Capítulo 1

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Hikari se encontraba sentada bajo un árbol, esperando a que las clases comiencen. Su padre, ya se había ido hace unos minutos y solo le tocaba esperar sola a que el timbre sonara.
Los demás niños, corrían y gritaban por todas partes, aun cuando no se conocían. Desde la distancia se podía notar la felicidad que ellos emanaban, a excepción de la hatake, ella preferida si molemente estar sola.

“ que molestos”

Se quejo en su mente, mientras abría un libro para comenzar a leer.

A una cierta distancia de la hatake, un chico de cabellos rojos la observaba, mientras se aferraba a la falda de su madre. Esta, ignorando al niño, conversaba amigablemente con otro padre.

.— mama, ¿puedo ir a jugar con los otros niños?.— le pregunto tirando de su falda para llamar su atención.

.— claro, mi amor, pero vuelve cuando suene el timbre, quiero despedirme de ti.— le informo su madre por lo que el niño simplemente asintió, no tardando mucho tiempo en salir corriendo.

Se detuvo al lado de ella, quien no levanto la mirada al sentir su presencia. El niño previendo   que no iba a prestarle atención, se inclino para que su rostro quedara a la vista de la niña. Hiciera, levanto un poco la mirada después de la acción del de cabellos rojos. Ella al verlo, hizo una mueca de disgusto para segundos después ignorarlo y prestarle nuevamente  atención al libro que leía.

El de cabellos rojos notando que la niña lo había ignorado por completo, se sentó al lado de ella, no iba a rendirse tan fácilmente.

.— me llamo naoki.— le hablo con amabilidad, intentando que la niña dejara el libro y le prestara un poco de atención.

.— hikari.— dijo con un notorio fastidiar en su voz, no entendía porque ese niño quería hablar con ella.

.— ¡¿quieres jugar?!.— le pregunto entusiasmado de que la niña al fin le dirigiera la palabra. Desde lejos se podía ver los brillos de ilusión que se encontraban en sus ojos.

.— no.— sentencio reseca la hikari , sin siquiera tomarse el tiempo de mirarlo. El entusiasmo de naoki se fue por los suelos al escuchar la negativa, pero no logro hacer que se fuera de aquel lugar, ni sus intenciones de hablar con esa solitaria niña.

.— etto… ¿ es divertido el libro?.— pregunto recibiendo un asentimiento de parte de la azabache como respuesta.— ¿ de que se trata?.— añadió segundos después,  con eso definitivamente iba a lograr que hikari le hablara.

Hikari, viendo lo que quería lograr el niño, lo volteo a ver con mala cara. Naoki por inercia, se asusto, pensando que había echo algo malo. Sin embargo, él no dijo nada, solo espero a que la azabache le hablara.

.— ¿Qué quieres?, me estas molestando.— se atrevió a por fin decirle hikari. Él simplemente parpadeo confundido, pero no tardo en  caer en la cuenta de que era lo que le molestaba.

.— lo siento. Siempre estas sola, así que pensé que te constaba hacer amigos.— le hablo naoki bajando su vista al suelo, para no sentir tanto la mirada penetrante de la azabache.

.— no me cuesta, solo no quiero hacer amigos.— le dijo aun molesta, volviendo su mirada al libro.
Naoki frunció el entre cejo al ver que volvería a ignorarlo. No importaba si esa niña no quería tener amigos, él estaba decidido a crear una amistad con ella, así que no se rendiría.

.— no respondiste a mi pregunta, ¿de que trata el libro?.—  insistió naoki, recargando un poco su cuerpo en el de la azabache. Ella, frunció el ceño al sentir el peso extra que tenia que aguantar. Además de la cercanía  de aquel niño, el cual, consideraba altamente molesto.

.— de un  niño y su abuelo que intentan descifrar el enigma, de porque todo el pueblo le tiene miedo a un tal pampinoplas.— le resumió hikari, lo mas posible.

.— ah…¿es divertido?.— volvió a preguntar naoki, dándose cuenta de que era la única manera de hacer que hikari hablara. Ella, al ver que no necesitaba responder con palabras, simplemente hizo un gesto de asentimiento.

.—… ¿Por qué no quieres tener amigos?.—  hablo naoki, dejando de apoyar su peso en ella.

.— todos son molestos, gritones y nunca se quieren mantener quietos.— respondió con una notoria molestia.
Él se quedo callado, pensando un poco lo dicho por la azabache. Ella no era como las otras niñas, eso lo podía notar todo el mundo, pero naoki no entendía el porque. Si, le había dicho las razones por las cuales no le interesaba tener una amistad con los otros niños, pero eso no decía que las entendía. En si, para la vista de naoki y los otros niños, hikari era rara.

.— que rara eres.— le dijo naoki.
Hikari, frunció el ceño y cerro su libro con fuerza, para que el niño de cabellos rojos escuchara el sonido. Sin decirle nada,  se levanto y se fue de ahí,  dejando a naoki muy confundido.

Yoake no HikariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora