corresponderle.
—Es mejor ir a casa...—sugirió Jin tomando a JiMin de los hombros arrastrándolo con él.
—Hobi...—su voz estaba rota, su manita tomó la mano de Ho Seok guiándolo hasta la salida.
—¿Todo bie- —Jackson miró con rareza a Ho Seok. —Parece un fantasma... ¿que sucedió allá adentro?
—Jackson, no hagas que recuerde. No ahora. —pidió SeokJin y Jackson asintió.
Tomaron el primer avión que estaba disponible para regresar a Grecia. En el castillo JiMin llevó a Ho Seok consigo hasta su habitación. JiMin le hablaba y le decía que ya todo estaba bien, que no tenia de qué preocuparse pero, fue en vano. Ho Seok había cerrado sus ojos y se durmió.
—Si nuestro amor es erróneo pido nunca estar en lo correcto. Si esto es real, si esto es de verdad por favor, no me permitas estar en lo correcto. Sólo quiero que seas mío. ¿Por qué le haces caso a los demás? Óyeme a mi, yo siempre quiero estar a tu lado. Nunca lejos de ti. Te amo. —con lágrimas en los ojos JiMin tomó la mano de Ho Seok y la besó. Sus lágrimas caían sin parar y sus gemidos se seguían escuchando. Estaba roto. —Tal vez tú puedes tomar la presión y hacerla desaparecer. Me haces sentir cosas que nunca había sentido antes. Y no me importa si a algunos no les gusta porque es a mi que me debe gustar, y vaya que me encanta estar contigo. ¿Estás siendo consiente de lo que le haces a mi corazón? Lo haces estallar con cada acción que haces. Jung Ho Seok, estoy tan enamorado de ti... no hay forma de describir cuán alegre me haces. Tus risas son mi música diaria, tu sonrisa es mi serie favorita, tus ojos son mi universo, tus labios mi perdición y tus abrazos mi hogar. No pienses que no te amo. —JiMin sintió a Ho Seok moverse y supo que estaba despierto todo este momento. —¿Tú me amas igual que como yo te amo?
—No. —dijo al acomodarse y quedar boca arriba. Los ojos de JiMin se humedecieron, no pensó recibir esa respuesta tan fría. —No tan sólo te amo, yo daría mi vida por ti. Ignorando el hecho de que prácticamente moriste dos veces por mi culpa y...—JiMin lo interrumpió con un beso fugaz. —Tú eres mi película favorita, mi mejor amigo, mi novio, mi ángel, mi paz y mi dolor de cabeza, aunque yo sea más el tuyo. No sabes cuan arrepentido estoy, no debí haber pensado que no me amabas. Yo de verdad lo lamento.
—No vuelvas a pensar que no te amo. Tú eres la única persona que causa diferentes cosas en mi. Como esas mariposas en la barriga, esos besos largos llenos de cariño, esos abrazos de osos que ni a papá ni a Kook les doy, esas miradas llenas de secretos que solo nosotros conocemos... siempre serás la persona que amaré con toda mi existencia. Vivo o muerto.
Rápidamente Ho Seok tomó las mejillas redonditas del menor y pegó sus labios con los de él dejando unos cuantos besos por todo el rostro y cuello. —No sabes cuán feliz me haces.
—Lo mismo digo. —con carcajadas recostaron sus cuerpos aún besándose.
—Te amo.
—Yo te amo aún más. —retó JiMin con una extensa sonrisa en su rostro. No le molestaría saber quien ama más a quien.
—¿Ah si? —preguntó Ho Seok con una ceja alzada mientras le hacía cosquillas al menor. —Nunca te vuelvas a ir, ¿si?
—Nunca me iré si estoy a tu lado.
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Mental Illness || HopeMin
Fanfiction«Todo dios necesita a su ángel» A pesar de las separaciones, de los recuerdos olvidados, de los llantos, de las discusiones. El amor nunca será olvidado. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • AU: Dioses y sus ángeles. El amor es una enferm...