Sus manos pasearon por la espalda de JiMin mientras él lo besaba con lentitud; sus pieles se tocaban por completo, JiMin reía cada vez que Ho Seok besaba su cuello, cuanto le encantaba. Amaba sentir sus labios en todo su cuerpo, ver los ojos azules de su dios lo calmaba y pasar las noches así a su lado era como estar en la gloria.
Sus piernas estaban entrelazadas, sus brazos igual, los cabellos rebeldes de JiMin tocaban la frente sudada de Ho Seok y sus sonrisas chocaban convirtiéndose en besos tiernos y suaves, calmados y llenos de amor. No podían pedir una noche mejor que esa. Las respiraciones se conectaron y sus pechos no parecían querer separarse.
Por el lado de Ho Seok era lo mismo. JiMin era la obra de arte más hermosa que sus ojos alguna vez pudieron apreciar. JiMin era mucho más perfecto que una simple obra de arte, era la creación más perfecta del mundo. A Ho Seok no le importaba si la perfección no existiera, si él decía que era JiMin es porque de verdad lo era. Amaba con todo su corazón que el menor se sintiera avergonzado cuando él gritaba. Amaba cuando el menor peleaba con él para saber quien amaba más al otro. Y sobre todo amaba que ese chico tan perfecto fuera su ángel.
—¿Qué tipo de género de película soy? —preguntó JiMin con intriga, con sus mejillas infladas y su vista enfocada en los labios del contrario.
—Quizás comedia, quizás romance, quizás acción, aventura...yo solo sé que no me cansaría de verte una y otra y otra y...—de nuevo fue interrumpido por los labios de su ángel. —y otra vez. —sonrió aún con el menor encima de él. —Nunca me cansaría de ti. Eres un mundo, mi mundo así que me es imposible. Gritaré a los cuatro vientos que te amo y que nunca te dejaría. ¡Amo a Park JiMin! —alzó la voz y sonrojó a JiMin. Sus mejillas se tornaron carmesí casi rojo pasión.
—Entonces yo también gritaré que ¡amo a Jung Ho Seok! —alzó la voz sonrojándose más. Los silbidos de los demás no se tardaron en escuchar causando que ambos chicos rieran.
Ho Seok tomó a JiMin por las caderas y lo acostó a su lado quedando frente a frente. Sus dedos crearon círculos en la espalda baja del menor cerca de los pequeños hoyuelos de JiMin. Los labios de Ho Seok dejaron pequeños besos en la frente y en los párpados ya cerrados del peli negro.
—Me encantas tanto...
—Tú me encantas más. —sus ojos mostazas crearon una media luna y sus dientes se dejaron mostrar. El pelirrojo amaba tanto ese pequeño diente roto que el menor tenía, lo hacía ver tan lindo y adorable.
—¿Cuál fue tu primera impresión de mi? —los ojos curiosos de JiMin buscaron la respuesta en el universo azul, así le decía a sus ojos, de Ho Seok.
—Nunca pensé que mi vida cambiaría a ser una más feliz. La primera vez que te vi pensé que eras un ángel rebelde y que no tendría que ver más contigo. Sin embargo, eras tan lindo, tu rebeldía llamó tanto mi atención y al saber que eras hijo de Jin supe que estarías cerca por lo que terminaste gustándome y bueno, lo demás ya lo sabes.
—Vaya, ¿tan problemático fui? —su boquita creó una pequeña O que a Ho Seok le causó ternura.
—¿Cuál fue tu impresión de mi?
—Pensaba que eras insoportable. Incluso le dije a papá que me caías mal. Pasaron tantas cosas que comencé a sentir cosas por ti pero no sabía qué era lo que sentía, por eso nunca pude corresponderte hasta que tú me mostraste lo que era amor y desde ese día te lo agradezco con toda mi alma. Si no fuese por ti estaría perdido.
En JiMin pasó el pensamiento de el ¿qué hubiese pasado si su memoria nunca hubiese sido borrada? ¿qué hubiese pasado si nunca hubiera llegado a Grecia? la verdadera pregunta era ¿qué pasaría si nunca hubiese conocido a Jung Ho Seok? En su mente pasaba de todo, sus guerras mentales lo carcomían pero no podía pensar en eso ya. Ya estaba junto a él y eso era lo que importaba.
—¿Crees en el destino? —preguntó Ho Seok y JiMin sonrió gustoso. Esa pregunta ya la conocía.
—No lo sé, ¿crees tú en el destino? —ambos asintieron.
Podrían pasar todo el día así, sin hablar y solo mirándose, con tan sólo sentir la presencia del otro se sentían bien.
—Aún la tienes...—los ojos de Ho Seok se iluminaron al ver la mancha oscura en la muñeca derecha de JiMin. —El corazoncito mal hecho. Mira. —mostró su muñeca derecha donde también tenía la misma mancha, solo que ésta completaba la de JiMin.
—Esta mancha salió el exacto día cuando mi memoria fue borrada. Quizás no te olvidé por completo, quizás por eso te recordé... quizás tú no me dejaste olvidar.
—¿Yo puedo hacer eso?
—Tú mismo dijiste harías todo por mi. Tal vez esto tuvo algo que ver. —sus manos se entrelazaron y ambos pares de ojos se cerraron.
Nada mejor que dormir a la compañía del otro.
Esa noche sus sueños fueron compartidos. Soñaban con un mejor mañana. Con nunca separarse del otro y crear una gran familia. Desearon nunca volver a llorar por la pérdida del otro o por la pérdida de los suyos. Pasar una larga vida en armonía y así morir.
Sonaba hermoso, sonaba como la cosa más preciosa que alguna vez hayan escuchado.
Era la perfección.
Y así sería. Nada ni nadie podría volver a molestarlos porque estarán juntos para siempre. Como toda una familia.
Ho Seok y JiMin se amaban, ni siquiera la muerte los puede separar. Jungkook muere por YoonGi justo como YoonGi muere por su pequeño bebé. SeokJin pasó por tanto que pensó nunca volver a amar y estuvo incorrecto ya que Taehyung llegó como un alivio que lo alegró por completo. NamJoon sin Jackson no puede ser feliz y Jackson sin él es nadie, se aman tanto que no pueden dejarse.
La muerte no puede separar a un ángel de su dios porque están hechos el uno para el otro, aunque uno muera el otro estará siempre ahí.
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Aún falta el epílogo, lo subiré mañana...
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Mental Illness || HopeMin
Fanfiction«Todo dios necesita a su ángel» A pesar de las separaciones, de los recuerdos olvidados, de los llantos, de las discusiones. El amor nunca será olvidado. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • AU: Dioses y sus ángeles. El amor es una enferm...