2.

313 36 21
                                    


Actualidad

«Alec»

— Entiendo que todos se encuentren en un estado de shook, créanme realmente lo entiendo, pero necesito que alguno de ustedes me explique que fue lo que pasó aquí — Su voz sale apenas en un susurro, no sabe de donde salen las palabras, puede ser instinto o una simple reacción para mitigar el impacto que acaba de vivir.

Nadie dice nada, ni una sola palabra sale de sus bocas. Un recuerdo le viene a la mente, aquel en que Isabelle y él no paraban de discutir, mucho antes de que Jace llegara a sus vidas, recordó como su madre los enfrentaba y les hacía preguntas para saber que había desatado la pelea. Ambos se quedaban callados y solo bajaban la mirada y entonces su madre usaba una frase que se volvió típica de ella durante años y que en este momento resonaba en su mente como una especie de eco.

"¿Les comieron la lengua los ratones?"

Se abstuvo de decirla, sabría que provocaría una histeria colectiva si se mostraba enojado o en pánico. No, el debía mantener la compostura hasta conocer los hechos.

Isabelle no dejaba de temblar en una de las esquinas y por difícil que le resultara creerlo, la forense que siempre llevaba tacones y mostraba una actitud desafiante ante todos, se veía muerta de miedo. No la había visto así desde... desde que sus padres se separaron.

Clary se veía incluso más pequeña de lo que era, enredada en los brazos de Jace, quien la protegía sin despegar la vista del cuerpo, aun cuando hace unas semanas estaban por separarse de forma definitiva luego de meses de dudas.

Catarina estaba recargada en uno de los pilares de la esclera, completamente fuera de sí, pero no de la forma en que se muestra en las películas, sino que se balanceaba en sus talones: Adelante, atrás de una forma constante, sin dejar de ver por un momento el cuerpo frente a ella, y las lágrimas resbalaban de forma silenciosa por sus mejillas.

Magnus esta frente a él, ni siquiera lo mira. Estaba sentado en el suelo y abraza sus rodillas con ambas manos, se veía tan pequeño que desearía correr y abrazarlo, decirle que no es nada mas que una terrible pesadilla.

Pero no es así. No es una pesadilla, esto es real y le esta pasando a él.

Escucha a Magnus respirar y sabe que está apunto de hablar, sabe que ellos dos son los únicos capaces de resolver esto. Los dos han visto sangre en sus manos antes, su marido tiene que hablar, porque si él no lo hace... nadie más será capaz de hacerlo.

— Alec... cálmate... — No habla más fuerte que antes, por el contrario, parece que las palabras se reúsan a salir de su boca.

— ¿Calmarme? — No quiere sonar enojado, pero no puede evitar lo que siente. — ¿Te das cuenta de lo que esta pasando? ¡Mataron a alguien Magnus, todos ustedes están de una u otra forma involucrados en un asesinato! — Espera a la reacción de los demás, pero nada cambia. — No me pidas que me calme cuando ninguno de ustedes es capaz de darme una explicación coherente.

— Yo lo se... pero necesito que te calmes, te llame a ti porque eres quien sabe controlarse, porque tu temple es inigualable. — Esta vez Magnus no luce asustado, su actitud es diferente a cualquier otra que conociera antes.

— Estas diciendo estupideces Magnus. — Comienza a dar vueltas por la sala, comenzando a pensar en todo lo que puede pasar si alguien los encuentra en ese preciso momento. — Esto es una locura.

— ¡Alexander! — Su grito hace eco por la habitación y es en ese momento en que me doy cuenta que piensa lo mismo que yo. — ¿Puedes ayudar o no? Ya tenemos suficiente pánico en esta habitación, no puedo sumar tu ansiedad a la lista de problemas.

Can't Go BackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora