Capítulo 1

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.Extrañas sensaciones

Las fuertes y rápidas pisadas de ambos pequeños mezcladas con con sus estruendosas carcajadas resonaban contra las paredes de su casa. Los hermanos se hallaban haciendo tiempo en cuanto la cena se encontrara lista, así jugando a las traes, corriendo por todo su hogar, entre risas y frustraciones, estómagos rugiendo al implorar por comida. Claro, Taehyung hacía el intento de calmar su hambre acariciando su barriguita, repitiendo con paciencia: calma, pancita. Mami ya nos llamara para comer super rico.

Jungkook debía atraparlo, por lo que el menor corría lo mas rápido que sus pequeños y ya cansados pies le permitían, respirando entre cortado por la tensión de ser alcanzado. Definitivamente Taehyung era por lejos mas lento que su hermano, siendo su estado físico lamentable dando así la oportunidad perfecta para que el contrario gane, cosa que quería. Aunque al ser mas pequeño, tenía el privilegio de pasar por lugares por los que Jungkook no podía siquiera darse el lujo de pensar entrar.

El azabache a pocos centímetros de Taehyung, logra tocar su hombro para así al fin darle el pase. El menor se detiene de golpe entre pucheros, girándose rápidamente para encarar a su Kookie, el cual ya se hallaba a una distancia prudente.

—¡Eso no se vale! —Taehyung en un intento de verse lo mas molesto posible, imita la acción que suele hacer su madre al enterarse que, nuevamente, él se comió el chocolate que se había comprado: cruzarse de brazos. Era desagradable tener aquella arrogante sonrisa de Jungkook, mirándolo desde arriba con superioridad, aquella sonrisa triunfante que le daban ganas de arrancar— ¡T-tu eres mas grande! ¡Ob-obviamente ganaras siempre!

—E-eso n-no im-importa —se ríe el mayor, burlándose del tartamudear de su hermanito, acción que no le agradó al menor, el cual siente su labio inferior temblar, y sus brazos lentamente caen a sus costados, sintiéndose débil de repente, pequeño e insignificante—. El verdadero problema es que eres muy lento.

¿Que...?

—¡Yo no soy lento! ¡L-le gano a muchos de m-mis compañeros! —¿Por qué su Kookie debía ser tan cruel? Tampoco era tan lento, no lo era. ¡Incluso le ganaba en educación física a aquellos niños tontos que le decían gordo y flojo!— Tonto...

—Uy, mira como tiemblo —Jungkook se acerca con diversión a su hermanito, notando claramente sus ojos ya aguados y mejillas levemente rosadas—, lento.

—¡Y-ya no quiero j-jugar contigo! —el menor acaba gritando con fuerza, molesto, desesperado de repente, sintiéndose inútil por no lograr aguantar sus lagrimas— Niño f-feo...

Antes de girarse, Taehyung le saca la lengua a su hermano, pensando que aquello era el mayor insulto del mundo en ese entonces. Finalmente le dio la espalda al azabache, desapareciendo por la puerta de la cocina dando fuertes zancadas, en un infantil intento de llamar la atención y dejar en claro su molestia. Jungkook rueda sus ojos con diversión una vez que su hermanito cruza la puerta de la cocina, seguramente a resguardarse tras las faldas de su madre. Pero a pesar de aquel espectáculo que su menor le ofreció hace tan solo unos segundos, no tenía ni una pizca de miedo al rechazo y supuesto enojo del castaño, porque por más conflictos y desentendidos que tengan, volverá. Taehyung volvería, las veces que sean necesarias para estar a su lado, pues por más que sus pensamientos sean egoístas, tenía en claro que Taehyung no era nada sin él.

Ambos siempre han sido bastante unidos. Sus discusiones se basaban en tonterías que se solucionaban a los cinco segundos, o bien, cuando Taehyung lloraba y rogaba el perdón de su hermano. Decir que a Jungkook no le gusta tener la razón siempre no son mas que mentiras, pues amaba ver como el resto estaba de acuerdo con él; y cuando la situación no era así, no le importaba, porque Jungkook siempre tendría la razón, sin excepciones.

𝐁𝐫𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫𝐬 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 ➴kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora