—¿Ese tipo está en Busan, no?—preguntó YoonGi mientas comía un pedazo de pastel que habían dejado en el refrigerador.
—Eso era mío. —Jungkook creó un puchero con sus labios.
—¿Te doy un poco? —preguntó con perversidad.
—Más tarde.
—Si, en Busan. —interrumpió NamJoon. — Siempre anda metido en su oficina, sale todas las mañanas para vigilar a JiMin en la cafetería. Bueno, antes lo hacía, ahora no porque JiMin ha escapado.
—¿Cómo que escapado?
—Como lo oíste, para Busan tú hijo es todo un fugitivo, todo un criminal. Eso es lo que Lee les ha dejado saber a todos.
—Maldito imbécil. —insultó Jin mientras paseaba sus ojos por la habitación y dar con Taehyung. — No podemos dejar que ellos vayan. —susurró para que sólo los dioses le oyesen.
—¿Por qué no? Ellos son buenísimos para esto. —preguntó YoonGi.
—¿Estás viendo a Taehyung en ropa interior y bailando o sólo soy yo? —señaló en dirección al chico y todos veían lo mismo.
—Buena elección, ángeles en casa.
El plan era viajar a Busan, necesitaban cobrar venganza por JiMin. ¿Cómo se pudieron atrever a meterse con ese ángel? Quien sabe si mas.
JiMin observaba de lejos sin entender nada de lo que salía de los labios de Ho Seok. Los miraba y los grababa en su mente, se veían tan...tan deliciosos y apetecibles. El pelinegro relamía sus labios cuando los sentía secos pero no despegaba su vista de aquel dios. Era tan perfecto al mirar, como una película que JiMin podría tornar a ser su favorita. Sin darse cuenta sus ojos ya habían cambiado de color, el color característico había cambiado a mostaza más iluminado que cautivaba todas las miradas. De repente Taehyung y Jungkook lo llaman pero éste está en su mundo y ambos ángeles notan algo extraño en él. Le ha crecido un mechón rojo.
—Está recordando. —susurró Jungkook sonriendo. — Cuando tenga cinco ya recordará por completo.
—Nosotros tenemos más de seis mechones. Parezco de esos melones que tienen dos tonos en el pelo. — se quejó Taehyung señalando su cabeza.
—Nosotros llevamos tiempo aquí, a JiMin le ha pasado de todo. Y no seas exagerado que no pareces un melón. —apoyó Jungkook y Taehyung le agradeció. — Más bien pareces la parte interior de una papaya.
—¡Oye!
—Perdón.
—¿Qu-qué sucedió? — preguntó JiMin tocándose la cabeza.
— Regresó a la normalidad el príncipito. Bienvenido a Narnia querido Peter Pan.
—Taehyung, esas son tres historias diferentes.
—Eh, yo no pregunté.
—¿De qué hablábamos?
—De lo embobado que estás por Ho Seok.
—¿Qué?
—Te ha crecido un mechón rojo en el cabello querido hermano. —las manos de JiMin se dirigieron a la parte delantera de su cabeza y haló sin fuerza unos cuantos cabellos rojos. — Empiezas a recordar. —JiMin tardó unos minutos en entender pero finalmente se alegró, al fin iba a saber quién era Jung Ho Seok.
—Bueno ya lo tenemos. Eso haremos. —los dioses se separan y caminan afuera del laboratorio.
—Yo tú me voy con Ho Seok. Muéstrale ese mechón. —sonrieron entusiasmados al ver como JiMin daba pequeños saltitos para acercarse a Ho Seok.
Los labios de JiMin crearon una sonrisa tierna, sus ojos se convirtieron en medias lunas y sus mejillas se pintaron de un tono carmesí. Con sus pequeñas manos tapó el mechón que recorría desde el medio de su cabeza hasta la parte delantera y apresuró su paso hasta el dios.
—Ho Seok. —lo llamó con timidez. —¿Hobi? —su ceño se frunció al recordar un apodo. — Mi sol...— Ho Seok se volteó rápidamente cuando escuchó el último apodo.
—¿Qué dijiste? —con una gigante sonrisa mostró su alegría, sus hoyuelos y sus perfectos dientes. —¿Me llamaste mi sol?
—Si... ah mira esto. —apartó sus dos manos de su cabeza mostrando el mechón rojo de cabello.
—Por Dios. —suspiró aún sonriendo. Sus ojos intensificaron el azul hipnotizando a JiMin. —Ya son tres mechones. —Ho Seok cortó la distancia uniéndolos en un abrazo acogedor. —Eres un hermoso desastre. —carcajeó mientras peinaba los cabellos de JiMin con su mano.
—Hermoso desastre...— susurró cuando cerró sus ojos y bailaba en sus brazos.
El abrazo se rompió. Sin embargo, JiMin sentía cosquillas que lo inquietaban, necesitaba algo más. Lo anhelaba.
— Oye Hobi. —el mencionado mostró preocupación y toda su atención. —¿Tengo algo en el ojo? —extrañado Ho Seok se acerca para verificar el ojo.
JiMin aprovechó para acercarse hasta unir sus labios. Actuó como inexperto por unos minutos mientras sus labios se tocaban pero, aún sentía ese cosquilleo. Su lengua pidió permiso para poder adentrarse en Ho Seok, y le fue permitido. Ambas lenguas jugaban, compartían saliva y alguno que otro pequeño sonido de gusto. Buscaban aire sin terminar con los besos. Ho Seok pegó a su ángel más abrazando su cuello con sus manos, mordió su labio inferior y lo chupó hasta quedarse con la esencia de sus labios. De nuevo sus lenguas compitieron y ambos rieron al contacto. JiMin se separó un momento para volver a acercarse y dar un largo beso lleno de mucho, mucho amor. Sus ojos se abrieron al finalizarlo, ese hermoso mostaza apareció al igual que el azul cristalino de Ho Seok el cual se intensificó más. El dios sonreía sin poder creerlo, todo estaba tan bien. Todo era perfecto y mas ahora que...
JiMin ya tenia sus cinco mechones.
—¿Me recuerdas? —preguntó con toda la esperanza del mundo.
—¿Cómo pude olvidarte? —sonrió regresando al abrazo. —He regresado, no me volveré a ir.
Jin entró para buscar unas zapatillas que había dejado hasta encontrarse con esa escena. Sus ojos se abrieron grandes y sus cejas se alzaron, no podía creer que JiMin ya tuviera sus mechones. Si no salía de ahí se pondría a llorar arruinando el momento.
—Ven, pie derecho y luego viene el izquierdo. —susurró Taehyung para alejarlo de ahí.
—Ha crecido tanto... ya recordó todo.
—No dije que hablaras, dije pie derecho y pie izquierdo. Ven, lloras en tu habitación. Uso quieres busco la piscina.
—¿Qué tiene que ver la piscina con llorar en mi habitación?
—Que la puedo llenar con tus lágrimas y nadamos en ella.
—Estas pasando mucho tiempo con NamJoon.
—Es verdad...
Al salir del lugar Taehyung de repente creó un puchero y cruzó sus brazos.
—¿Qué sucede?
— Nunca me compraste el repelente contra el farsante de Jungkook.
— Que no soy un farsante Taehyung. —replicó Jungkook mientras comía cereal.
—Tú ángel usa tinte.
—¿Sigues con lo mismo? —protestó YoonGi al aparecer detrás de Jungkook comiendo el mismo cereal. —Debes crear otra historia, esa está muy vieja.
🌼
Disculpen mi mala forma de escribir, es horrible lo sé.
Espero que les haya gustado...¡Gracias!
—Kyoonie🥀
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Mental Illness || HopeMin
Fanfiction«Todo dios necesita a su ángel» A pesar de las separaciones, de los recuerdos olvidados, de los llantos, de las discusiones. El amor nunca será olvidado. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • AU: Dioses y sus ángeles. El amor es una enferm...